Esta entrada es la transcripción de un vídeo que subí a mi canal de Youtube: Una escritora en Youtube. Me pareció interesante también ponerlo por escrito.
Si queréis ver el vídeo, podéis hacerlo siguiendo el enlace directo a Youtube. Dentro transcripción🗒️
¿Por qué voy a hablaros sobre este tema? Cuando
le dices a alguien, sobre todo si no es escritor, que estás
escribiendo un libro, imagino un diálogo tal que así:
—¿A qué te dedicas?
—Bueno, yo escribo libros.
—Ah...
Creo que muchos no saben o no imaginan qué
implica realmente escribir un libro. Tal vez se imaginen a la persona sentándose frente al ordenador y tecleando
sin más su historieta. Hay personas que piensan que escribir
un libro es muy fácil, otra gente piensa que es muy difícil, que es inalcanzable, que jamás lo podrían hacer o te otorgan un aura mística de creador de vidas.
No quiero hacer un tutorial, ni un manual de cómo escribir un libro porque cada persona tiene sus métodos y hay muchos tutoriales por ahí en internet de cómo hacerlo, de cómo no hacerlo, cuál es la mejor manera... Yo solo quiero contar, en base a mi propia experiencia escribiendo, cuáles son esas fases básicas de escritura. Tampoco todo el mundo lo hace igual, son mis fases de escritura.
He publicado varios libros y en cada uno de ellos tuve un proceso diferente, no he seguido ningún patrón. Porque en cada uno de ellos estaba en una circunstancias particulares que no tienen por qué ser exactamente las mismas en las que me encuentro ahora.
En el primero que escribí trabajaba a jornada completa, no se puede dedicar el mismo tiempo, en el segundo estaba en el paro, en el tercero no me acuerdo...
Las circunstancias van cambiando y también lo hacen esas "fases" que conforman el proceso creativo. Cambia con las circunstancias propias de cada uno y se va acoplando a lo que tú tengas que hacer, por eso son variables.
Pero hay una cosa que es indiscutible y es que cuando uno piensa "quiero escribir un libro" lo primero que hace es preguntarse: ¿qué quiero escribir?
Esa sería la primera fase.
1. Sobre qué voy a escribir, género, ambientación, personajes, tema, longitud... ✒️
Hay personas que lo tienen muy claro o ya tienen libros publicados y siguen escribiendo novelas del mismo género. Un ejemplo, los que escriben novela policial, tendrán que preguntarse cuál es la trama y los personajes de la próxima historia. En otros casos, se busca inspiración para encontrar ese tema o género que interesa, y luego estamos los chalados de turno: personas como yo que tenemos miles de ideas empezadas sin terminar y que siempre están ahí esperando su turno.
Toca decidir cuál de esas ideas vas a acoger bajo tu ala de escritor. Cómo llega uno a la conclusión de qué es lo que quiere escribir en cada momento, es una cosa un poco etérea (como este canal) Es un poco cuestión de gustos, de lo que te apetezca escribir en ese instante. En mi caso tengo muchas ideas y de diferentes géneros. No escribo solo un género...
Lo último que he escrito es novela contemporánea, digamos un drama con un toque romántica, lo anterior era fantasía clásica, tipo cuento y al principio los primeros libros fueron de terror y surrealismo.
Pensando en mi próxima novela, quería escribir algo para enviar a un editorial gallega y como tenía algunas ideas ya en mi carpeta de escritos en gallego, cogí una de ellas y dije "pues voy con esto".
Esta primera fase, la de seleccionar qué vas a escribir, es una fase bastante sencilla si ya tienes ideas empezadas o alguna pequeña base. Un poco más complicada si no sabes qué escribir. Supongo que según tus gustos propios pues se te ocurrirán muchas ideas para poder hacerlo.
2. Búsqueda de ideas 💡
Dependiendo de lo que se vaya a escribir, si ya se tiene muy claro lo que va a suceder en toda la trama, tampoco es que tengas que estar buscando ideas, simplemente saldrá la escaleta y las ideas ya las tienes. Vas respondiendo cuestiones, si por ejemplo quieres crear un mundo nuevo o hacer un sistema de magia (estoy pensando en la Fantasía) o cualquier cosa, pues es un poco más complicado.
En esta fase de búsqueda de ideas (a mí es la que más me gusta, sin ninguna duda) es cuando imaginas la historia por completo, es decir, del principio al final. Después puede cambiar, claro, pero es como hacer un croquis de la historia en tu mente, imaginando y creando nuevos personajes, metiéndolos ahí dentro de tu narración. Para mí es la parte más emocionante de escribir libros, porque es la parte que realmente me parece más creativa, más inspiradora y la más fácil, o la que menos me cuesta.
A veces se me desparrama un poco (DEMASIADO) la imaginación y aunque quiera escribir cosas sencillas... No, no, no y no. Sencillo al lado de mi imaginación no combina demasiado bien. Se me empiezan a ocurrir miles de cosas que quedarían bien (o no, pero a mí me parece que sí). Ahora he aprendido a poner un poco el freno y decir, bueno pues esto lo incluyo, esto lo quito y voy así arreglando; porque si no, claro... La culpa es de la búsqueda de ideas que es muy divertida😀
3. Pequeña escaleta, guion o resumen 🗒️
Lo siguiente que hago (cada escritor hace a su manera) es una pequeña estructura, escaleta, resumen, fichas de personajes, pensar sobre el mundo... todo lo que implica la creación de la historia, pero no la escritura en sí, sino la creación del marco donde va a estar esa historia.
