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Disertación: autoaprendizaje en la autopublicación



En este mes de noviembre se cumplirán nueve años desde la (auto) publicación de mi primer libro en Kdp Amazon: Sueños de otro mundo, volumen 1. Pero hoy no quiero hablar del libro en sí, en otras entradas tenéis más información sobre las historias que hay en su interior. 

En el noveno aniversario desde la autopublicación, me gustaría hacer una disertación (espero que no demasiado larga) sobre lo que he aprendido desde entonces. La idea para esta reflexión se me ocurrió a partir de un tweet que compartí no hace mucho, en donde señalaba los “errores” que creo que cometemos los escritores autopublicados, en especial con la primera novela. 

En todos estos años he aprendido que más allá de la publicación en sí, el verdadero reto radica en el autoaprendizaje: mejorar en la escritura, aprender sobre marketing y promoción, crear contenido de valor en rrss para llegar a los lectores 🙏🏻 El proceso de autopublicar me ha transformado no solo como escritora, sino también como observadora de este nicho de mercado literario (cada vez más grande). De ahí mi análisis, porque si algo hay cierto es que el mundo de la autopublicación ha cambiado bastante.

¿Por qué decidí autopublicar? 

Cuando empecé a escribir historias no pensaba en publicarlas, creía que eso era algo fuera de mi alcance. Me imaginaba a las editoriales como titanes que solo publicaban a escritores ya reconocidos, incluso no sabía de la existencia de las pequeñas y medianas editoriales. Conforme avanzó el tiempo y pude navegar por internet, comprendí que no estaba en lo cierto, pero aun así no tuve la paciencia de escribir una novela, corregirla, hacer una propuesta editorial y enviar el manuscrito. 

Pienso que en el fondo seguía pensando que nunca iban a publicar nada de lo que yo escribiera (aunque para eso primero tenía que poner punto final a alguna historia)

El problema inicial era mi impaciencia y la inconstancia. Sin embargo, cuando descubrí la existencia de CreateSpace, un servicio de autoedición de Amazon (que en 2018 se fusionó con KDP Amazon) y vi la posibilidad de autopublicar sin tener que pagar nada, se encendió una 💡en mi cerebro. Decidí escribir relatos, algo que mi mente asumía como posible (no así una novela completa) y unirlos en una antología. 

Por entonces sabía de otras plataformas de autopublicación como Lulu o Bubok, pero por algún motivo (no terminar de escribir nada) no había decidido autopublicar. 

Errores iniciales y satisfacción al ver el libro en papel

Además de escribir los relatos que conformarían la antología, tuve que aprender a maquetar (algo que no había hecho nunca). No había tantos recursos en línea como ahora, que si tutoriales, que si vídeos, que si cursos... ¡El autoaprendizaje nunca fue tan sencillo! Entonces no era tan fácil y el error principal fue la prisa por publicar y ver el libro terminado. Eso hizo que descuidara aspectos fundamentales en cualquier historia que se publique, por lo que la primera edición tenía faltas de ortografía, fallos básicos de maquetación y mucho más😅Claro que en ese noviembre de 2015 yo estaba muy orgullosa. 


No me importaba si alguien leía el libro o no (de hecho me daba bastante vergüenza que la gente supiera que escribía) solo quería ver el resultado en papel porque lo vi como un premio a mi perseverancia. Y llegó. Una alegría como ninguna otra, como un parto deseado (que no sé lo que es) así lo sentí.


Después vendrían los lamentos… Pero tardaron en llegar, porque no se aprende todo de la noche a la mañana. Lo digo porque en mi segunda autopublicación cometí errores bastante similares a esta primera.

Otra cosa que no llevaba nada bien eran las críticas negativas. En mi ego de escritora genial no entendía que a un lector no le gustara lo que había escrito tan bien; es más, seguro que estaba equivocado o no había entendido nada. No, la que no entendía era yo. Claro que no puedes gustarle a todo el mundo, incluso aunque pienses que tu historia es el no va más o lo nunca visto. Aprender a gestionar las críticas negativas es algo que se debe hacer lo más rápido posible, porque una vez que publiques el libro van a llegar, así como las puntuaciones de una estrella en Amazon (sin comentario) que no entenderás. 

