Estaba ya por tirar la toalla y dejar de escribir aquí las impresiones tras la escritura del día, ya que también lo estoy haciendo en formato short y para qué tanta historia. Pero, como dije en varios sitios así queda registrado. Así como ayer fue un día estupendo de escritura, hoy no lo fue tanto. Tal vez tenga que ver con cierto dolor dental y de cabeza, cosas de la ortodoncia.
Concentrarse así es más difícil. Y a eso le añado empezar capítulo, creo que es de lo que menos me gusta cuando escribo. Aparece la hoja en blanco, los personajes dispuestos en la línea de salida, ¿y ahora qué? Por lo menos conseguí arrancar el capítulo, aunque no muy convencida.
No sé por qué en esta novela todos los personajes me parecen tan anodinos 👀 Tendré que repasarlo bien en la edición.
Además, ya estaba un tanto cansada de estar en el ordenador, porque me tocó revisar la maquetación de cierta antología que sale muy pronto😀 Las circunstancias del día a día influyen y mucho a la hora de ponerse a escribir, porque siempre es necesario reunir esa concentración (y las ganas) para que el texto surja y no parezca una 💩 Porque la sensación de que tu cerebro te repita que es horroroso, no es nada agradable, desde luego. Confío que con los retoques de la edición tenga solución.
Hoy me he divertido mucho escribiendo y he sentido que fluía demasiado bien, no en versión "no me llegan los dedos para aporrear todo lo que me pasa por la mente" como ayer, pero sí con un ánimo alegre y concentrado para terminar el capítulo. Así me lo propuse y lo logré en una hora y cuarto de escritura (seguida) Voy tomando el camino de aquellos tiempos de verano donde comencé con la rutina de escribir todos los días. Entonces (y ahora también) cuanto más escribía más ganas tenía de ponerme a ello al día siguiente.
No veía el momento de que llegase el turno de la escritura después de los quehaceres diarios. Hace pocos días sufría un gran bloqueo por la falta de rutina y ahora ahí estoy tecleando como si nada hubiese ocurrido. Sé que vendrá un momento en el que también me canse de escribir y piense: vaya tortura. Es inevitable. Pero cuanto más escriba más cerca estará la meta: finalizar, eso que a veces vemos tan lejano.
Aquí era un concepto un poco relativo en la nueva realidad del claustro barroco. Andrea y Roi habían activado sin querer un espacio distinto dentro del mundo humano. El espacio en donde habitaban las sombras y otros seres grises que no tenían muy buena fama.
En ocasiones tampoco tengo ganas de venir aquí a seguir escribiendo, pero contar cómo me he sentido durante la sesión y dejarlo registrado me parece muy conveniente de cara a futuros bloqueos o tal vez como modo de terapia. Así es la vida del escritor.
Ir viendo cómo transcurren los días, pero sobre todo ver los avances me pone muy contenta 😀Todavía falta mucho para ver el manuscrito terminado, hay que concentrarse en avanzar y no mirar atrás.
Progreso del día 2.225/1.120 palabras
Progreso total 20.803/75.000 palabras
Estos datos están sacados de la aplicación Writeometer en base a los tiempos que me he marcado. Días restantes 54 (aunque el reto dure solo 21 días, seguiré escribiendo hasta finales de marzo)
Ya voy tomando el ritmo de escritura idóneo, ese que me hace no dejar de pensar en la historia durante el día. Entonces las sesiones de escritura no se limitan solo al momento de escritura, sino que al seguir pensando se me van ocurriendo nuevas ideas o complementos a lo que ya escribí. Corro con miedo a que se me olvide, y lo anoto o lo agrego directamente en el documento.
Hoy es el día cinco de escritura y ya fluyo bastante mejor que cuando comencé el día 1. Decidí hacer dos sesiones de escritura diferenciadas, en vez de cincuenta minutos - descanso - cincuenta minutos. Así que tocó turno de mañana y de tarde. Puedo mantener la concentración al menos durante treinta minutos seguidos, y las manos no van tan rápido como mi cerebro para escribir (eso no me gusta 😅) Escribí más palabras de lo que tenía previsto para el día de hoy y me gustaría seguir escribiendo, es la verdad. Solo que la vida se compone de otras tareas también.