Hay muchas maneras de hacer escaletas y estructuras, pero la básica sería crear una premisa, es decir, un breve resumen o una sinopsis sobre el tema principal, por ejemplo, si es fantasía: qué va a ocurrir, si va a haber un mundo mágico aparte, si va a ser ambientado en un lugar real, ficticio, mezclado, qué personajes va a haber, cuáles son los importante, cuál va a ser el antagonista... Unas preguntas mínimas que tendrían que tener una respuesta antes de ponerse a escribir en sí.
En esta fase de la escaleta es fundamental tomar anotaciones, aunque sean mínimas. Yo suelo hacerlo escribiendo a mano porque es una manera en la que me concentro mejor. Desarrollo un poco quiénes van a ser los personajes principales y la trama. Todo esto durante la fase de escaleta o estructura. Cada escritora la hace de una manera. Hay quien nunca lo hace, nada, ningún tipo de estructura ni escaleta.
Yo antes era de esos escritores, solo me sentaba a escribir con una idea mínima. Es lo que casi toda la gente piensa que hace un escritor: escribir y nada más, tan solo necesitan un procesador de textos, o una hoja de una libreta y venga a escribir historias.
Estos son los escritores llamados brújula que van escribiendo e imaginando según se le ocurren las ideas (también llamados por otros escritores de descubrimiento)
4. Escribir 🪶
La parte que menos me gusta* y la que curiosamente debería ser la que mejor se da, es la escritura. Me produce un poco de desazón según la manera en la que escribo. Hay varias maneras de enfocarlo: hay personas que escriben en una hora mil palabras, otras que una hora escriben 100 otras 200, pero nadie es mejor que nadie por hacerlo más rápido o más despacio, eso está claro. Cada escritor escribe como le parece o le sale, hay personas que simplemente describen la escena en sí y no están narrando sino que solo están haciendo una pequeña descripción de lo que escribirán después. Normalmente yo escribía bastante rápido, pero no muy bien.
Es decir,como estamos en la fase borrador, escribo frases que a lo mejor no están bien hechas (estructural o grtmaticalmente) (mi hermana dice que tampoco está tan mal) Esa manera de escribir me permite avanzar más rápido en la escritura porque escribo mucho más y no me detengo a pensar cosas que me hacen daño.
Esas cosas que mi cerebro se pone a pensar si intento escribir despacio, como por ejemplo: esta frase es una 💩, este personaje es panoco, yo no sé qué hago escribiendo esta novela y por qué no estoy escribiendo otra novela... Con la de ideas que tengo (eso pasa mucho) Este tono del narrador me está sonando fatal, me suena tan repipí. La verdad es que la respuesta a estas preguntas podría ser: sí, esta historia que estás escribiendo es una porquería, no la historia sino cómo la estás escribiendo, la historia tenía potencial pero la acabas de arruinar, querida. Entonces estas cuestiones me hacen daño y detienen mi proceso creativo.
Por otro lado, si escribo rápido tenemos otro problema, Houston, en la fase de edición. Que sería la próxima, tras acabar el borrador. Todavía no tengo muy claro cuál es la mejor manera de ponerse en esta fase de una manera eficaz (NOTA DESDE EL PRESENTE: esta transcripción pertenece a un vídeo que grabé hace un mes, hoy en día, creo que he hallado la clave, de lo que me ocurría y he encontrado una manera de solucionarlo, lo contaré en próximas intervenciones)
Una vez que arrancas también con la escritura, fluyes, vas escribiendo, pero es un poco estresante.
5. Primer repaso, segundo borrador, tercer borrador... Borrador final🫧
Tras terminar el primer el borrador (cantemos aleluya) podemos hacer "el segundo borrador". Este sería editar un poco, pero no profundamente, vamos a analizar un poco los aspectos de la trama sin entrar en ortografía ni demás y ver que todo esté bien, que haya congruencia, que todo esté en el sitio que tiene que estar (una lectura del borrador tomando anotaciones) Luego podemos hacer el tercer borrador en el que incluiremos más texto si es necesario o si nos encontramos inspirados, o puedes pasar del tercer borrador y ponerte a corregir un poco la ortografía, rehacer frases, y narrar. No se trata de reescribir la obra por completo, sino de embellecerla. En esos momentos también verás cosas que están mal, las quitarás y afectarás al resto de la historia más adelante, ata todo bien 🪢 Eso especialmente para los que no somos fieles a la escaleta o somos más de antiescaleta.
