Abril comienza. Siento este mes como un mes de la escritura. En 2023 empecé abril escribiendo la novela Ciudad Gris, y aunque no me parece el mejor ejemplo de hacer un escrito de manera saludable, este año he vuelto a tomar abril como el punto de partida. En modo cabezón. Esta novela no puede ganarme. La historia sobre esta historia es larga, seguramente grabaré un vídeo durante este mes en donde cuente más detalles, o tal vez lo vaya desgranando día a día aquí en este diario de un mes escribiendo una novela. Es poco tiempo, sí, pero solo será el primer borrador de la historia. Ya hablaremos de ediciones y correcciones a su debido tiempo. Ahora me siento muy motivada, los dedos fluyen libres por el teclado, y aunque de vez en cuando pienso que las frases son mejorables, eso no me atasca ni me saca de la escritura. Hoy he terminado el capítulo 1 con más de 6.000 palabras, pero la mayoría de ellas ya estaban escritas. Cuando os cuente más sobre esta novela lo entenderéis.
DÍA 2
Hoy me he levantado de la cama pensando en la novela. Eso me encanta, he desayunado y al rato ya tenía el ordenador sobre las piernas en su soporte preparada para escribir el segundo capítulo.
Una hora me dije. De 09:00 a 10:00. Son las 10:51 y aquí sigo, mi poder de concentración es más grande de lo que siempre supongo. La batería del ordenador se está agotando y no tengo el cable cerca, pero no importa, esto ya es un extra. Escribir y escribir.
He decidido separar el capítulo 1 en dos capítulos porque me parecía demasiado largo y quería mantener la coherencia de capítulos cortos. Así que más o menos cada capítulo tendrá 3.500 palabras, no sé cuántos capítulos serán en total, espero alcanzar las 65.000 palabras. ¡Hola, brújula! Puede que a este ritmo termine antes de finalizar el mes, pero sé que habrá días que no será tan fácil. Así que hoy escribí en el capítulo 3. Este sí que partía desde cero y conseguí llegar a las 2.000 palabras en una hora y media, más o menos. Puedo escribir muy rápido, es así, aunque las frases no sean las mejores del mundo. Ayer dejé preparado un esquema de las escenas para el capítulo que escribí hoy y eso me ayudó bastante. Me falta escribir la escena final y el capítulo estará terminado (en su fase borrador) Creo que lo haré por la tarde o eso espero. En el día 1 contaba cómo el mes de abril siempre me inspira a escribir, bueno, en realidad eso solo fue en 2023, el año pasado ocurrieron ciertos hechos que me lo impidieron. Mi ordenador clama por un poco de energía y yo debo descansar. Seguimos después.
Por la tarde: pensando que aún tenía una escena por escribir pude ponerme a ello de inmediato. La verdad es que se me ocurrieron algunas ideas mientras hacía otras cosas durante la mañana. ¡Eso me devuelve la fe en la escritura! Amo que me ocurra eso, es la magia de la creación, no hay duda. Cuando la historia te ronda la mente, imagino que mis amigos escritores podrán comprenderlo bien. Eso es lo que me gusta de escribir, es un momento de desconexión de la realidad, no hay nada más que el documento, las teclas del ordenador, la imaginación y los personajes moviéndose en ella (tal vez también una música de concentración sonando en los auriculares)
Terminé el capítulo 3 con un total de 3.497 palabras, a punto de alcanzar las 3.500 de media que quiero que tengan los capítulos🤩 Excelente. He pensado en pasar el proyecto a Scrivener para contar palabras y esas cosas. Nunca lo uso, pero tal vez sea buena idea para tenerlo todo más ordenado.
Día 3
Hoy me desperté a las 07:45 y me levanté de la cama muy feliz pensando en mi momento de escritura en soledad mientras todos duermen. Definitivamente, la mañana es mi cenit creativo. El capítulo 4 ya casi estaba escrito de la anterior versión y pude aprovechar bastantes palabras, así que no escribí tanto como tal. Mientras repasaba me acordé de la reescritura que habrá que hacer al terminar el borrador. Y por ello me acordé también de un libro que empecé a leer ayer a la noche (y ya llevo el 30%) sobre la reescritura. Puede que me reconcilie con mi sufrimiento al corregir si lo observo de la manera que lo trata la autora en el libro. Es pulir el diamante hasta conseguir la mejor versión. Algunos escritores se pierden en la tarea de la reescritura o la corrección, nunca están satisfechos. Lo entiendo muy bien. Creo que debemos llegar a un acuerdo con nuestra mente y en algún momento decir: basta. Esto es lo mejor que puedo hacer. Siempre tendremos tiempo para mejorar si seguimos escribiendo (y reescribiendo)
En tanto, os recomiendo mucho ese libro si sois escritores. A mí me lo descubrió Sheila G. Frutos en este vídeo de YouTube. Un canal que también os recomiendo para los escritores o lectores curiosos de la escritura.
El arte de reescribir: Pulir el diamante narrativo (❁´◡`❁) 👇🏼
Por otro lado, me he dado cuenta de que Scrivener no es para mí. No puedo escribir en el programa porque me distrae la cantidad de herramientas que hay por la pantalla, seguro que hay un modo de tener abierto solo el documento donde escribes, pero prefiero mi confiable LibreOffice, del cual por cierto no veo la barra de herramientas de tan integrada que la tengo en la mente. Scrivener está genial para organizar las tramas, ponerse objetivos de escritura, hacer fichas de personajes y lugares, pero a mí de momento solo me ha estorbado tenerlo ahí delante 😅
12:18 (づ ̄3 ̄)づ╭❤️~Como tenía la mañana bastante libre decidí ponerme con el capítulo 5 que también tenía bastantes palabras escritas de la versión anterior. Pude aprovechar mucho texto, ¡qué felicidad! A partir de ahora ya no va a ser tan fácil, porque lo que tengo escrito no me sirve para la nueva idea. Debo hacer algún repaso de las próximas escenas para no perderme en el capítulo 6. Mañana es viernes y los viernes de mañana tengo otra rutina, espero que eso no sea un impedimento para avanzar, me siento muy inspirada.
Recuento hasta ahora
Cinco capítulos escritos / 18-20
19.057 palabras / 55.000 - 65.000
Tramas abiertas: En marcha el juego de escape del instituto, Guisapo aparece. Fusión con mundo mágico.
Nuevas ideas
Sigo pensando en la historia mientras hago otras cosas 🤩 Veo a los personajes moverse en los escenarios y si no hay escenario todavía los veo flotando sobre un fondo negro, a la espera de la creación. He recuperado la conexión con la escritura de un modo salvaje.
DÍA 4
Esta noche soñé con los personajes de la novela, con algunas escenas y situaciones. Ya no sé si estaba dormida o despierta, pero di con varios giros de la trama sin querer. Es lo que tiene estar pensando todo el tiempo en la novela. No me voy a quejar por ello. Siento que he conseguido volver al camino que había pensado inicialmente para esta historia, y que no era en lo que se estaba convirtiendo por desbordación de imaginación. Encima puedo seguir aprovechando algunas de las cosas que ya están escritas, que su tiempo me llevaron también. Ahora conecto mucho mejor con los personajes, no me parecen tan anodinos y siento que tiene un sentido lo que va ocurriendo.
Hoy he escrito el capítulo 6... Y ya estamos rumbo al mundo mágico: Mundoutro.
DÍA 5
Hoy me he despertado a las 07:00 y ya no daba dormido, finalmente he conseguido rascar media hora de sueño hasta que sonó la alarma a las 08:00. Sí, es sábado, pero quise seguir con la rutina, incluso me levanté más temprano y hasta que tomé el primer o segundo sorbo de café no fui persona, mucho menos persona escritora. Así que mi cerebro comenzó a activarse, ya pasé a la fase de pensar en lo que venía por escribir. Hasta ahora sigo aprovechando de lo que ya tenía escrito, por lo que no me atasco ni siento que me cueste demasiado... Tengo que pensar cómo continuar el camino, hay varias tramas abiertas.
Por la tarde me gustaría escribir un poco a mano, ordenar lo que llevo hasta ahora. Igual eso forma parte de la reedición o reescritura, pero siento que si no quiero atascarme en los siguientes capítulos que empezarán con la página en blanco, necesito una suerte de guía con escenas por lo menos. ¡Hola, brújula! Por más escritora brújula que me considere, no puedo prescindir de esa organización mínima. Si no es el caos de la imaginación que empieza a sugerir desde lo profundo, ¿por qué no incluyes esto? ¿Por qué no incluyes lo otro? Y podrían quedar demasiadas preguntas sin resolver.