Repaso de cómo va la novela. Perspectivas - 80.000 palabras Escritas por el momento - 18.578
Días restantes para finalizar reto de 21 días: 16 Días restantes para finalizar escritura del primer borrador: 55 Según Writeometer, a este ritmo solo necesito 1.097 palabras diarias para terminar a tiempo (el 31 de marzo)
Día 4 de 21 días escribiendo una novela. En formato SHORT
Hoy es domingo, el sol brilla en lo alto, pero es hora de escribir. Un buen café siempre ayuda a despertar el cerebro y los dedos para que tecleen con firmeza. Aunque me puse a escribir después de comer un buen arroz con albóndigas (que siempre entra un poco de modorra) el café me ayudó a concentrarme con rapidez. Aún no había puesto ni la música en los auriculares y ya estaba tecleando.
Siento que ya puedo escribir con más rapidez que unos días atrás. Bueno, es que unos días atrás ni siquiera era capaz de escribir nada. Eso me hace feliz y me anima para seguir con la escritura. ¿Será que por fin logré escapar de mi bloqueo escritor? He escrito durante una hora apenas sin descanso. Tampoco muchas palabras, pero suficientes.
Mi propósito para este día 4 era terminar el capítulo tres y lo he conseguido. Parece que cada vez me cuesta menos escribir sin fijarme demasiado en si la frase es correcta o no, esa manera loca de que la historia vaya saliendo. La magia del primer borrador, dicen.
Me encantan esos momentos de epifanía en donde todo lo demás desaparece y solo está el teclado, el documento y una mente imaginando. Los personajes se mueven por los escenarios, cobran vida.
Sí, no siempre se puede escribir cuando se quiere. Porque no es solo disponer del tiempo y el espacio necesario para hacerlo, es también encontrar la inspiración y las ganas, sobre todo. A veces estamos cansados por la vida mundana y no es tan sencillo.
Por ello tampoco debemos castigarnos si un día no podemos o no queremos escribir.
Ayer tomé unas anotaciones y hoy conseguí avanzar con el capítulo 3 más o menos hasta la mitad. Me queda también anotado lo que tengo que seguir escribiendo, eso me ayuda mucho porque mientras no escribo sigo pensando en la historia y cómo enfrentar lo que viene 😍 O también me ayuda ante la hoja en blanco en esos primeros minutos de escritura que son críticos. O escribes o lo dejas.
Cuando no puedo escribir un día (o no quiero o no tengo ganas suficientes) lo que hago es escribir más al día siguiente si es posible. O al menos hacer algún apunte importante sobre la historia.
Lo he pensado mucho. Escribir no solo es el acto de ponerse a escribir en sí, es muchas más cosas. Como esos momentos inesperados en los que me encuentro pensando en la historia sin querer (casi siempre cuando friego los platos 😅) Tengo que ir enseguida a anotar lo que me viene a la mente para no olvidarme. Así es, la mayoría de las historias que he escrito han fluido gracias a esos "clics" que suceden a veces. Y esos "clics" no aparecen cuando uno quiere. Piensas y piensas en la historia y quizás no sale nada. De repente todo encaja. Es místico.
Tal vez los diálogos que acabo de escribir no sean lo más elaborado del mundo, lo reconozco. Pero no importa, estoy en la fase del primer borrador: escupe la historia. Es todo.
¿Recordáis aquel programa de Samanta Villar 21 días…? Dicen que es el número de días necesario para que una tarea se convierta en un hábito, si consigues hacer algo durante ese tiempo después podrás seguir sin problema.
Esta idea me surgió para hacerla en formato vídeo para mi canal de YouTube, pero como me propuse escribir más durante este año no tenía demasiado sentido compartirlo de ese modo. Además, hacerlo en video requiere no solo prepararse para escribir, sino disponer la cámara, el micrófono, comprobar los ángulos de grabación... Y después editar todo el material que saldría de 21 días 🤯 👩🏻🦳
Por tanto, decidí que lo escribiría. Escribirlo me ayuda a seguir escribiendo 🤣 Y entre escrito y escrito, nace una novela.