Hay tantos borradores como tú quieras. Después de terminar el borrador de borradores, de editar el manuscrito, entonces pasaríamos a la fase del borrador final. Donde lo corregimos por completo, fin, felicidades, has escrito un libro📕
6. Publicar
(Añadido: publicar no es un paso estrictamente necesario, hay quién escribe libros por el simple hecho de contar una historia y no necesita verlo publicado en ninguna parte, pero seguro que querrás tener tu historia bien maquetada en un librito, aunque sea para ti mismo)
El proceso de publicación varía. Puede ser autopublicación, tú te lo guisas y tú te lo comes, o puede ser intentar buscar editorial, enviar el manuscrito a la editorial. En este caso, si te decides por enviar un escrito a una editorial, prepárate a seguir trabajando a fondo, (con la autopublicación también, pero es distinto) tendrás que hacer una propuesta editorial, buscar información sobre las editoriales, si encajas en ellas, y sobre todo tener mucha paciencia, porque la respuesta (si es que llega) tarda mucho.
En la autopublicación, si sabes maquetar y algo de diseño gráfico para hacer la portada, o conoces a alguien, tienes mucho ganado, también necesitas aprender lo máximo posible sobre marketing (bajando a los lodos de la promoción)
Y ya lo tienes: lanzas tu libro al mercado y hasta luego, voy a escribir otro libro, de este ya me he olvidado.
*Desde que publiqué este vídeo en Youtube ha pasado un mes, como dije más arriba. Estaba a punto de bloquearme en la escritura, incapaz de crear nada por discusiones entre mi crítico literario interno y mi cerebro danzarín. Nos hemos reconciliado bastante en esta etapa en la que decidí ponerme a leer libros sobre escritura y creatividad. Me ha ayudado bastante, sigo en ello.
¡Nos leemos en la próxima página del cuaderno que tengo un poco olvidado!
Siete Islas sigue la historia de Mario, un hombre normal de mediana edad que sufre un accidente de tráfico y a raíz de esto empieza a tener unos sueños muy extraños en los que un personaje le insta a visitar las siete islas. En sus viajes descubre que ha adquirido un Sexto Sentido que le guía hasta unas pequeñas piedras de color negro. Unas piedras que se convierten en polvo cada vez que las toca. Mario, poco a poco, se empieza a obsesionar con encontrar todas las piedras y saber qué secreto ocultan. Pero al mismo tiempo hay un siniestro personaje que pertenece a una oscura organización y que sigue todos sus movimientos...
Jonás Ramírez Molina, tiene 47 años, ha nacido y vive en Sabadell, Barcelona y es licenciado en Traducción e interpretación. Ganador del primer premio de microrrelatos en Twitter, organizado por el ayuntamiento de Barcelona en 2016. Siete Islas es su primera novela y en estos momentos se encuentra preparando su segunda novela.
CONOCIENDO AL ESCRITOR
¿Por qué escribe Jonás Ramírez?
Escribir un libro es algo que siempre he considerado un reto desde que era niño. Saber si era capaz de hacerlo. Aunque de entrada podría parecer muy complejo, si te planteas escribir una novela de 100.000 palabras puede parecer muy difícil, yo prefiero plantearlo como pequeños desafíos. 100 000 palabras es mucho, eso es verdad, pero escribir mil palabras cada día no lo es y si tú lo planteas como estas pequeñas metas en tres o cuatro meses puedes tener escrita una novela. Me considero una persona muy imaginativa, no me cuesta pensar historias y su posible desarrollo. De hecho, tengo varias tramas en la cabeza sobre las que me gustaría escribir algún día.
¿Cuánto tiempo llevas escribiendo?
Desde adolescente intenté escribir algunos relatos, aunque es algo en lo que no llegué a profundizar. Hace unos años también llevé un Fotolog que actualizaba diariamente y en el que escribía sobre cualquier tema de actualidad o cualquier cosa que se me pasara por la cabeza. Finalmente, hace unos 10 años desarrollé la historia de siete islas en mi cabeza, solo a nivel personal, sin llegar a compartirlo con nadie. Fue con la pandemia cuando decidí rescatar el proyecto y volverlo a intentar. Esta vez sí, lo compartí con mis familiares que se convirtieron en mis lectores beta y fueron los que me animaron a seguir y a llevar la novela hasta su final.
¿Por qué empezaste a escribir?
Como dije antes lo veo como un reto personal, por una parte, y por otra, como una posible forma de dar un giro a mi vida y quizás en algún día en un futuro lejano o no tan lejano, poder dedicarme a la escritura de manera profesional.
Al hilo de eso, ¿te ganas la vida con la escritura o es solo un hobby?
Ahora mismo la escritura es solo un hobby, no me dedico a ello de manera profesional, evidentemente me gustaría que algún día lo fuera. En cualquier caso, creo que llegue a triunfar algún día en el futuro o no, haber escrito un libro es un legado personal. Esto es algo que quedará en el futuro cuando yo ya no esté, cuando ya me haya ido, puede ser dentro de un año, dentro de diez, dentro de 50, dentro de 100, y el libro todavía estará ahí para quien quiera leerlo.
¿Tu entorno te apoya en tu faceta de escritor?
Sí, desde luego. Mi entorno, mi familia, amigos, me apoyan en todo. No solo en esto, también en todo lo demás, por lo que me siento muy afortunado. Mucha gente que conozco se sorprende mucho cuando les digo que he escrito un libro e incluso algunos me ponen en un pedestal. La verdad es que yo me considero una persona muy normal y del montón.
¿Qué sentiste al ver tu primer libro publicado?