Por la tarde: no escribí a mano, pero estuve planeando algunas escenas para el siguiente capítulo. Eso de ir construyendo la estructura según voy escribiendo me ayuda bastante, a veces mi imaginación dirige la trama y otras sigo mis pautas. Está claro que es muy complicado escribir sin ninguna base, sin embargo, a mí se me da mejor la "antiescaleta" o "escaleta inversa". Escribir solo con algunas directrices mínimas y tras terminar el primer borrador hacer un análisis de lo escrito, cortar, tejer, escribir y reescribir. Eso es lo que me sirve a mí.
DÍA 6
He descubierto en esta música para concentrarse a mi aliado perfecto en las sesiones de escritura. Entro en una especie de trance y tecleo sin contemplaciones.
Hoy escritura en turno de tarde que terminó con el capítulo 8 completado (a falta de algunos retoques y tal vez extenderlo un poco más) El final del capítulo ha sido bastante inesperado 😨JAJA Veamos cómo me va mañana, tengo que empezar a plantear las siguientes escenas. Empieza el turno de escribir cada capítulo desde cero, ya no puedo aprovechar nada más de lo que tenía escrito.
Os dejo con una frase:
—Son lamentos olvidados, muy peligrosos, si os atrapan caeréis presos de la tristeza. Hum —dijo Gargol muy serio—. Os cruzaré por encima uno por uno. No podréis cruzarlo a pie. Sabela, tú primero.
DÍA 7
Lunes. Empieza de nuevo otra semana de escritura. Y con gran alegría, por cierto. Mi mente sigue repasando las tramas abiertas, centrándolas para no dispersarme y perderme en el mar de la imaginación desbocada. Hoy ha sido una sesión de escritura atípica, la de pararme a pensar en cómo continuar. Sí, si fuese una escritora mapa no tendría estos inconvenientes, pero mi experiencia me indica que no se me da bien ser una escritora mapa. Como siempre digo soy más bien un híbrido entre mapa y brújula. Claro que hay unas pautas que seguir, sino sería muy complejo escribir cualquier cosa. Al menos una suerte de índice o lista de personajes y su participación en la novela.
Por cierto, hoy Loki 😺 en modo pesado, de eso que se pone a dar sonatas por el pasillo a las ocho de la mañana cuando todos duermen (todos menos él y yo, obvio) Eso no me ha ayudado mucho, a decir verdad. Después se la pagué pasando el aspirador, que mucho le gusta (ironía) Y ahí sigue dándolo todo con su voz de soprano. En fin, que me voy a hacer deporte que también el cuerpo hay que cuidarlo para que la mente funcione bien.
Ayer estaba pensando en que me encantaría hacer algún curso de escritura creativa o incluso un máster, pero... 🤑 Nada me ayudaría más que poder centrarme en algunos puntos débiles que considero que hay en mi proceso de escritura. No es que esté mal ni bien, es distinto. Podría buscar información por mi cuenta y ya lo hago, sin embargo, pienso que un curso guiado con profesores y evaluación me vendría estupendo 💯 Quién sabe si más adelante...
Esta tarde toca segunda sesión de escritura, por la mañana extendí un poco más el final del capítulo 8. A mi juicio le hacía falta y ahora todo empieza a cobrar sentido de cara al final.
DÍA 8
Ayer no escribí por la tarde, pero hoy a la mañana ya pude avanzar bastante con el capítulo 9. Me encontré con la problemática de enredar la trama (siempre me ocurre), pero esta vez me di cuenta y le dije a mi imaginación: ¡basta! Vamos a pensar bien. Recuerda: novela juvenil sencilla. ¿Por qué tengo que liarlo todo? Es algo natural y en lo que trabajo con ahínco. No pude terminar el capítulo 9 y lo dejé cuando vi que antes de seguir con la escritura tenía que pensar. Pensar en la historia y hacia dónde iba. Eso hice, pero alejada del ordenador, por supuesto.
En estos días me viene un pensamiento recurrente a la cabeza. Y es el de lo instrospectiva y solitaria que es la escritura. Como muchos otros trabajos creativos, imagino. Uno ve al escritor ahí tras la pantalla tecleando sin más, pero en la mente del escritor se forman imágenes en movimiento, los personajes van de aquí para allá por obra y gracia de su creación. ¡Es tan fascinante! Y muy difícil de explicar a alguien que no es escritor o creativo, bien sea pintar, dibujar, escribir... Esas tareas que en apariencia no se ven hasta que está terminada la obra. También leer es similar. Desde fuera ves a alguien con un libro en la mano, o un lector electrónico, pero ¿qué hay dentro de esa mente que imagina? ¡Mundos en movimiento!
DÍA 9
Estoy muy contenta por el rumbo que lleva la creación de la historia. Mientras no escribo pienso en la trama y en las posibles lagunas que aparecen sin remedio al no tener un mapa claro; lo mejor es que doy con las soluciones coherentes que me permiten continuar. Y todavía es la fase de borrador, así que no hay ningún problema porque existan esas inconsistencias. Eso es algo que se arregla en las siguientes fases de edición y reescritura.
Mi querido Leandro dice que no tengo término medio: o tengo una crisis de la escritura o tengo un "empacho de escritura" dice. Para mí no es un empacho, es la madre creatividad en todo su esplendor. Toc, toc... Estoy aquí.
Hoy terminé el capítulo 9 y ya pude avanzar más rápido gracias a solucionar esos pequeños detalles, al menos en mi mente. Sobre el papel me dejo unas notas para la edición. Por hoy la sesión de escritura ha terminado. Tengo que esquematizar los siguientes capítulos que no sé a dónde me llevarán, ver si están equilibrados en comparación al resto de la trama, porque no sé tampoco cómo será el final o mejor dicho cuándo se producirá. ¿A las 65.000 palabras como tenía previsto o antes? ¡Quién sabe!
He creado mi propio pomodoro de 50 minutos de trabajo con 10 de descanso. Sonidito de lluvia y piano relajante (●'◡'●)
Unos instantes más tarde: seguí en el ordenador y planteé los últimos capítulos y lo que ocurrirá en ellos. Solo puedo decir una cosa, me emocioné al ver en mi mente las imágenes finales. Espero que escrito tenga tanta fuerza. Creo que debería también empezar a escribir guiones de cine 😅 porque mis finales casi siempre son muy cinemáticos. Veo a los protagonistas caminando de espaldas, alejándose del escenario con el sol dándoles desde atrás y una música feliz sonando. ¿Peliculera yo?
DÍAS 10 Y 11
Hoy (día 11) ha tocado turno de escritura por la tarde rompiendo mi rutina mañanera, pero la verdad es que me siento muy dichosa porque veo el final muy cerca, tan cerca que no puedo creerlo. Ayer me olvidé de escribir aquí con la emoción de escribir el capítulo 10 completo (3.500 palabras en una sesión) Me metí tanto en la historia que después me costó abandonarla. Me obligué a cerrar el ordenador y continuar con mi vida mundana. Hay que ver lo extraño que es el mundo creativo.
En los próximos días terminaré el borrador, lo dejaré descansar y empezaré con la edición y reescritura. No tengo muy claro como estructurar los capítulos, si mantenerlos como pensé al principio o hacerlos más cortos y que sean más. Será una novela bastante corta, tal vez una novelette. Con la reescritura quizá llegue a las 50.000 palabras.
Hoy he escrito 700 palabras. No estaba demasiado concentrada, pero no me preocupó para nada. Todavía quedan muchos días de abril para concluir este reto y por fin puedo decir que ¡he superado el bloqueo de escritura!
DÍA 12
Cuanto más siento que se acerca el final del borrador (aunque le queda mucho por arreglar) más nerviosa me pongo. ¿Lo estaré haciendo bien? ¿Serán los personajes lo suficientemente profundos? ¿Se entenderá la historia? Surgen dudas, pero lo importante es seguir adelante para que eso no me paralice, evitar los bloqueos creativos es fundamental, porque en mi caso me impiden hacer lo que más me gusta: escribir.
He pensado varias cosas durante estos días de escritura, ni siquiera ha pasado la mitad del mes y estoy casi a punto de poner la palabra FIN en el primer borrador. El tesoro de las gárgolas no me ha vencido, he conseguido escribir la historia (esto quizá debería contarlo cuando termine 🫡) y además de manera satisfactoria. Escribi lo que quería desde un principio, lo que mi imaginación pendenciera y arrolladora me impidió.
DÍA 13
Primer día que no escribo como tal en la historia, aunque sí que he anotado algunas ideas. Había ciertos aspectos que no terminaban de convencerme para el final, y hasta que no di con lo que era no me quedé tranquila.