Antecedentes: empecé a escribir esta historia a principios del año 2023, pero por el camino me ocurrieron varias cosas🫂entre ellas, que escribí, edité, corregí, maqueté y publiqué otra novela, Ciudad Gris, un thriller de misterio, que no tiene nada que ver. ¿Por qué hice eso si estaba con esta historia? Lo expliqué por varios sitios, dejo enlaces por si os interesa.
Es importante pues, saber que no estoy empezando desde cero, que antes de ponerme con la escritura he hecho una escaleta (bastante trabajada para lo que yo soy normalmente) he construido una estructura y más o menos tengo claro todo lo que sucederá en la historia. Considero que antes de empezar la escritura de la novela en sí, es necesario pasar por esas fases de búsqueda de ideas 💡, creación de personajes, mundos y tramas secundarias, elección de narrador, tono, género, etc...
Por eso estos 21 días serán de escritura "bruta" en el primer borrador de la historia. Tengo escrita la introducción (por terminar o perfilar), el capítulo uno y el capítulo dos. El marcador de palabras no está a cero, hay ya unas 10.000 palabras.
Suelo hacer mis avances en palabras, otros escritores lo hacen en tiempo dedicado o en páginas. No hay una manera única de escribir un libro, esta es la mía. Me pongo metas que me permitan llegar al número de palabras que quiero que tenga la novela. Este aspecto lo trabajé al inicio, cuando decidí la extensión (aproximada) de la historia, el número de capítulos, el narrador y el punto de vista. Mientras preparaba la escaleta, ese momento estupendo de búsqueda de ideas, la premisa inicial fue cambiando poco a poco convirtiéndose en algo más grande de lo planeado 😁 (como no, gracias a mi imaginación desbordante, a menudo tan difícil de controlar)
Para este nuevo reto de escribiendo lo máximo posible en 21 días, me he descargado la app Writeometer, una aplicación para escritores que puede motivar. Sirve para delimitar un tiempo de escritura, sumar palabras, programar alarmas y obtener recompensas. (No está disponible para descargar en la Play Store, pero puede buscarse y encontrarse igualmente)
Para escribir no sigo una rutina concreta, me basta con silencio (o música de concentración) un café y el ordenador. La libreta a un ladito por si hace falta anotar y ¡a escribir! En el primer borrador lo más importante es conseguir sacar la historia como sea, sin grandes florituras ni pretensiones, eso llegará después con el segundo borrador, el tercero, el cuarto, la edición… Cosas para la Mónica del futuro.
Tampoco tengo un horario, porque un día podré a una hora y otro a otra, me vale con poder reunir la concentración necesaria y resistir esos 50 minutos (descanso 10) y otros 50. Eso sería lo ideal, pero no siempre es posible. A veces me pongo de fondo a otras personas que están escribiendo o haciendo alguna tarea y lo transmiten, vía Twitch o YouTube, si me coincide.
➡️En Twitch, Sheila G. Frutos de lunes a viernes de 16:00 a 18:00h
➡️En Twitch Nia Area de lunes a viernes de 17:00 a 19:00h
Ahora sí, vamos allá con la escritura. Es jueves, día 1 de febrero. Comenzamos.
Queridos y queridas lectores asiduos. Enero ya casi termina (increíble) y aquí seguimos, organizando y escribiendo para cumplir ese gran propósito de 2024: escribir más que comentaba en mi particular cápsula del tiempo: propósitos y despropósitos. La escritura de la nueva novela (no tan nueva en realidad) está un poco en pausa. El objetivo es terminar el primer borrador entre los meses de febrero y marzo.
Esta novela de fantasía juvenil llevará por título "El tesoro de las gárgolas"aunque en realidad está pensada para traducir al gallego y enviarla a una editorial de mi tierra querida. Os contaré más en cuanto pueda.
Empecé a desarrollar la idea hace justo un año, en enero de 2023, en el mismo momento que terminaba la edición de La ventana de Nora y comenzaba su periplo editorial. Pero después otra idea ocupó su lugar 👀 y la abandoné a su suerte.
