Hoy terminé de escribir el capítulo siete y ya dejé preparado (más o menos) lo que espero del ocho, falta desarrollar, claro. Algunos personajes toman caminos distintos e inesperados 👀 Qué genial es la escritura y la imaginación.
Faltan solo dos días para que termine este reto de escritura que me puse con la condición de escribir un poco cada día. Lo he conseguido a medias, pues hubo momentos en los que no encontré el ánimo o el tiempo para sentarme a la tarea. Pero lo mejor es que a partir del tercer día ya estaba conectada con la historia, cuando creía realmente que no podría continuar adelante.
—¿Sabela? ¿Qué nombre es ese?
—No sé, solo un nombre, ¿y tú quién eres?
—¿Yo?
—Sí, no puedo verte.
—Oh, nadie puede.
—¿Por qué?
—Porque soy la oscuridad.
Me divierto tanto escribiendo fantasías 😃 que no me importa si al final la novela se publica o queda guardada en el cajón de los olvidados (esperemos que no) Porque lo que de verdad me da la vida es terminar, poner un final y repasar todos esos grandes momentos que paso mientras escribo.
Progreso diario 2083/1200 palabras Progreso total 32851/70.000palabras
Frase de Writeometer Mi psicoanalista es mi máquina de escribir —Ernest Gemingway
Ya voy tomando el ritmo de escritura idóneo, ese que me hace no dejar de pensar en la historia durante el día. Entonces las sesiones de escritura no se limitan solo al momento de escritura, sino que al seguir pensando se me van ocurriendo nuevas ideas o complementos a lo que ya escribí. Corro con miedo a que se me olvide, y lo anoto o lo agrego directamente en el documento.
Hoy es el día cinco de escritura y ya fluyo bastante mejor que cuando comencé el día 1. Decidí hacer dos sesiones de escritura diferenciadas, en vez de cincuenta minutos - descanso - cincuenta minutos. Así que tocó turno de mañana y de tarde. Puedo mantener la concentración al menos durante treinta minutos seguidos, y las manos no van tan rápido como mi cerebro para escribir (eso no me gusta 😅) Escribí más palabras de lo que tenía previsto para el día de hoy y me gustaría seguir escribiendo, es la verdad. Solo que la vida se compone de otras tareas también.
Repaso de cómo va la novela. Perspectivas - 80.000 palabras Escritas por el momento - 18.578
Días restantes para finalizar reto de 21 días: 16 Días restantes para finalizar escritura del primer borrador: 55 Según Writeometer, a este ritmo solo necesito 1.097 palabras diarias para terminar a tiempo (el 31 de marzo)
¿Recordáis aquel programa de Samanta Villar 21 días…? Dicen que es el número de días necesario para que una tarea se convierta en un hábito, si consigues hacer algo durante ese tiempo después podrás seguir sin problema.
Esta idea me surgió para hacerla en formato vídeo para mi canal de YouTube, pero como me propuse escribir más durante este año no tenía demasiado sentido compartirlo de ese modo. Además, hacerlo en video requiere no solo prepararse para escribir, sino disponer la cámara, el micrófono, comprobar los ángulos de grabación... Y después editar todo el material que saldría de 21 días 🤯 👩🏻🦳
Por tanto, decidí que lo escribiría. Escribirlo me ayuda a seguir escribiendo 🤣 Y entre escrito y escrito, nace una novela.
Antecedentes: empecé a escribir esta historia a principios del año 2023, pero por el camino me ocurrieron varias cosas🫂entre ellas, que escribí, edité, corregí, maqueté y publiqué otra novela, Ciudad Gris, un thriller de misterio, que no tiene nada que ver. ¿Por qué hice eso si estaba con esta historia? Lo expliqué por varios sitios, dejo enlaces por si os interesa.
Es importante pues, saber que no estoy empezando desde cero, que antes de ponerme con la escritura he hecho una escaleta (bastante trabajada para lo que yo soy normalmente) he construido una estructura y más o menos tengo claro todo lo que sucederá en la historia. Considero que antes de empezar la escritura de la novela en sí, es necesario pasar por esas fases de búsqueda de ideas 💡, creación de personajes, mundos y tramas secundarias, elección de narrador, tono, género, etc...
Por eso estos 21 días serán de escritura "bruta" en el primer borrador de la historia. Tengo escrita la introducción (por terminar o perfilar), el capítulo uno y el capítulo dos. El marcador de palabras no está a cero, hay ya unas 10.000 palabras.