DÍAS 14, 15 y 16
Estos días han sido un poco anodidos en cuanto a escritura, pero no quería perder la inspiración (por temor a volver a bloquearme) así que escribí la preparación de las últimas escenas. A estas alturas sería un poco improbable que llegase el bloqueo creativo de nuevo, sin embargo, mi rutina de escritura esta semana sufrió algunos cambios. Ya no pude escribir de mañana por asuntos mundanos del día a día. Eso me descolocó bastante. Por suerte, tengo otros momentos en los que sí que puedo escribir, aunque me cuesta más según avanza el día, la verdad es que estoy muy cerca de terminar el borrador y eso me anima.
Mi cerebro quiere descansar y al mismo tiempo me obliga de algún modo a ponerme con la historia, porque si no le pongo punto final está ahí de fondo en mi mente, como llamándome. Es difícil de explicar. Cuando mi novio me dice, pero tómate un descanso, no sé cómo decir esta sensación de que no hay descanso que valga en lo creativo, es una necesidad volver a la historia y continuarla sin perder el hilo.
DÍA 17
Hoy he escrito el penúltimo capítulo, espero. He pensado en dividir los capítulos (no sé si esto ya lo comenté antes en la entrada) para hacerlos más cortos y accesibles al público al que me dirijo. Por lo que el capítulo que escribí hoy (con el café del desayuno) serán dos capítulos en realidad. El caso es que ya estoy en 45.000 palabras. Me he inventado varias escenas que no estaban programadas, pero me salieron de forma tan natural que las dejé fluir, la verdad es que resuelve bastante bien y le da paso al final.
DÍA 18
Finalicé el primer borrador 🥳No es que lo haya escrito en dieciocho días, más quisiera. Como conté durante toda la entrada la historia detrás de la historia de esta novela viene de lejos, desde 2023, ni más ni menos. Cuando empecé a escribir la primera idea que luego se transformó en un monstruo difícil de dominar...
Me siento muy satisfecha, aunque queda mucho trabajo por delante. La idea en bruto está ahí fuera en el documento y eso es suficiente para afirmar que superé el bloqueo escritor. Tengo pensado descansar unos días antes de ponerme con la reescritura y edición. Creo que serán muy pocos, porque la historia me sigue llamando y tengo ganas de ordenar las nuevas ideas que surgieron mientras escribían y podar lo que ya no sirve.
¿Qué pasó a partir del día 18?
Me tomé un descanso y me alejé de la historia, pero sigo con el pensamiento puesto en ella. Hoy es día 26, estoy preparando esta entrada para dejarla lista y publicarla el día 30 (porque el día 1 es festivo y nadie la va a leer) Mientras corregía mis desvaríos me ha atacado la sensación de que no puedo dejar pasar más tiempo sin empezar con la reescritura, tengo miedo de perder la conexión que sentí con la historia mientras escribía, ese toque mágico, místico, que tan raro es visto desde fuera... Os lo cuento en vídeo, no es que me explique mejor hablando, pero también intenté explicar cómo conseguí salir del bloqueo escritor. Mis motivos y traumas que pasé en estos años. Ayer me descubrí pensando: ¡eh, ya puedo ponerme a escribir otra historia! Porque tener El tesoro de las gárgolas paralizado me impedía escribir cualquier otra idea (de esas miles que tengo por ahí) como si dejarla de lado fuese un engaño o un fracaso.
Ahora toca el turno de la reescritura, no quiero dejar que pase más tiempo. Pienso que mi proceso creativo funciona así, que no me serviría de nada dejar reposar la historia varios meses. Volvería a ella habiéndome olvidado de casi todo🥹Así es mi memoria.
Me dio por ponerme a releer el libro de Brandon Sanderson, Curso de escritura creativa y en el prólogo dice algunas cosas con las que me siente muy identificada. Sé que alguna vez ya había leído esto que voy a compartir a continuación, también sé y estoy segura de que soy una escritora por atracón y que esa es la manera que me funciona a mí. Y que cada escritor o escritora tiene su propio proceso, no hay un método único que sirva para todos por ese mismo motivo.
Si has leído hasta aqui te doy las gracias 🫂
Los escritores nos sumergimos en nuestros mundos y nos dedicamos a algo que nos apasiona. Porque escribir es fascinante. No quiero ponerme demasiado místico, pero tienes una página en blanco y creas a partir de ella. Plasmas lo que tienes en el cerebro, y luego lo lee otra persona e imagina algo bastante parecido a ello. Puedes escribir cosas y luego gente de todo el mundo con trasfondos muy diferentes imagina eso que has escrito, y así estableces una conexión con alguien que es absolutamente distinto a ti y a quien no conoces. Me encanta la escritura. Es un acto de creación pura, en el que coges la nada y la moldeas. Curso de Escritura Creativa. Brandon Sanderson.
¿Recordáis aquel programa de Samanta Villar 21 días…? Dicen que es el número de días necesario para que una tarea se convierta en un hábito, si consigues hacer algo durante ese tiempo después podrás seguir sin problema.
Esta idea me surgió para hacerla en formato vídeo para mi canal de YouTube, pero como me propuse escribir más durante este año no tenía demasiado sentido compartirlo de ese modo. Además, hacerlo en video requiere no solo prepararse para escribir, sino disponer la cámara, el micrófono, comprobar los ángulos de grabación... Y después editar todo el material que saldría de 21 días 🤯 👩🏻🦳
Por tanto, decidí que lo escribiría. Escribirlo me ayuda a seguir escribiendo 🤣 Y entre escrito y escrito, nace una novela.
Antecedentes: empecé a escribir esta historia a principios del año 2023, pero por el camino me ocurrieron varias cosas🫂entre ellas, que escribí, edité, corregí, maqueté y publiqué otra novela, Ciudad Gris, un thriller de misterio, que no tiene nada que ver. ¿Por qué hice eso si estaba con esta historia? Lo expliqué por varios sitios, dejo enlaces por si os interesa.
Es importante pues, saber que no estoy empezando desde cero, que antes de ponerme con la escritura he hecho una escaleta (bastante trabajada para lo que yo soy normalmente) he construido una estructura y más o menos tengo claro todo lo que sucederá en la historia. Considero que antes de empezar la escritura de la novela en sí, es necesario pasar por esas fases de búsqueda de ideas 💡, creación de personajes, mundos y tramas secundarias, elección de narrador, tono, género, etc...
Por eso estos 21 días serán de escritura "bruta" en el primer borrador de la historia. Tengo escrita la introducción (por terminar o perfilar), el capítulo uno y el capítulo dos. El marcador de palabras no está a cero, hay ya unas 10.000 palabras.
Suelo hacer mis avances en palabras, otros escritores lo hacen en tiempo dedicado o en páginas. No hay una manera única de escribir un libro, esta es la mía. Me pongo metas que me permitan llegar al número de palabras que quiero que tenga la novela. Este aspecto lo trabajé al inicio, cuando decidí la extensión (aproximada) de la historia, el número de capítulos, el narrador y el punto de vista. Mientras preparaba la escaleta, ese momento estupendo de búsqueda de ideas, la premisa inicial fue cambiando poco a poco convirtiéndose en algo más grande de lo planeado 😁 (como no, gracias a mi imaginación desbordante, a menudo tan difícil de controlar)
Para este nuevo reto de escribiendo lo máximo posible en 21 días, me he descargado la app Writeometer, una aplicación para escritores que puede motivar. Sirve para delimitar un tiempo de escritura, sumar palabras, programar alarmas y obtener recompensas. (No está disponible para descargar en la Play Store, pero puede buscarse y encontrarse igualmente)
Para escribir no sigo una rutina concreta, me basta con silencio (o música de concentración) un café y el ordenador. La libreta a un ladito por si hace falta anotar y ¡a escribir! En el primer borrador lo más importante es conseguir sacar la historia como sea, sin grandes florituras ni pretensiones, eso llegará después con el segundo borrador, el tercero, el cuarto, la edición… Cosas para la Mónica del futuro.
Tampoco tengo un horario, porque un día podré a una hora y otro a otra, me vale con poder reunir la concentración necesaria y resistir esos 50 minutos (descanso 10) y otros 50. Eso sería lo ideal, pero no siempre es posible. A veces me pongo de fondo a otras personas que están escribiendo o haciendo alguna tarea y lo transmiten, vía Twitch o YouTube, si me coincide.
➡️En Twitch, Sheila G. Frutos de lunes a viernes de 16:00 a 18:00h
➡️En Twitch Nia Area de lunes a viernes de 17:00 a 19:00h
Ahora sí, vamos allá con la escritura. Es jueves, día 1 de febrero. Comenzamos.
Ya voy tomando el ritmo de escritura idóneo, ese que me hace no dejar de pensar en la historia durante el día. Entonces las sesiones de escritura no se limitan solo al momento de escritura, sino que al seguir pensando se me van ocurriendo nuevas ideas o complementos a lo que ya escribí. Corro con miedo a que se me olvide, y lo anoto o lo agrego directamente en el documento.