He consultado algunas antologías que tienen la convocatoria abierta como la de Orgullo Zombi con plazo para enviar relatos (también ilustraciones o poesía) hasta el 29 de febrero (no sé si me dará tiempo, pero intentaré algo si me llega la inspiración)
También quiero terminar y maquetar un pequeño libro muy especial (sin ninguna pretensión) con frases, pensamientos e historias que he ido publicando o escribiendo durante muchos años. Será algo muy personal más para mí que otra cosa. Habrá relatos de mis queridos y queridas Monikantes. Su título será "Seré breve"
Estoy haciendo unas ilustraciones 🫤 He conseguido «dominar» la tablet y el Photoshop. A mi manera, claro. Por lo que todo el proceso me llevará más tiempo. Tal vez con la llegada de la primavera asome también este librito.
Para mediados del año me gustaría continuar unos relatos que dejé a medias para unas antologías propias: Dosis de terror y Dosis de ciencia ficción. Esas ideas peregrinas que no dan para convertirse en novela, pero que de todos modos esperan ser escritas. Escribir relatos no es tan sencillo como pudiera parecer, pero ayuda a soltarse en la escritura y a hurgar en la imaginación.
A todo esto, no sé qué ocurrirá con La ventana de Nora, ya que hasta abril aproximadamente no será su turno de lectura en el informe de Santi Baró 👀 Seguiremos informando.
En muchas páginas web se pueden encontrar distintos consejos para superar un bloqueo creativo, para salir de él o simplemente para conocerlo antes de que llegue. No es la primera vez que me encuentro inmersa en uno, pero sí la primera vez que voy a compartirlo. Escribir esto me sirve de ayuda frente a mi propio bloqueo, un bloqueo de escritura que al mismo tiempo no lo es, porque, sino ¿cómo podría escribir esta entrada? Intentando poner en orden los pensamientos y con este análisis, he decidido dejarlo por aquí también por si a alguien le sirve de utilidad en algún momento.
A menudo leo en esas páginas de consejos que el bloqueo se da solo cuando te quedas sin ideas, la temida hoja en blanco, ya no tienes nada sobre lo que escribir, el río creativo se ha secado y solo quedan los lamentos. Sin embargo, creo que esa idea es un poco desacertada en ocasiones. Se dará en muchas casos, que duda cabe, pero también estoy segura de que algunos bloqueos no suceden por este motivo. Los escritores y escritoras tienen miles de ideas por desarrollar guardadas en carpetas, pendrives y en la nube. No es la falta de ideas. ¿Entonces qué es?
Un bloqueo del escritor ocurre cuando no puedes escribir o ni siquiera lo intentas, por el propio hecho de tener que enfrentarte a ello. ¿Miedo? ¿Perfeccionismo? Veámoslo en detalle.
Lo mío es un tanto peculiar, ya que no es que me haya quedado sin ideas (precisamente creo que es algo que me sobra), que la imaginación de pronto me haya abandonado (quizás esto sí) o que ya no sepa escribir. Es más bien una sensación agobiante en el propio momento de enfrentarme a la escritura. ¿Enfrentarme? Dicho así, parece una tortura. El problema principal es que no logro entrar en la historia que quiero escribir (de la que ya tengo una escaleta previa). Al no poder estar dentro, no imagino a los personajes moviéndose, simplemente no están ahí.
Bastante difícil de expresar con palabras. Es un sentimiento profundo, inexplicable.
Es como querer contar algo y no tener ese recuerdo en la mente, no puedes contarlo. Muchos escritores no necesitan ver nada en particular para escribir, solo escriben lo que tenían pensado para ese capítulo en particular: fulanito de tal va a pescar y se encuentra con una caña que no es la suya y resulta que alguien le ha robado la caña. Qué sé yo. Escriben, sin más. Perder esa capacidad de vivir la escena en la mente me produce otras consecuencias, entre las más destacadas:
- Cada frase que escribo es una basura.
- La historia es aburrida.
- No me gusta lo que estoy escribiendo.
Tengo que recordarme que estoy ante el primer borrador, no tiene que ser perfecto, tan solo debe hacer que la historia pase desde la mente al papel mediante el teclado. Solo escribe. Tampoco es difícil, ¿a qué no? Pues sí.
El segundo problema para mí es la falta de concentración y de una rutina de escritura. Si mientras intento escribir (además de lo mencionado) estoy pensando en otras cosas es lógico que me cueste más. Añádele que no tengo un horario determinado para ponerme con la tecla. 💣 Explosión cerebral.