Pues fue mucha emoción, sobre todo porque no pensaba que el proceso sería tan largo. Una vez estuvo escrito el libro y la propiedad intelectual registrada, pensé que iría todo más más rodado. Escribir el libro fue relativamente rápido, tardé unos cinco meses o seis meses, pero luego el proceso de búsqueda editorial, firmar el contrato, maquetación impresión, etcétera, fue bastante más largo de lo que me pensaba. El libro lo acabé en febrero de 2021 y no salió publicado hasta junio de 2022, o sea más de un año después.
¿Editorial o autopublicación?
El libro lo he publicado a través de una pequeña editorial. Fue una bonita casualidad, ya que una vez tuve el manuscrito acabado, contacté con muchas editoriales. La mayoría ni siquiera me contestaron, otras me dijeron que en esos momentos no encajaba con su línea editorial y alguna me ofreció publicarlo por crowdfunding, algo que no acabe de ver claro.
Se dio la casualidad que mis padres estaban de vacaciones en Granada y vieron en una feria literaria un stand de Aliar Ediciones. Me enviaron una foto por WhatsApp y me dijeron que por qué no probaba suerte con ellos. Lo hice me contestaron rápidamente. Les envié el manuscrito y a las pocas semanas me dijeron que sí, que estaban interesados en publicarlo.
Llegamos a un acuerdo y por fin el año pasado se llegó a publicar el libro. De todos modos no descarto en el futuro tampoco la autopublicación, porque a la hora de promocionar el libro y bucear en redes sociales te permite contactar con otros autores y te das cuenta de que hay algunos de ellos que han hecho auténticas obras de arte. Al final es como en todo, creo que tanto en la edición tradicional como en la autopublicación vas a encontrar libros muy buenos y libros que simplemente no están hechos para ti.
¿Te gustaría vivir de la escritura?
Pues claro. ¿Y a quién no? Aunque creo que sí que es posible, también es muy difícil. Como en cualquier otra profesión, ya seas músico, seas actor, escritor, deportista, etcétera por cada famoso que vemos en la tele y que seguimos en redes sociales, hay miles de ellos que también son profesionales pero que no consiguen triunfar al mismo nivel . Cientos de miles que sí que lo intentan y se esfuerzan pero que tampoco llegan a poder vivir profesionalmente de aquello que les gusta. Solo vemos lo que es la punta del iceberg, los más conocidos, aunque hay muchos más que por desgracia no lo consiguen. Al final es todo un poco una mezcla, un cóctel que contiene una pizca de talento, una pizca de visibilidad y una pizca de suerte. Poder estar en el momento adecuado en el lugar adecuado.
¿Qué opinas de las inteligencias artificiales de escritura como chat GPT?
Creo que esta es una pregunta muy interesante. Las inteligencias artificiales han llegado para quedarse y cuanto antes lo aceptemos y lo asumamos mejor. Sobre si nos van a quitar el trabajo a los escritores... pues lo mismo se dijo en su día de la imprenta, que le iba a quitar el trabajo a los escribas o a los copistas. Más que una cuestión de quitar el trabajo creo que es un tema de adaptarse para sobrevivir y no me refiero solo a escritores, sino también a muchas otras profesiones que se verán afectadas por las inteligencias artificiales en un futuro cercano, esto sin duda.
Me gustaría comentar algo que creo que mucha gente no es consciente. Somos la primera generación de la historia que no es capaz de predecir con garantías que es lo que va a pasar dentro de una o dos generaciones, porque el progreso no es aritmético sino que es geométrico
Esto es muy importante, significa que hace mil años una persona no podía esperar ningún cambio a lo largo de su vida, en cambio hace 100 años sí, los futuristas podían predecir dichos cambios y saber más o menos qué inventos iban a cambiar la sociedad, por ejemplo, un escritor excelente y que todo el mundo conoce es Julio Verne. Aparte de ser escritor era también un futurista y fue capaz de predecir inventos, cambios en la sociedad que su propia generación no podría experimentar, pero sí las generaciones futuras, o sea, nosotros. Ahora ni siquiera los futuristas que viven en la actualidad pueden predecir que pasará dentro de una o dos generaciones. Esto es lo que se conoce como singularidad tecnológica que está previsto que ocurra más o menos, pues a mitad de siglo en la década de los 40 probablemente. En ese momento las inteligencias artificiales, ordenadores, robots, etcétera serán capaces de mejorarse recursivamente a sí mismos y no podemos llegar a imaginar con garantías cómo será la vida dentro de 100 años, algo que hace 100 años sí que era posible. Podemos intentar adivinarlo, pero sería igual que intentar adivinar los números de la lotería.
¿Tienes algún referente literario?