Hoy es el día cinco de escritura y ya fluyo bastante mejor que cuando comencé el día 1. Decidí hacer dos sesiones de escritura diferenciadas, en vez de cincuenta minutos - descanso - cincuenta minutos. Así que tocó turno de mañana y de tarde. Puedo mantener la concentración al menos durante treinta minutos seguidos, y las manos no van tan rápido como mi cerebro para escribir (eso no me gusta 😅) Escribí más palabras de lo que tenía previsto para el día de hoy y me gustaría seguir escribiendo, es la verdad. Solo que la vida se compone de otras tareas también.
Repaso de cómo va la novela. Perspectivas - 80.000 palabras Escritas por el momento - 18.578
Días restantes para finalizar reto de 21 días: 16 Días restantes para finalizar escritura del primer borrador: 55 Según Writeometer, a este ritmo solo necesito 1.097 palabras diarias para terminar a tiempo (el 31 de marzo)
Hoy, mientras mi cerebro divagaba con tal de no ponerse a escribir, se me ocurrió esta reflexión. Va en consonancia con un vídeo que quiero grabar (en el futuro próximo o quizás no tan próximo) sobre mi vida como escritora. En ese vídeo (del cual también estaba escribiendo un guion, por cierto) quisiera hablar sobre mi experiencia en el mundo de la literatura y más concretamente, sobre el oficio de escritor. Sí, oficio, así como aquellos antiguos le llamaban a los trabajos. ¿Acaso no suena mucho más poético? Suena rústico, artesanal... Una maravilla.
El caso es que para divagar a gusto no puedo dejar de preguntarme eso de ¿puedo considerarme escritora? ¿con qué derecho? Como he escrito, corregido, editado, maquetado y publicado varios libros, ¿ya puedo denominarse así? Da igual. Quisiera avanzar y desenredar este lío que es mi cerebro en estos momentos (con respecto a la escritura) Tal vez si ordeno mi mente pueda volver a lo importante: escribir.
Siento que ya he escrito algo similar a esta reflexión en algún lado. Lo buscaré. La vida es cíclica. Sin duda. Escribir no es tan sencillo.
Respondiendo a la pregunta del título de esta entrada: SÍ. Tiene tantos matices que no sé si alguien terminará de leer este testamento, pero al menos me servirá para un desahogo de esos que casi es interior y sale en forma de palabras (como no podía ser de otro modo, ¿o es que no somos escritores?)
Llevo un año un poco extraño y a aquella Mónica de enero y sus asuntos de escritura, tan optimista, le diría unas cuantas cosas... Resulta que míster cerebro (algunos ya lo conoceréis de sus anteriores intervenciones) rehúye un poco de la tarea titánica de regresar a la novela que estábamos escribiendo. Pero Mónica, me dirá, es que ha pasado el tiempo y ya no recuerdo qué tenía que escribir. Si queréis un consejo valioso de escritura (que nadie me ha pedido): no dejéis los proyectos a medias. Si es que tenéis ocasión.
Alejarte de esa emoción del principio te desconecta de la historia. Puede que sea ese el motivo por el que tus personajes se han quedado congelados en el tiempo, no se mueven, no hacen nada. [Crisis creativa, bloqueo del escritor]
La emoción del principio es fascinante, la búsqueda de ideas, la estructuración, hacer una escaleta y en definitiva poner la imaginación a trabajar para sacar esas ideas primigenias. Ponerse a teclear después también es divertido (al menos lo es si te gusta escribir). Hasta que llega un momento en el que por X o por B sufres algún atasco o la vida (casi siempre) te dice: un momento, bonita, no tan rauda.
Hay una historia que quiere ser contada y que se me está resistiendo desde hace demasiado tiempo. Probé a dejarla aparcada mientras escribía otra (Ciudad Gris) y funcionó, salvo que cuando quise retomar había perdido el hilo. Y amigos... Perder el hilo de una novela que está por ser escrita es de lo peor que te puede ocurrir como escritor. Dejado atrás el entusiasmo inicial, volver a conectar con esos personajes que ahora parecen simples extraños es una odisea. Imagino que habrá escritores o escritoras que me dirán que no es para tanto, que soy una exagerada o que tengo que ponerme a trabajar en mis escritos. Toda la razón. Pero mi caballo de batalla es mi cerebro pendenciero.
No es la primera vez que me ocurre, (en anteriores episodios: crisis creativa) pero quizás en esta ocasión soy más consciente que nunca (una que se hace vieja) Y de pronto la lluvia de excusas para no escribir se convierte en un auténtico mar. Me diréis tranquila, estamos en agosto, vacaciones, bla, bla, bla... Y justo por eso tengo que luchar más que nunca contra mí misma y mi dispersión. Es que cuando le digo a mi cerebro aquello de: oye, ahora que tenemos un tiempecito, ¿por qué no nos ponemos a escribir y así terminamos el borrador aunque sea?
Cerebro hace la croqueta y se aleja con disimulo, a su paso deja un reguero de planes mejores que escribir: graba vídeos, edítalos que te gusta, ¿no te parece que escribes géneros muy distintos? ¿no sería mejor que te creases un pseudónimo para cada uno de esos géneros? Uy, mira esa habitación de ahí, necesita una limpieza... BASTA.
Es agotador. Por mucho que utilicé el método del copo de nieve para hacer la escaleta de la novela según iba avanzando cambié varias cosas, lo cual hace que retomar la escritura sea todavía más complicado. Hubo un momento en el que creía que ya podía volver a la historia, cuando leí lo que ya había escrito y empezaba a conectar de nuevo, pero no. No es tan sencillo.
Tengo un reloj que me avisa cuando llevo demasiado tiempo sin moverme, ojalá tuviera otro que me avisara cuánto tiempo he perdido viendo tonterías en vez de escribir, por ejemplo.
Recuerdo que en febrero de este año me impuse un reto de escritura. Consistía en escribir un poco cada día durante 21 días (esos que dicen que hacen falta para adquirir un hábito) y la verdad me sirvió mucho en aquel momento. ¿Qué pasó después? Pues estaba estudiando para el teórico del carnet de conducir y esa fue la mejor excusa para empezar una nueva etapa de anotaciones en la agenda del tipo "hice de todo menos escribir". Luego llegaron unos meses convulsos en lo personal (eso sí que no fueron excusas de míster cerebro) y aquí estamos, a 20 de agosto como quien no quiere la cosa. Con una sensación de lentitud pero de rapidez al mirar atrás.
Lo que le asusta a mi yo escritor es que sabe que debo reescribir el prólogo para que tenga consonancia con las nuevas ideas que surgieron... Eso ya supone un esfuerzo que parece ser no estoy dispuesta a asumir así como así. Aunque me ponga metas no suelo cumplirlas a menos que tenga unos plazos marcados. Pero nadie te espolea en la creación literaria a menos que una editorial te encargue un libro o similar. Has de ser constante por y para ti mismo.
Volviendo a la pregunta del título: Sí, es difícil escribir una novela y no solo por cuestiones de estilo literarias o creativas, que también. Para mí tiene mucho que ver con la manera de ser de cada escritor o escritora. Y si eres una persona dispersa y encima te gustan muchas cosas distintas, y además nadie te "obliga" a escribir, todavía es peor. No hay un contrato que te diga que tienes que terminar mañana o el mes que viene, pero demonios, ¡quieres poner punto final a esa historia!
Ayer en Instagram alguien preguntaba: ¿por qué escribes? Y respondí: escribo porque las historias acuden a mí y no puedo dejar de escucharlas. Así es. Hoy acabo de ver un tweet que preguntaba algo similar y alguien respondía: (escribir) es como tirarse en paracaídas sin él, que de repente te crezcan alas y eches a volar, perdiéndote entre las nubes de tu imaginación. Bellísimo, poético y la pura verdad.
Ojalá pudiera ser de otra manera. Simplemente, sentarme a escribir sin pensar en nada más que en disfrutar de ese momento, pero entonces no sería yo, sería otra persona. Sé que un día lograré poner fin a esa historia y el mundo la conocerá y entonces recordaré esta disertación que me sirvió de guía para enderezarme en el camino, y me sonreiré: lo lograste.
Bien está lo que bien acaba, que dice el otro. Después de iniciar el año 2023 con esta suerte de "Diario de escritora"que como yo misma vaticiné, NO sería un diario, ha llegado el momento de la despedida. Pero no es un adiós definitivo, es solo un hasta luego.