Enfrentar estos detalles me ha llevado casi un mes de análisis e investigación de por qué me estaba ocurriendo esto y al fin creo que he hallado una solución. Además de las cuestiones citadas (querer escribir perfecto a la primera, falta de concentración...) se añade una más y quizá la más importante de todas: no sentía una conexión verdadera con lo que quiero escribir.
Veréis, durante el proceso pre escritura la emoción por el nuevo proyecto es increíblemente alta. En esto estarán muy de acuerdo mis amigos escritores. Una nueva idea o tal vez una vieja que vuelve con fuerza y se cuela reclamando su sitio. De repente no dejas de pensar en la historia, los personajes, su mundo, los sucesos que acontecerán. Con ese ánimo elevado creas una estructura, la escaleta, las ideas novedosas (y que te parecen lo más de lo más) se cuelan en tu mundo mundano. Sin embargo, pasa el tiempo y todavía no estás escribiendo como tal, sigues con el desarrollo o como en mi caso, otra historia te reclama.
Alejarte de esa emoción del principio te desconecta de la historia. Puede que sea ese el motivo por el que tus personajes se han quedado congelados en el tiempo, no se mueven, no hacen nada. Es el fin de la imaginación. Aunque suene muy crítico no lo es. Resulta que la emoción inicial por la historia sigue estando ahí, en el fondo de la mente. Solo hay que saber encontrarla. Recordar muy bien qué es lo que querías contar cuando comenzaste.
Y al conectar algo hace clic a nivel muy profundo. Así nacen las historias, de un modo extraordinario. No es fácil, por supuesto. A veces descartarás esa idea del principio y la cambiarás, tirarás todo a la basura o lo modificarás tanto que ya no se parecerá a nada de lo que habías escrito, pero no importa. Sigues escribiendo.
Enfrentar un bloqueo es muy difícil y para cada persona es distinto. Según mi experiencia, la mejor manera de enfrentarlo es:
-- Conocer el motivo por el que se está produciendo. Investigar, analizar y pensar mucho los porqués.
-- Meterse en la historia, volver a leer lo que ya está escrito (si hay algo) seguir con el desarrollo de los mundos y personajes, idear nuevas tramas secundarias o encajar hilos que quedaban sueltos. Cualquier excusa para volver a la emoción que te llevó a querer escribir esa historia en particular y no otra.
-- Escribir.
Aquí todavía no había superado el bloqueo creativo
Hoy os traigo la reseña de una novela muy bien narrada, con una excelente estructura y sin ningún cabo suelto, dentro de todo el embrollo que se monta en sus más de doscientas páginas. Es La idea escrita por José Espí Alcaraz.
La historia de como conocí este libro y a José podría formar parte de eso que se llama una bonita casualidad. José Espí me contactó allá por noviembre o diciembre del año pasado (los tiempos se distorsionan en esta época de fugacidades) para solicitar un informe de lectura. No para este libro que voy a reseñar, sino para otra historia que todavía no ha sido publicada. Si algo me quedó claro tras aquel informe de lectura es que estaba ante un magnífico escritor, uno de esos que consigue atraparte entre sus páginas, no solo por lo que cuenta, sino por como lo cuenta.
Lo peor de tener malas ideas es que éstass, al final, te acaben pareciendo buenas. Pág 8
En el caso de La idea la premisa es de por sí muy original, un escritor fantasma que no comulga demasiado con sus propias creaciones y de repente se encuentra implicado en un asesinato. La manera de presentar este misterio por resolver es genuina, sello del autor. Enseguida nos cambia de escenario y tiempo. A su antojo, el escritor nos traslada a diferentes momentos importantes del asunto y nosotros como ávidos lectores que somos, tendremos que escapar un poco de la perspectiva del personaje principal para poder llegar a alguna conclusión lógica.
Y es que, como está narrada en primera persona no nos queda más que ir de la mano de Juan Boscoso a todas partes. A veces se pone un tanto dramático, aunque no es para menos con todo lo que le está ocurriendo al pobre hombre. Conocemos personajes interesantes como su mujer There, la terapeuta (vaya con la terapeuta) o el inspector Evaristo Pino. Transitamos por diferentes escenarios siempre con la duda acechando 👀
Que el escritor te dé ese espacio para pensar es uno de los motivos por los que esta historia resulta tan interesante.
