Escribir a pesar de todo, pese a la desesperación... MARGUERITE DURAS

• Escribir para divertirse, jugar con las palabras.
• Para ser eterno
• Para comprenderse a uno mismo
• Para corregir la vida de uno
• Para completar o inventar mundos que deseábamos tener y no tuvimos. 
• Para comunicarnos. En este sentido, se implica al lector. 
• Para resolver conflictos. Escribir es una actividad semejante a soñar. Contaba Freud, cuando investigaba el mundo de los sueños, que había una vez un pueblo en el que todos los hombres estaban enamorados de la misma mujer. Hasta que un día, uno de ellos, un hombrecillo diminuto amaneció diciendo que se sentía liberado de esa obsesión. Al indagar sus vecinos cómo lo había conseguido, les contó que esa noche había soñado que la mujer lo amaba. Así fue como el hombrecillo resolvió el conflicto. Idénticos resultados se pueden conseguir escribiendo.