Suelo hacer mis avances en palabras, otros escritores lo hacen en tiempo dedicado o en páginas. No hay una manera única de escribir un libro, esta es la mía. Me pongo metas que me permitan llegar al número de palabras que quiero que tenga la novela. Este aspecto lo trabajé al inicio, cuando decidí la extensión (aproximada) de la historia, el número de capítulos, el narrador y el punto de vista. Mientras preparaba la escaleta, ese momento estupendo de búsqueda de ideas, la premisa inicial fue cambiando poco a poco convirtiéndose en algo más grande de lo planeado 😁 (como no, gracias a mi imaginación desbordante, a menudo tan difícil de controlar)
Para este nuevo reto de escribiendo lo máximo posible en 21 días, me he descargado la app Writeometer, una aplicación para escritores que puede motivar. Sirve para delimitar un tiempo de escritura, sumar palabras, programar alarmas y obtener recompensas. (No está disponible para descargar en la Play Store, pero puede buscarse y encontrarse igualmente)
Para escribir no sigo una rutina concreta, me basta con silencio (o música de concentración) un café y el ordenador. La libreta a un ladito por si hace falta anotar y ¡a escribir! En el primer borrador lo más importante es conseguir sacar la historia como sea, sin grandes florituras ni pretensiones, eso llegará después con el segundo borrador, el tercero, el cuarto, la edición… Cosas para la Mónica del futuro.
Tampoco tengo un horario, porque un día podré a una hora y otro a otra, me vale con poder reunir la concentración necesaria y resistir esos 50 minutos (descanso 10) y otros 50. Eso sería lo ideal, pero no siempre es posible. A veces me pongo de fondo a otras personas que están escribiendo o haciendo alguna tarea y lo transmiten, vía Twitch o YouTube, si me coincide.
➡️En Twitch, Sheila G. Frutos de lunes a viernes de 16:00 a 18:00h
➡️En Twitch Nia Area de lunes a viernes de 17:00 a 19:00h
Ahora sí, vamos allá con la escritura. Es jueves, día 1 de febrero. Comenzamos.
Queridos y queridas lectores asiduos. Enero ya casi termina (increíble) y aquí seguimos, organizando y escribiendo para cumplir ese gran propósito de 2024: escribir más que comentaba en mi particular cápsula del tiempo: propósitos y despropósitos. La escritura de la nueva novela (no tan nueva en realidad) está un poco en pausa. El objetivo es terminar el primer borrador entre los meses de febrero y marzo.
Esta novela de fantasía juvenil llevará por título "El tesoro de las gárgolas"aunque en realidad está pensada para traducir al gallego y enviarla a una editorial de mi tierra querida. Os contaré más en cuanto pueda.
Empecé a desarrollar la idea hace justo un año, en enero de 2023, en el mismo momento que terminaba la edición de La ventana de Nora y comenzaba su periplo editorial. Pero después otra idea ocupó su lugar 👀 y la abandoné a su suerte.
He consultado algunas antologías que tienen la convocatoria abierta como la de Orgullo Zombi con plazo para enviar relatos (también ilustraciones o poesía) hasta el 29 de febrero (no sé si me dará tiempo, pero intentaré algo si me llega la inspiración)
También quiero terminar y maquetar un pequeño libro muy especial (sin ninguna pretensión) con frases, pensamientos e historias que he ido publicando o escribiendo durante muchos años. Será algo muy personal más para mí que otra cosa. Habrá relatos de mis queridos y queridas Monikantes. Su título será "Seré breve"
Estoy haciendo unas ilustraciones 🫤 He conseguido «dominar» la tablet y el Photoshop. A mi manera, claro. Por lo que todo el proceso me llevará más tiempo. Tal vez con la llegada de la primavera asome también este librito.
Para mediados del año me gustaría continuar unos relatos que dejé a medias para unas antologías propias: Dosis de terror y Dosis de ciencia ficción. Esas ideas peregrinas que no dan para convertirse en novela, pero que de todos modos esperan ser escritas. Escribir relatos no es tan sencillo como pudiera parecer, pero ayuda a soltarse en la escritura y a hurgar en la imaginación.
A todo esto, no sé qué ocurrirá con La ventana de Nora, ya que hasta abril aproximadamente no será su turno de lectura en el informe de Santi Baró 👀 Seguiremos informando.