En el fondo, sabía que las cosas nunca pueden ser demasiado buenas, y más si forman parte de mis emocionantes ideas. Pág38
También hay lugar para un extraño libro en donde se narran los asesinatos que han sucedido y que casualmente Juan Boscoso encuentra. Después el libro desaparece justo en el momento más oportuno, ¿qué ocurre? El propio Juan lleva una investigación por su cuenta, donde revela asuntos de su pasado que ni There conocía y vemos cómo su implicación en el caso podría ser mayor de lo que parece en un principio.
Di un respingo y miré el libro dentro de la bolsa de papel. Debía deshacerme de inmediato de él. La locura ya era una parte palpalble de mí mismo. Pág85
La historia juega con tu mente, le da vueltas, te hace cuestionar qué estás leyendo. Engancha y mucho (por favor, parece que me han pagado para escribir esto, pero no, es que me ha encantado) Quién me conoce sabe que soy bastante crítica con mis lecturas, me gusta examinar los componentes de todo lo que leo, personajes, mundos y subtramas, todo en un conjunto.
Hay una diferencia entre escribir una novela y escribir una buena historia, de esas que te dejan un poso, algo en lo que pensar. Me fascina encontrarme con las últimas, no son tan abundantes como parece.
Es inevitable no sentir cierta lástima por Juan Boscoso y todo lo que le ocurre, pero al mismo tiempo es humorístico y divertido. Surrealismos varios y algunas metáforas más tardes, te encuentras camino al final, ese instante donde ya no puedes soltar el libro para saber qué ocurrió en realidad. Y como se cierra esta historia es sencillamente de aplauso.
🌹🌹🌹🌹🌹 / 5
Lo que más me gustó: cómo está escrita y el tono natural
Lo que menos me gustó: que se terminara tan pronto
Sinopsis
Juan Boscoso es un escritor frustrado que decide hacer una escapadita romántica con su novia There a un apartado hotel de las montañas de Alicante. Allí, entre naturaleza, relax y buena compañía, se topará con una conocida inesperada y un misterioso libro sin autor que nunca debió abrir. Es a partir de ese momento, que la vida de Juan da un giro tan inesperado como macabro. Realidad y surrealismo se funden en un viaje hacia los confines de la mente del propio personaje dentro de una historia donde nadie es quien dice ser.
Escrita en primera persona, La idea es un thriller psicológico con forma de novela negra. Consta de tres historias con el mismo protagonista y en distintos momentos de su vida, formando un conglomerado de temas, como motivos musicales de una pequeña novelette, que irán pivotando sobre la idea del miedo a uno mismo, la pérdida de identidad y la búsqueda de un sino idealizado; y es que, ¿tenemos la vida que nos merecemos o simplemente no nos conocemos?
Novela basada en El andador, nominado a Mejor Guión de Terror en el Festival Internacional de Cine de Terror La ManoFEST.
Hoy os traigo una reseña del libro escrito por Ángel Barrios y publicado por la editorial Knowmadas Books. He leído alguna novela del autor que suele moverse más bien por las aguas del thriller, el humor negro y el misterio.
En esta ocasión nos deleita con una de terror, con un título muy sugerente y basada en el guión de El andador. Leí el guion en su momento por lo que las escenas y personajes no me resultaron del todo extrañas. La narración sucede de manera ágil, con un lenguaje sencillo, coloquial y diálogos equilibrados con el conjunto de la historia. Es sencillo imaginárselo como una película palomitera en la que los sustos están garantizados para el espectador despistado.
El terror clásico de casas encantadas y personas que se mudan a ellas se cumple, también cuenta con el elemento surrealista de un objeto maldito o poseído: el andador.
Había oído hablar de posesiones de casas y de muñecas, pero le parecía propio de películas y literatura de terror. «Hasta que te pasa a ti».