Cuando esto se publique, seguramente estaré ya esperando a que den las 12:00 de la noche, suenen las campanadas y comience el 2024. Como siempre, empezaré el año durmiendo 😅 En 2022 no comí las 12 🍇 (ni 6 partidas a la mitad) sino que cada campanada la acompañé de un gusanito, sí, esos blanditos de maíz 🌽 Todo lo que me permitían mis casi recién estrenados brackets por aquel entonces. Han pasado doce meses, aunque no doce causas y los asuntos literarios han ido creciendo y decreciendo.
No quisiera hacer aquí un repaso de las lecturas de 2023, pues esa entrada ya debe estar publicada muy cerquita de esta (Booktag fin de año: Lecturas 2023) Finaliza el año, finaliza el recuento de días. En adelante, escribiré mucho, ya que es uno de mis propósitos más firmes para el 2024, pero no contando los días. Al final terminé dando tumbos por 2023, escribí sí, pero ¿lo suficiente?
Contar los días que transcurren es agobiante, de pronto me imaginaba que llevaba días sin escribir nada en este diario y ya me entraban los siete males. ¿Por qué si nadie te obliga? Que diría mi hermana. Pues verás soy una persona extremadamente exigente conmigo misma, date un respiro, me digo, no, me respondo. Así de exigente con todo lo que hago, incluido escribir aquí cualquier tontería como ahora mismo.
Lo que importa es escribir.
Como en la cápsula del tiempo ya debí de contar (es que estoy escribiendo esta entrada antes que la que voy a publicar primero, no te pido que lo entiendas, solo quédate) ha sido un poco extraño en lo referente a mis cuestiones literarias y al mismo tiempo me he dado cuenta de varios errores cometidos, también algún que otro acierto.
*Aclaración*La cápsula del tiempo ha sido solo para dejar por escrito los propósitos y preguntas para el próximo año. Así que paso a relatar mi resumen, que no balance, de 2023 (en asuntos literarios)
Enero comenzaba con unareflexión desde la trascendencia que ni siquiera era de este año que empezaba, sino de 2020, con la que me sentía muy identificada. Y es que la vida es un bucle bastante interesante, al menos para mí lo es. Nacía también el diario de escritora, no solo aquí en el blog-web, sino en vídeo (ver en Youtube) cuando me di cuenta de que hasta entonces mi contenido estaba destinado más a escritores que a lectores (se supone que mi público objetivo son los lectores) Pero sin darme cuenta me estaba alejando de la escritura 🤔 visto en perspectiva. Entonces acababa de editar la novela que escribí en 2021 - 2022 y comenzaba la búsqueda editorial. El agotamiento era evidente, aunque para mí el inicio del año es emocionante. ¡Algo que empieza! Una ilusión. Tenía la firme convicción de escribir casi todos los días en el diario de escritora (JAJA, pobre de mí) De la lista de lecturas pendientes que enumeré en esta entrada del día 11 ¿adivinen qué?
Solo leí (completos) dos. El instituto lo abandoné a medio camino sin saber muy por qué, no conseguía conectar con la historia. Mientras, empecé con la creación de otra novela. Decidí que quería llevar a cabo esa idea que tenía desde hace muchos años de escribir algo en gallego. Pero escribir en gallego es complicado, así que me puse a elaborar la escaleta. El 26 de enero ya estaba con un bloqueo escritor bien interesante...
¿Por qué no puedo escribir sin más? —me preguntaba—. Porque convivo con una mente dispersa y cuestionadora. Y cuesta. Cuesta mucho acallarla y fluir.
Entonces míster 🧠 a quien ya conoceréis si alguna vez habéis leído mis entradas por aquí, se lanzó a los disparates más grandes que se le ocurrían con tal de no afrontar el reto de la escritura. Cerebro hastiado y aburrido dijo: céntrate en el canal del YouTube, graba más vídeos, ¿qué es eso? ¡Mira la etiqueta de #writertube! 🫢 ¡Tantas novedades! Por eso, febrero y marzo me los pasé haciendo vídeos para YouTube, que si entrevistas a escritores (salió mal) que si reaccionando a frases de mis seguidores (mal no, fatal) y así. ¿La novela para traducir al gallego? Abandonada. Bloqueo y cuestionamiento: ¿será que me estoy obligando a escribir? Cualquier cosa en vez de enfrentar la realidad. Míster cerebro y su huida alocada de aquello que le supone más esfuerzo.
A todo esto nació el Arboverso, un lugar relacionado también con la literatura, en esta caso la de terror, ciencia ficción y fantasía. El día después de su lanzamiento (tras meses de preparación) lloré. Y no de emoción, sino de agobio😅Otro sitio al que dedicarle tiempo y esfuerzo. Mi hermana me decía que esa no era la intención, que el Arboverso estaba ahí y que nadie me obligaba a escribir artículos o crear contenido. Ah, pero, habla con míster 🧠 Él y sus cosas.
Abril, el mes de la literatura con la celebración del Día del Libro y la llegada próxima a la apertura del Premio Literario Amazon tambaleó todo el micromundo literario que nunca llegué a formar en este 2023, el año del caos absoluto. Escribiendo una nueva novela, sí señores y señoras, porque me autoconvencí de que lo que pretendía escribir, la novela juvenil para traducir al gallego, eso, me estaba obligando, no es lo que quería realmente. Me lo creí. Míster 🧠 feliz de la vida, porque le daba la oportunidad de comenzar algo nuevo. Ah, pero. En esa ocasión fui más consciente que nunca y le dije: si empiezas esto, lo terminas.
Abril fue el mes de la escritura y sí, escribí mucho (no sé si bien) Casi todos los días conseguía sentarme al menos cincuenta minutos a escribir y según lo hacía el hábito se iba creando. A los pocos días ya no me costaba hacerlo y fluía. Hubo atascos, como no, cuestionamientos y delirios, pero a finales de mayo terminé con la escritura de la novela. Después vino la edición, reedición, corrección y maquetación, junio y julio. ¡Una odisea! Gracias a la inestimable ayuda de mi hermana pude llevarlo a cabo y concederle a mi yo exigente lo mejor que pude hacer en ese tiempo. Terminé agotada, y si me preguntas: nunca más volvería a hacer eso.
Publiqué Ciudad Gris el último día de julio (una época malísima para publicar un libro, todo fuese por participar en el maldito premio literario Amazon)
Agosto el mes de la desconexión fue genial, apenas me preocupé por ver cómo le iba a Ciudad Gris, menudos dolores de cabeza me evité. Y realmente ha sido una historia a la que no le ha ido demasiado bien, aún no sé por qué. Quizás las prisas no son buenas, al fin y al cabo.
En septiembre comenzaba nueva temporada como si la vida fuese una serie de Netflix. Tras la desconexión veraniega todo me parecía más sencillo, concentrarme, crear una rutina, pero una vez más era mentira. Don 🧠 seguía haciendo de las suyas. Por mucho que planeé regresar a la escritura de "El tesoro de las gárgolas" (justo con lo que había comenzado el año) no fui capaz de ponerme al cien por cien. Que si escaleta, que si técnica del copo de nieve... Pero, ¿estás escribiendo la historia? Spoiler: NO.
Lo que hice es grabar y editar un montón de vídeos para el canal de YouTube y si me preguntas por qué, te lo digo: porque me divierto y eso a 🧠 le encanta. Ah, pero, si requiero de él para asuntos de concentración, desaparece. Leer, grabar vídeos, hablar, editarlos... Eso es sencillo. Dedicar un par de horas a escribir ya no tanto. Y tú que me sigues hace tiempo dirás "¿pero entonces no te diviertes escribiendo?" ¡Claro que sí! Solo necesito llegar a ese punto en el que dejo de pensar que cada palabra que aparece ante mis ojos está mal, que cada frase es un sinsentido, que la historia es floja, y esas cosas. Si logro que esa voz se calle, puedo escribir.
A todo esto, la novela que escribí durante 2021/2022 no encontró ninguna editorial que quisiera publicarla. Valoré varias opciones, autopublicar con editoriales de servicios editoriales, como Caligrama o el sello Mascarón de Proa de Almuzara Libros. No me convenció ninguna opción, en especial porque son caras. Tras hablar con mi querido Leandrus, él dijo que creía en esa historia💟Y allá se fue a la lista de espera para un informe de lectura profesional que no estará listo hasta mitad del año que viene, por lo menos.
He perdido la cuenta de las veces que cambié la apariencia de mi página web (procrastinar dirían algunos) buscando el ánimo y la comodidad para seguir escribiendo cualquier cosa. No necesariamente nada coherente, en la absurdidad está el gusto. Solo quería despedirme del 2023 con esta entrada final, la que simboliza el fin del recuento de días y da paso a un año de escritura (o eso espero porque después siempre es lo contrario 😅) No se puede planear demasiado, porque el destino a veces es pendenciero. Organizas y organizas y viene y la vida y te dice: NO.