Sí, hay un escritor que me inspiró para lanzarme a escribir: Iván Ledesma. Mi mujer me regaló una ocasión un libro suyo, 184. sin venir a cuento, no era mi cumpleaños, no era nuestro aniversario, nada, pero un día llegué del trabajo y me había comprado el libro. Lo leí, me gustó mucho, empecé a seguir al escritor por redes sociales y su cercanía y manera de interactuar con los lectores me hizo comprender que los escritores tampoco son seres especiales fuera de la comprensión humana, sino que son gente normal como tú y como yo y ¿por qué no podía hacer yo algo también? Me hacía ilusión. A parte de él, desde niño he leído mucha literatura fantástica, la primera novela que leí con menos de 10 años fue "La historia interminable" de Michael Ende, luego empecé a leer a Tolkien, Luis Cooper, David Eddings, Margaret Weis y Tracy Hickman, Stephen King también. Leo mucho, no solo en castellano, leo en inglés mucho y si hay libros que me gustan mucho en su versión original me gusta leer también la versión traducida al español para comparar ambas versiones. Esto es algo que he hecho con autores como Edwin Abbot, David Mitchell o Max Brooks. Una cosa que sí me he dado cuenta es que cada vez leo menos comercial. Casi siempre suelo escoger mis próximas lecturas antes de acabar la que tengo entre manos y no suelo fijarme en los escaparates de las librerías, me fijo mucho en reseñas que veo de otros autores, de otros lectores por internet, etcétera.
Cuando veo una gran editorial que empieza a hacer publicidad de un libro de manera a veces incluso algo intrusiva pues me suelo poner a la defensiva suelo leer mucho pero me gusta escoger mis propias lecturas no me gusta que nadie decida por mí.
SIETE ISLAS
Siete Islas es tu primer libro, ¿por qué decidiste escribirlo?
Decidí escribir Siete islas en parte como un desafío personal. Es algo que siempre me pregunté si sería capaz de hacer o no y también, no lo voy a negar, por hacer algo diferente que me permitiera salir de mi rutina diaria y quizás algún día en el futuro me permita poder vivir de la escritura de manera profesional.
¿Cuánto tiempo tardaste en escribirlo?
Tardé relativamente poco, fueron un poco más de cinco meses. Sí que es cierto que el proceso de planificar la historia viene de bastante más atrás. Empezó hace unos 10 o 12 años cuando escribí el primer borrador de la historia y los primeros cuatro capítulos. Fue algo que nunca compartí con nadie y al final dejé el proyecto aparcado. Años después, en 2020 cuando llegó la pandemia, me decidí a volverlo a intentar y en septiembre de 2020 usé a mi familia como lectores beta. Reescribir los primeros cuatro capítulos y compartirlo con ellos fue genial, les gustó bastante y sentían mucha curiosidad por saber cómo continuaba la historia y esto fue lo que me animó. Seguí escribiendo semana a semana la continuación de la novela hasta que estuvo finalizada a principios de febrero de 2021.
¿Cómo fue el proceso de búsqueda editorial?
Cuando finalicé el manuscrito en febrero de 2021 lo primero que hice fue registrar la propiedad intelectual y casi de manera inmediata lo presenté a un importante concurso literario: el premio Fernando Lara de editorial Planeta. Lo hice pensando en que el premio se fallaba habitualmente en mayo, pues eran solo tres meses después. Valía la pena jugar esa carta e intentarlo. Lo que pasa es que debido a la pandemia el fallo se retrasó hasta después del verano varios meses. Aemás las bases del concurso especificaban que durante cuatro meses después del fallo, la editorial tenía derecho de publicación preferente, por lo que a efectos prácticos el manuscrito de Siete Islas quedó bloqueado prácticamente un año. Pero bueno eso no impidió que empezara a buscar otras opciones porque sabía que el proceso de valoración de un manuscrito suele ser lento.
Hice una búsqueda muy exhaustiva de editoriales en España seleccione unas cuantas, las que pensé que podría encajar mi manuscrito y las fui contactando una a una, de manera individualizada.
Casi ninguna me contestó ni me dio acuse de recibo. Hubo un par que sí, aunque fue para decirme que en esos momentos el libro no encajaba con su línea editorial y hubo una que sí que me ofreció publicar por crowdfunding pero fue una propuesta que no me acabo de convencer
Y entonces cuando menos lo esperaba ocurrió lo que conté más arriba del stand de Aliar Ediciones.
¿Por qué las islas Canarias?
Hay varios motivos. E principal es que cuando empecé a desarrollar la historia de Siete islas en mi cabeza, iba con frecuencia de vacaciones a Canarias y me di cuenta de que las localizaciones encajaban a la perfección con la historia que yo quería explicar. Luego también hay otro motivo y es que el hecho de conocer personalmente todas las Islas me permitía darle un grado extra de verosimilitud a la histori. Me hacía más fácil explicar el viaje de descubrimiento de Mario, el protagonista. Como curiosidad puedo explicar que Mario, por ejemplo, visita cada isla en el libro en el mismo orden y la misma fecha en que yo lo hice y muchas de las anécdotas que le pasan, las cosas cotidianas, pues me han pasado también a mí: conversaciones con la gente local de allí, con los lugareños, cosas que presencia en sitios emblemáticos del archipiélago son cosas que he vivido yo en primera persona y eso me permitía narrarlos de una manera mucho más ágil.
Después también hay toda una serie de elementos fantásticos y misteriosos en la novela que son imprescindibles para el desarrollo de la trama. Estos son una invención, no es que a mí me hayan pasado esas cosas y bueno ya que hablamos de esto: me gustaría aprovechar pues para pedir disculpas anticipadas a cualquier canario que lea el libro y que por el motivo que sea crea que hay aspectos culturales o geográficos que no están bien representados.
Puedo asegurar que en todo momento he intentado ser lo más fiel posible, en base a mi experiencia personal. Aunque seguro que es una experiencia muy limitada en comparación con con la gente que vive allí.