Hace tiempo que sigo a Manu Franco en las redes sociales, bien activo en Youtube, Twitch, Twitter, organizando Kmleon Books, escritor... En fin, un máquina. ¿Qué por qué os escribo de Manu Franco hoy? Veréis, es de recibo darle crédito a los creadores, en el ámbito que sea y él es un gran creador y comunicador. Vi un día en su canal de YouTube El Domingo Libro (recién bautizado) cómo se preguntaba y respondía a sí mismo en una suerte de repaso anual. El día 12 del 12 a las 12 graba unas preguntas para el Manu del Futuro, no solo a nivel literario, también más generales. El Manu del futuro ha de responderlas. Aquí os lo cuenta mejor:
La idea de cápsula del tiempo siempre me ha fascinado, dejar algo guardado y recuperarlo con el paso de los años. En el caso de Manu se deja unas preguntas, en mi caso me dejaré una serie de propósitos que quiero cumplir para ver si al final del año que viene, Mónica del Futuro ha sido capaz de llevarlos a buen término. Me refiero a propósitos literarios, ya que lo personal es personal y eso irá al diario íntimo, el de verdad, el que se escribe de puño y letra✍🏻
Iba a hacerlo en formato vídeo, pero en el último momento decidí dejarlo por escrito. ¿Por qué? Te preguntarás. O no, a lo mejor no te preguntas nada. Verás, grabar y editar vídeos me encanta, pero en comparación a escribir una entrada o hacer un post, me lleva muchísimo tiempo, tiempo que quiero dedicar efectivamente a escribir. ¿Y qué hago al crear una entrada? Pues escribo y es lo que quiero, al menos de momento.
Querida Mónika del futuro aquí te dejo un listado de propósitos y preguntas. No te agobies, ni pienses ya en ponerte a hacerlos con la llegada de enero (un mes siempre muy fructífero, después va en declive constante)
El propósito principal es escribir. Escribir en todas sus formas y maneras. Esto quiere decir también aventurarse de cuando en cuando a escribir un relato para una antología, un artículo para una revista literaria y cosas así, además de entradas para la web. ¿Cuánto escribiste?
Escribir, editar y traducir al gallego la novela de fantasía juvenil que comenzaste en el año 2023 precisamente: "El tesoro de las gárgolas" (Ánimo) ¿Lo conseguiste?
¿Qué paso con la novela que escribiste en 2021-2022?
¿Empezaste algún proyecto nuevo, ya sea en solitario o en conjunto?
¿Publicaste las antologías pendientes? (Seré breve, Dosis de Terror, Dosis de Ficción...)
¿Por qué se considera que un escritor brújula anda errático por el mundo si se supone que tiene (o es en sí mismo) ese instrumento de orientación? ¿Qué son los escritores brújula? ¿Y los mapa? ¿De dónde sale esa denominación? Esta y otras preguntas con sus correspondientes respuestas (espero) tendrán lugar en esta entrada que se promete infinita. Seguramente la acompañaré de un vídeo disertación, no se sabe cuándo.
Empecemos.
Antaño, cuando me ponía a escribir solo necesitaba una libreta con alguna hoja disponible y un bolígrafo (bic, por favor) El resto consistía en escribir la historia. Sin nada más, tal vez un título (crearlos es mi especialidad) No fue hasta mucho después, cuando se puso de moda etiquetar todo y a todo, que descubrí que soy (o era) una ¡escritora brújula! ¿Y qué es eso?
El contexto...
La dicotomía escritor brújula-escritor mapa nació, según cuentan, de unas palabras vertidas por el escritor Javier Marias en 2004, quien se definía a sí mismo como escritor brújula:
«Al escribir me aplico el mismo principio que rige la vida —aclaró—. Yo escribo en la página cinco sin saber si en la 200 me convendrá, y no cambio nada». «Procuro que lo que inicialmente no tenía sentido, acabe teniéndolo», explicó el autor, que aseguró, además, que escribe con «brújula» y no con «mapa», es decir, sin saber cómo terminará el relato. «Si tuviera la historia completa en mi cabeza, probablemente no la escribiría», dijo. Y concluyó que esto es así porque «el primero al que el novelista cuenta su historia es a sí mismo».
"No quiere decir que lo haga a ciegas, sino tal vez solo a tientas..." decía Javier. Así pues, el escritor brújula es aquel que descubre la historia según la va escribiendo, apenas sabe nada de lo que va a escribir, quizás un boceto de la premisa, algo muy general. Trazan un camino y lo siguen, siempre hacia el norte (¿de ahí lo de brújula?) Se rumorea que el escritor brújula solo puede imaginar mientras está escribiendo, no antes🤔 y que en la parte de edición lo va a pasar fatal porque se encontrará ante miles de incongruencias en la trama.