Peor aún es mi autocrítica (que es importante tenerla siempre que no paralice) que se fue haciendo más y más afilada con el tiempo, impidiéndome incluso publicar nada durante varios años. El síndrome del impostor que dicen algunos, para mí es más que eso. No es suficiente, siempre puede estar mejor. Autoexigencia, perfeccionismo... Lidiemos con ello. Es una batalla intrapersonal. Y solo puede haber un vencedor.

Paciencia, aprendizaje y trabajo constante

La paciencia es una virtud que se ha desarrollar sí o sí en este camino, tanto para no tener prisa por publicar como para lo que viene después. Es un camino largo, lleno de atascos y desafíos. No puedo decir que haya tenido demasiada. A pesar de que mi camino tortuoso sigue y sigue, y cometo errores de principiante y vuelvo a levantarme, creo que mi experiencia puede ayudar a otras personas a transitar por el sendero de una manera más satisfactoria. 
Al menos sabrán en donde no perder el tiempo y en donde esforzarse más.

El trabajo constante creo que es vital. No rendirse, no cejar en el empeño de escribir (y publicar si es preciso) esas historias que habitan en lo profundo. Claro que, a menudo hay otras prioridades, como la vida mundana misma, que nos alejan de ese camino de escritor. No he sido constante, pero sí que he aprendido con cada nuevo proyecto. 

El reto del marketing: más allá de la escritura

Sé que esto asusta hasta al más aguerrido. Y con razón. Si nadie nace aprendido, mucho menos en temas de marketing y promoción. En la autopublicación puedes contratar a alguien que se encargue de eso, sí, pero lo más seguro es que no sea así. Escribir es una cosa, vender los libros, otra bien distinta. 



En mis inicios renegaba del marketing con mucho ahínco. ¡Demonios! Solo quería escribir y como mucho hacer el proceso de edición y maquetación. ¿Por qué tengo que vender los libros? Pero no me importaba porque como comenté más arriba tampoco tenía interés en hacerlo. La satisfacción de ver el libro publicado y poder tenerlo en papel era suficiente para mí. Para eso sí fui muy conformista. O tal vez realista. O las dos. No pensé que iba a hacerme mundialmente conocida por mis historias y según pasaba el tiempo menos todavía. Comprendí demasiadas cosas, en especial que mis libros no eran lo que se dice comerciales.

Pienso que en el marketing y promoción nos repiten hasta la saciedad lo que hay que hacer y lo que no, pero no siempre funciona porque depende de demasiados factores para que a todos le vaya genial con las ventas. Y lo que a uno funciona, a otro no. 
También creo que hemos llegado a un punto en el que los escritores dedican más tiempo a crear contenido para las RRSS que a escribir o publicar libros.

Desde aquel lejano 2015 al día de hoy el mundo digital ha avanzado de una forma descomunal y también la cantidad de libros que se autopublican. El mercado está saturado, digan lo que digan. Que la gente lee más puede ser cierto, pero hay tanta oferta que destacar es una tarea titánica. Yo directamente ni lo intento, no porque crea que nada funciona, sino porque he llegado a la conclusión que o pagas anuncios (tanto en Amazon como en otras rrss) o eres invisible. Y pagar anuncios tampoco garantiza nada.

Cosas que no volvería a hacer si empezara de nuevo

A veces pienso “ojalá pudiera volver a atrás y cambiar lo que hice mal”. Un pensamiento inútil, no se puede. Pero sí reflexiono sobre ello. Una de las cosas que no volvería a hacer es intentar llegar a lectores rodeándome de escritores. Una lógica que no comprendía antaño porque mi mente insiste en que los escritores ¡también son lectores! Sin embargo, en las redes sociales los escritores son vendedores de su obra y aunque lean (y muchos amigos escritores han leído mis libros💗) no son el público que un escritor debería buscar. 

Que no se me entienda mal. Tener un círculo de apoyo de escritores es lo mejor de este periplo de autopublicación. Sellos como el de Kmleon Books ayudan mucho cuando estás en el inicio y todo te parece difícil y salvaje. La jungla del mundo editorial. Y además puedes aprender de cada uno de ellos, de sus aciertos y errores. Pero hubo un tiempo en el que pensaba que la manera para llegar a lectores era haciendo entrevistas a escritores, por ejemplo, o con iniciativas similares de apoyo tus libros si tú apoyas los míos. 

Lo único que conseguí fue tener un amplio círculo de escritores alrededor que intentan hacer lo mismo que yo. Vender sus libros.

Mientras los lectores, que parecen estar en peligro de extinción, están por ahí fuera buscando su próxima novela.