Convence a los lectores, ¿por qué deberían leer tu libro? ¿Qué tiene de especial?
Creo que van a encontrar muchas sorpresas, porque el libro está ambientado en las Islas Canarias, pero solo en un 50%. Hay otras localizaciones y alguna de ellas creo que es bastante espectacular y no se revela hasta el clímax. Es un libro en el que hay misterio hay algo de fantasía y hay algo también de ciencia ficción. Los lectores van a encontrar una historia que empieza de manera reposada, que deja que el misterio crezca poco a poco, hasta que llega un momento, aproximadamente a mitad de la novela, en el que todo se empieza a acelerar y finalmente adquiere un ritmo frenético en el último tercio del libro.
Un aspecto que considero muy importante es que hasta el más mínimo detalle tiene un propósito, todo está ligado. No es un libro con un final abierto, sino que todo tiene su explicación, incluso los elementos de fantasía y ciencia ficción he intentado que queden bien explicados dentro de lo que son los elementos fantásticos. A los lectores no les va a quedar ninguna duda una vez terminado porque ocurre cada cosa en cada momento determinado.
¿A qué público está dirigido?
A un público adulto, pero debo añadir que he hablado con lectores que se han terminado el libro de todas las edades y de todos los géneros a los que les ha gustado, desde adolescentes, contactó conmigo una chica de 17 años a la que le había gustado, jubilados, hombres, mujeres, gente joven y también gente de mi generación que somos los que ahora nos vamos haciendo un poquito mayores.
¿Qué quieres transmitir con esta historia?
El libro tiene al menos cuatro lecturas diferentes, desde mi punto de vista, la primera ya lo he dicho en muchas otras ocasiones: es una historia de misterio que creo que engancha porque es un misterio que va en crescendo, va creciendo poco a poco con clifhangers casi al final de cada capítulo y va revelando las sorpresas en momentos clave de la historia.
Tiene una segunda lectura: es una historia ambientada en lugares a los que nos es fácil remitirnos, la gente que contacta conmigo después de terminar el libro me suele decir lo mismo casi siempre. Los que ya han estado en alguna de las Islas Canarias me suelen decir que les resulta muy fácil identificar los lugares que aparecen y en los que ellos han estado, eso les facilita la lectura, pero al mismo tiempo las personas que no han visitado las islas, les entran ganas de ir a visitarlas, de ir de vacaciones y de conocerlas.
Y esto me gusta porque pienso, mira si hay algún representante del gobierno canario que lee esta entrevista y quiere hacerme embajador cultural del archipiélago, yo encantado de la vida.
El libro creo que tiene una tercera lectura también, para mí la más importante y es que yo quería transmitir una misión y teoría personal sobre ciertos aspectos filosóficos y metafísicos que creo que nos preocupan a todos. Aprovechar el libro para escribir acerca de un tema que me gusta mucho, siempre que puedo leo sobre este tema y veo películas, etcétera. Evidentemente no puedo decir cuál es para no hacer spoiler. La última lectura, que a mí me sorprendió porque no fui consciente hasta que estuvo el manuscrito terminado, habla sobre la importancia de las motivaciones personales. Cómo nuestras motivaciones definen nuestras acciones, nuestras creencias, lo que amamos, lo que deseamos, es lo que nos empuja a actuar de una manera u otra a lo largo de nuestra vida.
¿Qué personaje es tu favorito y por qué?
Hay un personaje que me gusta mucho y no es precisamente el protagonista, sino el antagonista, por así decirlo, el malo de la novela. Un anciano que se llama Conrad. Al principio no sabemos casi nada, no sabemos sus motivaciones, ni sabemos qué es lo que busca exactamente. Sabemos que es una persona muy mayor que ya supera los 90 años y que está en el ocaso de su vida y es una persona un personaje que está completamente obsesionado por encontrar algo (no voy a decir el qué) y cree que Mario, el protagonista, le puede conducir hacia eso que está buscando. Esa obsesión ha sido la fuerza motriz durante gran parte de su vida y es lo que le permite seguir adelante, a pesar de su avanzada edad. Cuando pienso en él me viene a la mente Anthony Hopkins, físicamente si os queréis hacer una idea del protagonista.
De Mario al principio se saben muy pocas cosas, es algo hecho a propósito, a conciencia, y es para que el lector vaya descubriendo la historia al mismo tiempo que él.
¿Tienes en mente algún proyecto para 2023?
Sí, estoy trabajando en una nueva novelaa que está situada en el mismo universo ficticio de Siete Islas, pero no es una secuela, no es una continuación, tampoco es una precuela ni nada parecido, se puede leer de manera completamente independiente. Digo que está situada en el mismo universo ficticio porque el lector o lectora que ya haya leído Siete Islas va a reconocer algún personaje que tiene un cameo en este nuevo libro.
Esta nueva historia que estoy escribiendo es una novela más oscura, más visceral y así como Siete Islas empieza de una manera más relajada y reposada y va dejando que la tensión suba poco a poco, en este libro ya empieza con tensión desde el inicio.
Este libro empieza con una llamada telefónica y luego ya enseguida la acción se traslada los años 90 y sigue la historia de dos chicas adolescentes y de un niño que vive en una experiencia que marca sus vidas para siempre. Aunque al igual que en siete Islas va a haber algún giro de guión que espero que deje alguno algún lector con la boca abierta.