Aún recuerdo aquel horario tan bien estructurado que me hice a principios de marzo de 2020 y vino el coronavirus y dijo: NO. Y así entre noes y síes, aquí nos hallamos, un año más, un año menos.
Si estás leyendo esto, te deseo un feliz y próspero 2024 y si quieres déjame un comentario para que sepa que estás ahí al otro lado, y al menos alguien lee estos desvaríos finales🍇 Soy muy consciente de mí misma, de mis aciertos y errores, me analizo y vuelvo a analizar, todo sigue igual.
Nos leemos muy pronto, ya sin cuaderno, pero aquí de todos modos.
Gracias por leerme, te dejo una fotografía de algo que me ha hecho muy feliz este año 2023 y no, no son libros ni personas (que también hay de ambas cosas) Es una cosa que nunca había hecho: subirme en un avión. Adoro las nuevas experiencias. Gracias, mi Leo.
M-F
Siete Islas sigue la historia de Mario, un hombre normal de mediana edad que sufre un accidente de tráfico y a raíz de esto empieza a tener unos sueños muy extraños en los que un personaje le insta a visitar las siete islas. En sus viajes descubre que ha adquirido un Sexto Sentido que le guía hasta unas pequeñas piedras de color negro. Unas piedras que se convierten en polvo cada vez que las toca. Mario, poco a poco, se empieza a obsesionar con encontrar todas las piedras y saber qué secreto ocultan. Pero al mismo tiempo hay un siniestro personaje que pertenece a una oscura organización y que sigue todos sus movimientos...
Jonás Ramírez Molina, tiene 47 años, ha nacido y vive en Sabadell, Barcelona y es licenciado en Traducción e interpretación. Ganador del primer premio de microrrelatos en Twitter, organizado por el ayuntamiento de Barcelona en 2016. Siete Islas es su primera novela y en estos momentos se encuentra preparando su segunda novela.
CONOCIENDO AL ESCRITOR
¿Por qué escribe Jonás Ramírez?
Escribir un libro es algo que siempre he considerado un reto desde que era niño. Saber si era capaz de hacerlo. Aunque de entrada podría parecer muy complejo, si te planteas escribir una novela de 100.000 palabras puede parecer muy difícil, yo prefiero plantearlo como pequeños desafíos. 100 000 palabras es mucho, eso es verdad, pero escribir mil palabras cada día no lo es y si tú lo planteas como estas pequeñas metas en tres o cuatro meses puedes tener escrita una novela. Me considero una persona muy imaginativa, no me cuesta pensar historias y su posible desarrollo. De hecho, tengo varias tramas en la cabeza sobre las que me gustaría escribir algún día.
¿Cuánto tiempo llevas escribiendo?
Desde adolescente intenté escribir algunos relatos, aunque es algo en lo que no llegué a profundizar. Hace unos años también llevé un Fotolog que actualizaba diariamente y en el que escribía sobre cualquier tema de actualidad o cualquier cosa que se me pasara por la cabeza. Finalmente, hace unos 10 años desarrollé la historia de siete islas en mi cabeza, solo a nivel personal, sin llegar a compartirlo con nadie. Fue con la pandemia cuando decidí rescatar el proyecto y volverlo a intentar. Esta vez sí, lo compartí con mis familiares que se convirtieron en mis lectores beta y fueron los que me animaron a seguir y a llevar la novela hasta su final.
¿Por qué empezaste a escribir?
Como dije antes lo veo como un reto personal, por una parte, y por otra, como una posible forma de dar un giro a mi vida y quizás en algún día en un futuro lejano o no tan lejano, poder dedicarme a la escritura de manera profesional.
Al hilo de eso, ¿te ganas la vida con la escritura o es solo un hobby?
Ahora mismo la escritura es solo un hobby, no me dedico a ello de manera profesional, evidentemente me gustaría que algún día lo fuera. En cualquier caso, creo que llegue a triunfar algún día en el futuro o no, haber escrito un libro es un legado personal. Esto es algo que quedará en el futuro cuando yo ya no esté, cuando ya me haya ido, puede ser dentro de un año, dentro de diez, dentro de 50, dentro de 100, y el libro todavía estará ahí para quien quiera leerlo.
¿Tu entorno te apoya en tu faceta de escritor?
Sí, desde luego. Mi entorno, mi familia, amigos, me apoyan en todo. No solo en esto, también en todo lo demás, por lo que me siento muy afortunado. Mucha gente que conozco se sorprende mucho cuando les digo que he escrito un libro e incluso algunos me ponen en un pedestal. La verdad es que yo me considero una persona muy normal y del montón.
¿Qué sentiste al ver tu primer libro publicado?
Pues fue mucha emoción, sobre todo porque no pensaba que el proceso sería tan largo. Una vez estuvo escrito el libro y la propiedad intelectual registrada, pensé que iría todo más más rodado. Escribir el libro fue relativamente rápido, tardé unos cinco meses o seis meses, pero luego el proceso de búsqueda editorial, firmar el contrato, maquetación impresión, etcétera, fue bastante más largo de lo que me pensaba. El libro lo acabé en febrero de 2021 y no salió publicado hasta junio de 2022, o sea más de un año después.
¿Editorial o autopublicación?
El libro lo he publicado a través de una pequeña editorial. Fue una bonita casualidad, ya que una vez tuve el manuscrito acabado, contacté con muchas editoriales. La mayoría ni siquiera me contestaron, otras me dijeron que en esos momentos no encajaba con su línea editorial y alguna me ofreció publicarlo por crowdfunding, algo que no acabe de ver claro.
Se dio la casualidad que mis padres estaban de vacaciones en Granada y vieron en una feria literaria un stand de Aliar Ediciones. Me enviaron una foto por WhatsApp y me dijeron que por qué no probaba suerte con ellos. Lo hice me contestaron rápidamente. Les envié el manuscrito y a las pocas semanas me dijeron que sí, que estaban interesados en publicarlo.
Llegamos a un acuerdo y por fin el año pasado se llegó a publicar el libro. De todos modos no descarto en el futuro tampoco la autopublicación, porque a la hora de promocionar el libro y bucear en redes sociales te permite contactar con otros autores y te das cuenta de que hay algunos de ellos que han hecho auténticas obras de arte. Al final es como en todo, creo que tanto en la edición tradicional como en la autopublicación vas a encontrar libros muy buenos y libros que simplemente no están hechos para ti.
¿Te gustaría vivir de la escritura?
Pues claro. ¿Y a quién no? Aunque creo que sí que es posible, también es muy difícil. Como en cualquier otra profesión, ya seas músico, seas actor, escritor, deportista, etcétera por cada famoso que vemos en la tele y que seguimos en redes sociales, hay miles de ellos que también son profesionales pero que no consiguen triunfar al mismo nivel . Cientos de miles que sí que lo intentan y se esfuerzan pero que tampoco llegan a poder vivir profesionalmente de aquello que les gusta. Solo vemos lo que es la punta del iceberg, los más conocidos, aunque hay muchos más que por desgracia no lo consiguen. Al final es todo un poco una mezcla, un cóctel que contiene una pizca de talento, una pizca de visibilidad y una pizca de suerte. Poder estar en el momento adecuado en el lugar adecuado.
¿Qué opinas de las inteligencias artificiales de escritura como chat GPT?
Creo que esta es una pregunta muy interesante. Las inteligencias artificiales han llegado para quedarse y cuanto antes lo aceptemos y lo asumamos mejor. Sobre si nos van a quitar el trabajo a los escritores... pues lo mismo se dijo en su día de la imprenta, que le iba a quitar el trabajo a los escribas o a los copistas. Más que una cuestión de quitar el trabajo creo que es un tema de adaptarse para sobrevivir y no me refiero solo a escritores, sino también a muchas otras profesiones que se verán afectadas por las inteligencias artificiales en un futuro cercano, esto sin duda.
Me gustaría comentar algo que creo que mucha gente no es consciente. Somos la primera generación de la historia que no es capaz de predecir con garantías que es lo que va a pasar dentro de una o dos generaciones, porque el progreso no es aritmético sino que es geométrico
Esto es muy importante, significa que hace mil años una persona no podía esperar ningún cambio a lo largo de su vida, en cambio hace 100 años sí, los futuristas podían predecir dichos cambios y saber más o menos qué inventos iban a cambiar la sociedad, por ejemplo, un escritor excelente y que todo el mundo conoce es Julio Verne. Aparte de ser escritor era también un futurista y fue capaz de predecir inventos, cambios en la sociedad que su propia generación no podría experimentar, pero sí las generaciones futuras, o sea, nosotros. Ahora ni siquiera los futuristas que viven en la actualidad pueden predecir que pasará dentro de una o dos generaciones. Esto es lo que se conoce como singularidad tecnológica que está previsto que ocurra más o menos, pues a mitad de siglo en la década de los 40 probablemente. En ese momento las inteligencias artificiales, ordenadores, robots, etcétera serán capaces de mejorarse recursivamente a sí mismos y no podemos llegar a imaginar con garantías cómo será la vida dentro de 100 años, algo que hace 100 años sí que era posible. Podemos intentar adivinarlo, pero sería igual que intentar adivinar los números de la lotería.
