Día a día (o semana a semana) de un escritora. Imaginar no es sencillo, crear es aún más difícil, pero no hacerlo es imposible.
Escribir es un acto solitario, pero no estamos solos. Avanzamos junto a las vidas que creamos. Somos como Frankenstein, damos vida y la arrebatamos. ¡Creadores nos llaman!