El escritor mapa es todo lo contrario. La palabra clave es: planificar. Claro que, hay muchas y variadas formas de hacerlo por lo que un escritor puede sentirse confuso si lo denominan bajo esta etiqueta. ¿El mapa supone tener cientos y cientos de páginas escritas antes de ponerse con el acto de escritura en sí? Bueno, depende mucho de la historia que se quiera escribir. Se dice de los mapa que sus estructuras son rígidas, los personajes no son naturales y la trama es predecible.
Estas denominaciones, para mi gusto extremadamente generalistas, no dan cuenta de la realidad de todos los escritores y escritoras existentes en el mundo (el relativismo que me persigue siempre) Sería imposible categorizar de manera fiel las múltiples maneras de enfrentarse a un proceso creativo.
Hay escritores orgullosos de ser lo uno o lo otro, hay quien rehúsa cualquier categoría y la mayoría se considera híbrido.
La cosa no queda ahí, no solo hay escritores mapa-brújula, eso es muy reduccionista, ¡y general! como dije antes. Existen otros términos:
Antena: se mueven por instinto, siguen solo a su intuición. A lo mejor ni siquiera trazan un camino como los brújula. Captan señales, como las antenas, y escriben.
Arquitecto o ingeniero: George R. R. Martin considera que hay dos tipos de escritores: jardineros y arquitectos. Estos últimos serían la versión refinada del escritor mapa o solo son lo mismo dicho de otro modo. Planean todo al detalle, como un arquitecto elabora el plano de una construcción.
Jardinero: El querido George dice que el jardinero sabe más o menos qué semilla está plantando (¿cómo es eso?) pero no saben cuántas ramas va a tener, si va a necesitar que la poden... ¿Otra versión del brújula?
Pantser: este término un poco extraño y de traducción igualmente extravagante, viene de pants, pantalones en inglés y significa algo así como sentarse y ponerse a hacer algo. (Writting by the seats of your pants) Dejar volar la imaginación, improvisar. (En español se define como escritura de flujo consciente 😅)
Se dice que estos términos ingleses nacieron en el Mes de la Escritura de Novelas más famoso: El NanoWrimo.
Plotter: un trazador, el que planifica su novela antes de escribirla. Valoran saber qué va a pasar en su historia antes de escribirla en sí.
Plantser: un híbrido entre plotter y pantser. Que planifica, pero cuando está escribiendo tal vez se vuelve un poco rebelde y no sigue el camino trazado, haciendo que su planificación se tambalee.
Descubridor: el más famoso es Stephen King. Para mí es lo mismo que ser brújula, se va descubriendo la historia según se escribe, sin hacer anotaciones previas ni fichas de personajes (¿ninguna anotación, tito King?)
Paisajista: según Ana González Duque el paisajista sería la mezcla entre mapa y brújula, planifican, pero no al extremo y también tienen tiempo de descubrir nuevas tramas mientras escriben.
GPS:hay quien dice que el GPS vendría a completar a un brújula perdido o a un mapa demasiado obcecado, mostrando rutas alternativas por donde llevar a la historia. Yo lo veo un poco distinto, el GPS te marca una ruta, pero eso no siempre te llevará al destino correcto 😅 Así que puede que hayas planificado como el que más y aun así la coherencia brille por su ausencia, o puede que creas que tu imaginación como brújula no tiene límites y que la historia sea una más del montón.
En fin, no voy a enumerar las ventajas e inconvenientes de ser una cosa o la otra, porque mi intención es justamente la contraria. Romper con las etiquetas. Derribarlas. Dejarlas atrás. No creo que para escribir nadie necesite meterse en una categoría de las anteriores. Pienso que todos debemos buscar el método que mejor nos funcione de acuerdo a lo que estemos escribiendo en cada momento. Utilizar una técnica o ser brújula o mapa no hace que alguien sea mejor o peor escritor. La receta mágica para escribir un gran libro no existe, porque primero, ¿qué es un gran libro? ¿o una gran historia? Estoy convencida de que para cada escritor o escritora su historia es la mejor, y eso no significa que lo sea, tampoco significa lo contrario.
Brújula, mapa, gps, plotter, pantser... ¡No importa! Lo que la historia pida se le dará, de acuerdo al tiempo disponible y lo que queramos trabajar en ella. Los milagros creativos no existen y lo que le funciona a Brandon Sanderson no le funcionará a cualquier escritor, ni viceversa.