¿Dónde podemos comprar tu libro?
El libro se puede pedir y comprar en tapa blanda con solpas en cualquier librería nacional o directamente en la web de Aliar ediciones también se encuentra fácilmente en plataformas como por ejemplo Amazon.
El libro en digital todavía no está disponible, aunque ya está hablado con la editorial y en el momento en el que estoy dando esta entrevista ya está en preparación. Desconozco cuánto tiempo se requiere de maquetación para un libro digital, pero imagino y espero que a lo largo de las próximas semanas o meses, estará también disponible en digital.
Despedida: ante todo muchas gracias por haber aguantado mi rollo hasta aquí. Leed mucho, si es mi libro mejor, pero si por lo que sea mi libro nos llama la atención pues no pasa nada. Leer igualmente, leer otros libros que seguro que hay muchos ahí fuera que son para vosotros.
Una cosa sí que quiero decir, eso sí: cuando leáis un libro sea el que sea,si os gusta por favor dejad una reseña o comentario en Amazon, en redes sociales, a través de la editorial... Escribir al autor directamente lo que sea porque no os imagináis la tremenda fuerza que tiene esa pequeña acción para animar a otros lectores a leer ese libro y darle visibilidad al autor.
En redes sociales me puedes encontrar como @tinolives y si me leéis espero vuestros comentarios gracias por escucharme y al que se anime gracias por leerme.
Escritores Conectados surgió como una idea peregrina (igual que tantas otras) sin ninguna pretensión más que charlar con escritores y escritoras sobre sus libros, historias, rituales de escritura, etc. Hubo ciertas cuestiones que me sorprendieron al compartir el tweet:
La interacción estuvo por encima de lo normal, sin contar la cantidad de mensajes privados que me llegaron, tanto de personas que me siguen como de las que no 🫢 Podía imaginármelo, pues no es la primera vez que hago entrevistas (aunque las otras por escrito). De pronto, es como si necesitaran exponerse, pero es curioso porque no tengo muchos seguidores en YouTube, no soy un canal que pueda llegar a lectores, ni siquiera. Parece no importar. Lo peor no es eso, es que alguna gente se apunta con una ansia desmedida (hablo en general) y después no se interesa por nada que no sea su turno.
Sé que muchos me dicen, y con acierto, que no pasa nada si los escritores no comparten o no ven las entrevistas de los demás, porque ellos y ellas no son el público objetivo al que deberían ir dirigidas estas entrevistas, sino a lectores. Y es cierto. Pero es muy complicado llegar a lectores, por lo que cualquier modo de difundir es más que bienvenido. Si yo soy una persona sola con un canal, y me vienen a ver cinco personas, y de esas cinco comparten tres, a lo mejor puedo alcanzar a veinte más, entre las cuales puede haber algún lector, digo🔍
No quiero que nadie venga a ver las entrevistas como una obligación, ni que compartan para garantizar su puesto en la siguiente entrevista, tampoco quiero ni pretendo ganar seguidores, me importa muy poco el número de personas que se suscriban al canal (de hecho el 80% de los que ven mis vídeos no están suscritos) sin embargo, para los escritores es importante visibilizar su trabajo, tener un sitio donde poder hablar de su libro y llegar a los lectores. Me apetece dárselo en ese pequeño rincón donde comparto mi diario de escritora. La interacción con otros escritores es parte de esta profesión que es la de ser escritor, por lo que tiene sentido.
He venido a hablar de mi libro, que diría el otro.
Las entrevistas en directo son complicadas, hace falta tiempo, recursos, preparación anterior, puede llevar horas para al final, no llevarse a cabo por problemas tecnológicos o asuntos importantes de último momento. Nadie puede prever el futuro, que yo sepa. He pensado en hacer las entrevistas en diferido, y aquí dejaré las "instrucciones" para todas aquellas personas que se quieran apuntar. Son detalladas, un poco extensas, y si no se cumplen no habrá respuesta.
Como veréis en el documento anterior, no solo habrá entrevistas tipo documental, sino también presentaciones de libros y lectura de fragmentos de novelas.
¡Os espero!
Llevaba un tiempo queriendo hacer un weekly, o mejor dicho, lograr terminar alguno. A veces, grababa algunas tomas durante la semana con la intención de juntarlo todo al final y subir el vídeo a mi canal de YouTube. Grabar lo que hago día a día (relacionado con la escritura, por algo es el diario de una escritora) es muy divertido y editar todavía más. Lleva cierto tiempo, sobre todo editar. Por ello en esta nueva semana (del 20 al 24 de marzo) estoy editando los clips de cada día con ClipStudio en el móvil (¡muy fácil de usar y con muchas funcionalidades!) así no se me acumulan. Espero que haciéndolo así no me lleve cinco horas editar el weekly al final de la semana (más o menos es el tiempo que me pasé el otro día jaja)
Pienso a veces que a lo mejor a nadie le interesa ver mi día a día de escritora, que también incluye lecturas, algunas que otros sucesos "paranormales"😤como vecinos molestos, bombonas que no llegan, o iniciativas como las entrevistas a escritores (que por cierto, estoy a punto de cambiar. Pero por más que a nadie le interese, a mí me motiva verlo y así también ser consciente en donde gasto el tiempo. (Podría estar escribiendo en vez de editar vídeos, sí, sin embargo, editar me da una paz mental difícil de obtener de otro modo, es ordenar, cortar y pegar, agregar algún que otro efecto de sonido simpático, y reírme de mí misma)
Tener ahí los vídeos me sirve de recuerdo, ya que mi memoria está en decadencia continua. Pensé que compartirlo por aquí sería también lo justo. Esta web es el lugar primigenio, de donde parte todo lo demás. Tantas redes que atender a veces es una locura, y un agobio, pero al fin y al cabo he elegido una vida de escritura y eso conlleva escribir (obvio) y crear. A menudo, enloquecer.