Hay varias sorpresas aguardando al lector tras ese objeto maldito del que es muy difícil desprenderse, aunque por momentos los hechos me parecieron precipitados. La familia se ausenta en un momento clave en el que se produce cierta situación que termina mal. Esa ausencia parece responder más a una necesidad del escritor (conveniencia de que no estuvieran allí) que de la trama en sí. Seguro que Ángel sabe a qué me refiero perfectamente.
Sacando esos detalles, es una novela que se lee muy rápido y se disfruta. Necesitarás saber de quién son esas manos frías y sobre todo por qué están frías (tal vez ya lo imagines). Uno de los personajes me sorprendió y me tuvo confusa durante un tiempo hasta que se descubrió su verdad, un tanto surrealista, pero estamos en una novela de terror, lo surreal forma parte de este género.
La tragedia que rodea a ese objeto maldito, capaz de muchas cosas, se va revelando en pequeñas dosis de información, por eso dan ganas de seguir leyendo hasta descubrir todo lo ocurrido.
Lo que sí que eché de menos es un poco más de desarrollo de los personajes. Laura, Carlitos, Jorge, Rebeca, Isabel… me parecieron solo nombres actuando en distintos escenarios, sin mayor profundidad. No pude conectar con ellos ni sentir nada, ni pena ni alegría. La perspectiva del narrador acompaña a unos y otros, en especial a Rebeca y Jorge, pero siento que se dedica a narrar qué hacen o que piensan sin más.
🌹🌹🌹 / 5
En definitiva, una historia entretenida y sin pretensiones. Debo reconocer que me gustó más el guion que la versión en novela.
Lo que más me ha gustado: el personaje de las manos frías que vaga por la casa.
Lo que menos me ha gustado: los personajes anodinos.
Sinopsis
Un nuevo hogar espera a Rebeca, Jorge y los niños en una tranquila y apacible urbanización. La casa parece estar dominada por el frío, la escarcha y el hielo surgen en los lugares más inesperados sin ninguna explicación. Nubes de vaho que aparecen y se evaporan les acechan desde cualquier rincón. El desván está lleno de muebles y objetos antiguos, entre ellos descubren un viejo andador para niños que restauran para su bebé. Desde ese día, una serie de accidentes hacen que Rebeca se plantee el que tal vez no estén solos en su nueva casa. Su hija, Laura, es la única que sabe lo que ocurre. Su anciana vecina, Isabel, acude a hacerles una visita, tiene algo importante que contarles. A través del juguete preferido de su hijo van a revivir la tragedia que azotó hace décadas a la familia Van Aken, antiguos dueños de la casa.
Ángel R. Barrios es un escritor nacido en Salamanca, donde sigue residiendo en la actualidad. Licenciado en Historia del Arte y Comunicación Audiovisual ha ejercido de Profesor de Arte, formador, guionista, articulista y redactor de contenidos. La escritura siempre ha tenido una presencia importante en su carrera profesional.
Serie Meseta Negra.
Novelas autoconclusivas que comparten personajes.
«Facturas pendientes», «Conclusiones precipitadas», «Bajo control» y «Por obra y gracia». Un cóctel explosivo de novela negra, policíaca, crimen, suspense y humor negro. Escritas por y para la pura diversión, harán que el lector no pueda dejar de leer desde el primer párrafo hasta los cuidados desenlaces. Personajes inolvidables,escenas que perdurarán en su memoria y que recordará con una sonrisa o un escalofrío. La Meseta Negra es un ecosistema poco frecuente en el género.
Las obras tienen un carácter cinematográfico, los personajes se definen por sus acciones, lo que hacen, y será el lector, convertido en cómplice, quien las juzgue. El avance a cada párrafo de los conflictos planteados es la clave para la diversión del lector. En la Serie Meseta Negra la línea que separa el bien del mal se mueve sin parar bajo los pies de los personajes. El conflicto entre la suerte y el destino por un lado, y la lógica y la razón por otro, están presentes a lo largo de toda la serie.
Guiones para cortometrajes de terror.
El andador es un guión en fase literaria. Fue nominado a Mejor Guión de cortometraje de Terror en el Festival Internacional de Cine Fantástico y de Terror La ManoFEST.
Novela de suspense y terror basada en el guión de El andador y publicada a través de la Editorial Knowmadas Books. Disponible en Amazon en ebook y tapa blanda.