¿Tienes algún referente literario?
Sí, hay un escritor que me inspiró para lanzarme a escribir: Iván Ledesma. Mi mujer me regaló una ocasión un libro suyo, 184. sin venir a cuento, no era mi cumpleaños, no era nuestro aniversario, nada, pero un día llegué del trabajo y me había comprado el libro. Lo leí, me gustó mucho, empecé a seguir al escritor por redes sociales y su cercanía y manera de interactuar con los lectores me hizo comprender que los escritores tampoco son seres especiales fuera de la comprensión humana, sino que son gente normal como tú y como yo y ¿por qué no podía hacer yo algo también? Me hacía ilusión. A parte de él, desde niño he leído mucha literatura fantástica, la primera novela que leí con menos de 10 años fue "La historia interminable" de Michael Ende, luego empecé a leer a Tolkien, Luis Cooper, David Eddings, Margaret Weis y Tracy Hickman, Stephen King también. Leo mucho, no solo en castellano, leo en inglés mucho y si hay libros que me gustan mucho en su versión original me gusta leer también la versión traducida al español para comparar ambas versiones. Esto es algo que he hecho con autores como Edwin Abbot, David Mitchell o Max Brooks. Una cosa que sí me he dado cuenta es que cada vez leo menos comercial. Casi siempre suelo escoger mis próximas lecturas antes de acabar la que tengo entre manos y no suelo fijarme en los escaparates de las librerías, me fijo mucho en reseñas que veo de otros autores, de otros lectores por internet, etcétera.
Cuando veo una gran editorial que empieza a hacer publicidad de un libro de manera a veces incluso algo intrusiva pues me suelo poner a la defensiva suelo leer mucho pero me gusta escoger mis propias lecturas no me gusta que nadie decida por mí.
SIETE ISLAS
Siete Islas es tu primer libro, ¿por qué decidiste escribirlo?
Decidí escribir Siete islas en parte como un desafío personal. Es algo que siempre me pregunté si sería capaz de hacer o no y también, no lo voy a negar, por hacer algo diferente que me permitiera salir de mi rutina diaria y quizás algún día en el futuro me permita poder vivir de la escritura de manera profesional.
¿Cuánto tiempo tardaste en escribirlo?
Tardé relativamente poco, fueron un poco más de cinco meses. Sí que es cierto que el proceso de planificar la historia viene de bastante más atrás. Empezó hace unos 10 o 12 años cuando escribí el primer borrador de la historia y los primeros cuatro capítulos. Fue algo que nunca compartí con nadie y al final dejé el proyecto aparcado. Años después, en 2020 cuando llegó la pandemia, me decidí a volverlo a intentar y en septiembre de 2020 usé a mi familia como lectores beta. Reescribir los primeros cuatro capítulos y compartirlo con ellos fue genial, les gustó bastante y sentían mucha curiosidad por saber cómo continuaba la historia y esto fue lo que me animó. Seguí escribiendo semana a semana la continuación de la novela hasta que estuvo finalizada a principios de febrero de 2021.
¿Cómo fue el proceso de búsqueda editorial?
Cuando finalicé el manuscrito en febrero de 2021 lo primero que hice fue registrar la propiedad intelectual y casi de manera inmediata lo presenté a un importante concurso literario: el premio Fernando Lara de editorial Planeta. Lo hice pensando en que el premio se fallaba habitualmente en mayo, pues eran solo tres meses después. Valía la pena jugar esa carta e intentarlo. Lo que pasa es que debido a la pandemia el fallo se retrasó hasta después del verano varios meses. Aemás las bases del concurso especificaban que durante cuatro meses después del fallo, la editorial tenía derecho de publicación preferente, por lo que a efectos prácticos el manuscrito de Siete Islas quedó bloqueado prácticamente un año. Pero bueno eso no impidió que empezara a buscar otras opciones porque sabía que el proceso de valoración de un manuscrito suele ser lento.
Hice una búsqueda muy exhaustiva de editoriales en España seleccione unas cuantas, las que pensé que podría encajar mi manuscrito y las fui contactando una a una, de manera individualizada.
Casi ninguna me contestó ni me dio acuse de recibo. Hubo un par que sí, aunque fue para decirme que en esos momentos el libro no encajaba con su línea editorial y hubo una que sí que me ofreció publicar por crowdfunding pero fue una propuesta que no me acabo de convencer
Y entonces cuando menos lo esperaba ocurrió lo que conté más arriba del stand de Aliar Ediciones.
¿Por qué las islas Canarias?
Hay varios motivos. E principal es que cuando empecé a desarrollar la historia de Siete islas en mi cabeza, iba con frecuencia de vacaciones a Canarias y me di cuenta de que las localizaciones encajaban a la perfección con la historia que yo quería explicar. Luego también hay otro motivo y es que el hecho de conocer personalmente todas las Islas me permitía darle un grado extra de verosimilitud a la histori. Me hacía más fácil explicar el viaje de descubrimiento de Mario, el protagonista. Como curiosidad puedo explicar que Mario, por ejemplo, visita cada isla en el libro en el mismo orden y la misma fecha en que yo lo hice y muchas de las anécdotas que le pasan, las cosas cotidianas, pues me han pasado también a mí: conversaciones con la gente local de allí, con los lugareños, cosas que presencia en sitios emblemáticos del archipiélago son cosas que he vivido yo en primera persona y eso me permitía narrarlos de una manera mucho más ágil.
Después también hay toda una serie de elementos fantásticos y misteriosos en la novela que son imprescindibles para el desarrollo de la trama. Estos son una invención, no es que a mí me hayan pasado esas cosas y bueno ya que hablamos de esto: me gustaría aprovechar pues para pedir disculpas anticipadas a cualquier canario que lea el libro y que por el motivo que sea crea que hay aspectos culturales o geográficos que no están bien representados.
Puedo asegurar que en todo momento he intentado ser lo más fiel posible, en base a mi experiencia personal. Aunque seguro que es una experiencia muy limitada en comparación con con la gente que vive allí.
Convence a los lectores, ¿por qué deberían leer tu libro? ¿Qué tiene de especial?
Creo que van a encontrar muchas sorpresas, porque el libro está ambientado en las Islas Canarias, pero solo en un 50%. Hay otras localizaciones y alguna de ellas creo que es bastante espectacular y no se revela hasta el clímax. Es un libro en el que hay misterio hay algo de fantasía y hay algo también de ciencia ficción. Los lectores van a encontrar una historia que empieza de manera reposada, que deja que el misterio crezca poco a poco, hasta que llega un momento, aproximadamente a mitad de la novela, en el que todo se empieza a acelerar y finalmente adquiere un ritmo frenético en el último tercio del libro.
Un aspecto que considero muy importante es que hasta el más mínimo detalle tiene un propósito, todo está ligado. No es un libro con un final abierto, sino que todo tiene su explicación, incluso los elementos de fantasía y ciencia ficción he intentado que queden bien explicados dentro de lo que son los elementos fantásticos. A los lectores no les va a quedar ninguna duda una vez terminado porque ocurre cada cosa en cada momento determinado.
¿A qué público está dirigido?
A un público adulto, pero debo añadir que he hablado con lectores que se han terminado el libro de todas las edades y de todos los géneros a los que les ha gustado, desde adolescentes, contactó conmigo una chica de 17 años a la que le había gustado, jubilados, hombres, mujeres, gente joven y también gente de mi generación que somos los que ahora nos vamos haciendo un poquito mayores.
¿Qué quieres transmitir con esta historia?
El libro tiene al menos cuatro lecturas diferentes, desde mi punto de vista, la primera ya lo he dicho en muchas otras ocasiones: es una historia de misterio que creo que engancha porque es un misterio que va en crescendo, va creciendo poco a poco con clifhangers casi al final de cada capítulo y va revelando las sorpresas en momentos clave de la historia.
Tiene una segunda lectura: es una historia ambientada en lugares a los que nos es fácil remitirnos, la gente que contacta conmigo después de terminar el libro me suele decir lo mismo casi siempre. Los que ya han estado en alguna de las Islas Canarias me suelen decir que les resulta muy fácil identificar los lugares que aparecen y en los que ellos han estado, eso les facilita la lectura, pero al mismo tiempo las personas que no han visitado las islas, les entran ganas de ir a visitarlas, de ir de vacaciones y de conocerlas.