Otra cosa que considero que hice fatal fue la publicación de Ciudad Gris. Me cuesta bastante asumir y aceptar esto, porque es el último libro que autopubliqué (en 2023) y eso significa que no aprendí demasiado o visto de manera positiva: sigo aprendiendo. No sé por qué pensé que hacer una maratón de escritura (para llegar a tiempo al Amazon Storyteller) era una fantástica idea. ¿Qué quería demostrar? Supongo que nada. Estaba tan atascada con la otra historia, que cualquier idea parecía sustanciosa. No era sino humo. No voy a despublicar la novela, es más, considero que está bastante bien escrita, no es el contenido, sino las formas.


Nueve años han pasado desde aquel primer impacto al ver el libro publicado en papel. Y cometí errores, y los cometo y cometeré. Y aprenderé de ello.

Si has leído esta disertación hasta el final, te dejo los consejos que tengo para esos diez errores al autopublicar que comenté en Twitter y que realmente me hicieron recapacitar. 

1. Creer que será un best-seller en pocos días

El entusiasmo y la esperanza nos hacen creer que el libro se venderá rápidamente. Esto no siempre es realista y puede llevar a una decepción.

    • Consejo: Toma cada venta como un logro y mantén la vista en el largo plazo. No esperes resultados inmediatos, concéntrate en promocionar poco a poco y construir una comunidad de lectores.

2. Tener prisa por publicar 

La emoción por publicar puede hacer que nos saltemos cosas importantes como una buena sinopsis o una maquetación cuidada, que son clave para atraer lectores.

    • Consejo: Revisa cada detalle. La sinopsis es tu carta de presentación, y una maquetación profesional da confianza. Es mejor esperar y hacerlo bien que apresurarse y dar una mala impresión.

3. Frustrarse porque no hay ventas inmediatas

 La falta de ventas en los primeros días es normal, sobre todo si no tienes una comunidad de lectores o una campaña de marketing.

    • Consejo: Ten paciencia y evita las expectativas irreales. No te compares. Construye tu propia estrategia de marketing, adaptada a tus novelas y a ti mismo.

4. Revisar constantemente los informes de KDP

Revisar las ventas cada día genera ansiedad y puede afectar tu motivación si las cifras no son altas al inicio.

    • Consejo: Fija un día de la semana o del mes para revisar los informes y concéntrate en mejorar la promoción mientras tanto.

5. No hacer un plan de marketing antes del lanzamiento

Muchos piensan que publicar el libro es suficiente, pero sin una estrategia de promoción es difícil llegar a los lectores.

    • Consejo: Dedica tiempo a planificar una estrategia de marketing. Define tus objetivos y las acciones que tomarás para alcanzarlos. 

6. Pensar que el libro se venderá solo

Todos soñamos que nuestro libro será descubierto por sí solo, la realidad es que hay que eso es poco realista.

    • Consejo: Asume la responsabilidad de tu promoción. Si quieres venderlo piensa en tu libro como un producto que necesita exposición. 

7. Rodearse de escritores 

Si solo sigues y te relacionas con otros escritores que también buscan autopromocionarse, el alcance se limita a personas con el mismo objetivo y ese no es tu objetivo, valga la redundancia, sino buscar lectores.

    • Consejo: Busca comunidades de lectores y escritores que compartan, discutan y se apoyen mutuamente. 

8. Ignorar las críticas constructivas o no tener lectores cero

La inseguridad o el orgullo nos llevan a evitar el feedback, pero contar con lectores cero ayuda a mejorar la calidad de la obra antes de su publicación. Analizar y pensar en las críticas negativas constructivas ayuda a mejorar y avanzar en la escritura.

    • Consejo: Pide opiniones sinceras a lectores de confianza antes de publicar. La perspectiva externa te ayuda a ver detalles que podrías pasar por alto.

9. No definir el público objetivo

Publicar sin tener claro para quién es el libro hace que la promoción sea menos efectiva y que el libro no alcance a quienes realmente lo disfrutarían.

    • Consejo: Define a tu lector ideal. Saber a quién te diriges facilita diseñar la estrategia de marketing.

10. No preparar contenido para después del lanzamiento

La promoción no termina con el lanzamiento (por más que nos pese). Es importante seguir creando contenido para mantener el interés en el libro.

    • Consejo: Planifica el contenido para después del lanzamiento, como fragmentos del libro, entrevistas, o discusiones sobre temas relacionados. 



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