Y esto me gusta porque pienso, mira si hay algún representante del gobierno canario que lee esta entrevista y quiere hacerme embajador cultural del archipiélago, yo encantado de la vida.
El libro creo que tiene una tercera lectura también, para mí la más importante y es que yo quería transmitir una misión y teoría personal sobre ciertos aspectos filosóficos y metafísicos que creo que nos preocupan a todos. Aprovechar el libro para escribir acerca de un tema que me gusta mucho, siempre que puedo leo sobre este tema y veo películas, etcétera. Evidentemente no puedo decir cuál es para no hacer spoiler. La última lectura, que a mí me sorprendió porque no fui consciente hasta que estuvo el manuscrito terminado, habla sobre la importancia de las motivaciones personales. Cómo nuestras motivaciones definen nuestras acciones, nuestras creencias, lo que amamos, lo que deseamos, es lo que nos empuja a actuar de una manera u otra a lo largo de nuestra vida.
¿Qué personaje es tu favorito y por qué?
Hay un personaje que me gusta mucho y no es precisamente el protagonista, sino el antagonista, por así decirlo, el malo de la novela. Un anciano que se llama Conrad. Al principio no sabemos casi nada, no sabemos sus motivaciones, ni sabemos qué es lo que busca exactamente. Sabemos que es una persona muy mayor que ya supera los 90 años y que está en el ocaso de su vida y es una persona un personaje que está completamente obsesionado por encontrar algo (no voy a decir el qué) y cree que Mario, el protagonista, le puede conducir hacia eso que está buscando. Esa obsesión ha sido la fuerza motriz durante gran parte de su vida y es lo que le permite seguir adelante, a pesar de su avanzada edad. Cuando pienso en él me viene a la mente Anthony Hopkins, físicamente si os queréis hacer una idea del protagonista.
De Mario al principio se saben muy pocas cosas, es algo hecho a propósito, a conciencia, y es para que el lector vaya descubriendo la historia al mismo tiempo que él.
¿Tienes en mente algún proyecto para 2023?
Sí, estoy trabajando en una nueva novelaa que está situada en el mismo universo ficticio de Siete Islas, pero no es una secuela, no es una continuación, tampoco es una precuela ni nada parecido, se puede leer de manera completamente independiente. Digo que está situada en el mismo universo ficticio porque el lector o lectora que ya haya leído Siete Islas va a reconocer algún personaje que tiene un cameo en este nuevo libro.
Esta nueva historia que estoy escribiendo es una novela más oscura, más visceral y así como Siete Islas empieza de una manera más relajada y reposada y va dejando que la tensión suba poco a poco, en este libro ya empieza con tensión desde el inicio.
Este libro empieza con una llamada telefónica y luego ya enseguida la acción se traslada los años 90 y sigue la historia de dos chicas adolescentes y de un niño que vive en una experiencia que marca sus vidas para siempre. Aunque al igual que en siete Islas va a haber algún giro de guión que espero que deje alguno algún lector con la boca abierta.
¿Dónde podemos comprar tu libro?
El libro se puede pedir y comprar en tapa blanda con solpas en cualquier librería nacional o directamente en la web de Aliar ediciones también se encuentra fácilmente en plataformas como por ejemplo Amazon.
El libro en digital todavía no está disponible, aunque ya está hablado con la editorial y en el momento en el que estoy dando esta entrevista ya está en preparación. Desconozco cuánto tiempo se requiere de maquetación para un libro digital, pero imagino y espero que a lo largo de las próximas semanas o meses, estará también disponible en digital.
Despedida: ante todo muchas gracias por haber aguantado mi rollo hasta aquí. Leed mucho, si es mi libro mejor, pero si por lo que sea mi libro nos llama la atención pues no pasa nada. Leer igualmente, leer otros libros que seguro que hay muchos ahí fuera que son para vosotros.
Una cosa sí que quiero decir, eso sí: cuando leáis un libro sea el que sea,si os gusta por favor dejad una reseña o comentario en Amazon, en redes sociales, a través de la editorial... Escribir al autor directamente lo que sea porque no os imagináis la tremenda fuerza que tiene esa pequeña acción para animar a otros lectores a leer ese libro y darle visibilidad al autor.
En redes sociales me puedes encontrar como @tinolives y si me leéis espero vuestros comentarios gracias por escucharme y al que se anime gracias por leerme.
(Imagen cortesía de National Novel Writing Month)
Ayer me enteré por medio de mi querida (también conocida como "La Genia"): Lorenn Tyr, (clic para ver sus trabajos)que había pululando por las redes una especie de reto "escritoril". Algo se estaba fraguando a mis espaldas ignorantes y me pregunté, no sin cierta acritud:
¿Cómo? ¿Y yo sin enterarme?
No puede ser verdad tal cosa. Por lo que pasé a la acción y me puse a la caza y captura de información. He aquí un breve resumen de la historia que me encontré.
El proyecto en cuestión se llama NaNoWrimo (National Novel Writing Month) (o en castellano para que me entendáis: Mes Nacional de la Escritura de Novela)
¿Y qué mes es ese? Preguntareis...
¡Pues este mismo! ¡Sí! Noviembre.
¡Santa madonna! Llevo cuatro días de retraso [OMG] Bueno, antes de echarme las manos a la cabeza, ponerme a correr en círculos por la habitación o darme cabezazos contra las paredes, dejadme explicaros en que consiste este reto, que además, según parece, no es la primera vez que se celebra y lo han inventado, como no, allá en Estados Unidos, aunque ya rueda por todo el mundo y participan personas de cualquier lugar que podáis imaginar.
Consiste en escribir una novela de unas 50.000 palabras (más o menos unas 175 páginas) ¡¡EN UN MES!! Y diréis ¿te has vuelto loca? No, mis queridos y queridas lectores y lectoras, loca ya venía de fábrica pero esto no lo he inventado yo, más que nada porque me parece una barbaridad.
Como decía en este post, me cuesta mucho terminar lo que empiezo, más bien por perfeccionismo que por otra causa, y pensar en escribir una novela en una mes hace que mi cerebro empiece a encogerse sobre sí mismo hasta implosionar.
¡Calma amigos y amigas! Porque este reto no consiste en ser un "Superwriter" sino que lo que cuenta es la cantidad y no la calidad. Así que escribe, escribe, escribe, escribe y VUELVE A ESCRIBIR(esto me lo digo a mí misma también). No importa el contenido, ni la ortografía, ni los signos de puntuación. Tú y yo sólo escribe.
Tira para adelante. La verdad es que es el invento más maravilloso que he encontrado (vale, no lo he encontrado yo, gracias Lorenn) desde hace tiempo.
Mi problema a la hora de escribir no es el folio en blanco ¡qué va! ya que se me ocurren muchas ideas para rellenarlo, el inconveniente viene cuando pretendo que a la primera todo quede PERFECTOe INMACULADO .
Eso sería estupendo, claro que sí, pero cualquier texto necesita revisiones, mil y una revisiones antes de llegar al bendito resultado final. (Mirad que bien me sé la teoría, solo será cuestión de ponerla en práctica)
Así que ha llegado el momento de poner a prueba a mis queridas conexiones neuronales que cuando quieren funcionan divinamente y cuando no, se ponen tozudas y no hay quien consiga hacerlas funcionar. No sé si conseguiré terminar este reto mental, pero al menos empezaré por intentarlo. Pues por algún lado hay que empezar, aunque aquí lo importante es acabar.
PLAZOS:
Desde ya, escribir 50.ooo palabras antes de las 23:59 del 30 de Noviembre.
¿DÓNDE?
Regístrate AQUÍ y podrás participar en foros donde otros escritores cuentan sus experiencias y como le va en la creación de sus novelas. Además podrás contar las palabras que vas consiguiendo escribir y te van otorgando insignias según avanzas. ¡Genial!
¿POR QUÉ?
Bueno, tal vez no logremos terminar este reto, pero al menos tendremos el borrador (o medio borrador) de una novela que después podremos seguir escribiendo y/o corrigiendo y además practicaremos la escritura sin más, que nunca viene mal.
Por si esto no es suficiente para ti, si consigues llegar a las 50.000 palabras desde NaNoWriMo te regalan una insignia (JO, que guay, a mi esto de los trofeos me motiva bastante) y un paquete de elementos gráficos para que puedas presumir en tus redes de que lo lograste. Y también algunas empresas hacen ofertas a aquellos que consiguen terminar, parece que cada año es diferente, así que habrá que estar atentos.
Si te ha gustado y quieres +INFO no te olvides de visitar la página:
www.nanowrimo.org (está en inglés pero nada que no pueda solucionar el querido traductor)