Me gustaría crear una newsletter mensual a modo de recopilación de todas estas cosas, weeklys y demás, pero no sé en dónde hacerla sin volverme loca, una vez más. Si sabéis de algún sitio fácil, por favor dejar vuestro comentario.
¡A más leer! Nos vemos en la próxima página del diario, dios sabe cuándo📖
Hace unos días reflexionaba por aquí si acaso me estaba obligando a escribir algo que no me apetecía, o algo que me había parecido una estupenda idea y ya no lo era tanto. Después de pensarlo un poco bastante, me di cuenta de que el problema tal vez era más profundo. Odiaba al narrador de la novela que intento escribir, lo odiaba porque estaba todo el tiempo diciéndome cómo se sentía la protagonista, el personaje principal. A veces creo que no sé escribir de otra forma que no sea como narrador omnisciente, ya sabéis, ese que todo lo puede, el dios de la escritura. Pero aborrezco cada día que pasa a ese narrador sabelotodo.
Por lo que me he puesto a estudiar y analizar, libros escritos en castellano, clásicos y modernos, manuales de escritura creativa que tengo por casa, todo para llegar a la búsqueda del narrador perdido. ¿Quién soy? ¿Soy la escritora o soy el narrador?
No es un asunto de posesión fantasmal: el escritor escoge un intermediario y se esconde tras él. El escritor es el dios de la historia, el creador, pero el narrador es nuestro lazarillo. A medida que avanzamos, vamos siguiendo ciegamente esa voz que ya reconoceremos en cualquier rincón del cuento o la novela. El placer de escribir, 2. El ojo de la historia: el narrador.
El narrador testigo (tercera persona) o protagonista (primera persona) no me molesta tanto, una vez decido cuál va a ser, suele funcionar. Mi problema llega al seleccionar el narrador testigo, es decir, la voz en tercera persona. Este narrador tiene varias maneras de comportarse, a grandes rasgos:
Narrador omnisciente y narrador cuasi omnisciente. El omnisciente está presente todo el tiempo, conoce tanto las circunstancias pasadas como las futuras, puede dar pistas al lector de por donde va la trama antes incluso de que el personaje sepa qué está ocurriendo, sabe y conoce los pensamientos más íntimos de todos y cada uno de los personajes, qué los mueve, a dónde van, de donde vienen... Y este narrador ha terminado por aburrirme. Al ser una lectora apasionada detecto los tipos de narrador usados por el escritor casi de forma instantánea, y en la mayoría de los libros que leo aparece el omnisciente, siempre juzgando, relevando lo que piensa el personaje y llenando la historia de detalles que podrían ir descubriéndose según avanza la trama. Pero no, el dios todopoderoso quiere estar en todas partes. y puede hacerlo, es correcto.
Lo que más me molesta es que al conocer los sentimientos de los personajes, los muestra, y a veces los hechos ya hablan por sí solos, es redundante. Me gusta que me dejen pensar cuando leo y no que me den todo masticado (hablo más bien de que el narrador te guíe contándote cómo se sienten los personajes) ¿Por qué no puedo pensar cómo le ha sentado tal acción a fulanito, que tiene que venir el narrador a decir que se sintió mal? 😠
En algunos casos el narrador omnisciente está tan bien utilizado que esos detalles no se notan, pero cuando estás escribiendo y empiezas a verlo por todas partes dando su opinión sin que nadie se la pida, es desesperante. Para eso incluso preferiría escribir en primera persona, al menos tendría sentido que el personaje que narra cuente cómo se encuentra.
Usar el otro tipo de narrador, el cuasi omnisciente (también llamado narrador-cámara), es difícil. Se compara a menudo con una cámara de cine, solo muestra lo que ocurre. Por supuesto, puede conocer detalles como el físico del personaje porque lo está viendo, pero él desaparece de la escena, no opina, no juzga y tampoco sabe qué va a ocurrir. Los personajes se muestran gracias a los diálogos, sobre todo, y el resto queda en manos del lector.
El narrador omnisciente, aunque es utiizado por muchos autores, puede resultar inverosímil y artificioso. El placer de escribir, 3. El ojo de la cerradura: el narrdor (II)
Está claro que decidirse por uno o por otro ha de ser una decisión en firme y meditada. Mezclar los dos no es muy recomendable, aunque se hace (el narrador mestizo)
Hay muchos más tipos de narradores, tantos como la imaginación del escritor quiera. Sigo buscando el mío, que sea más bien tímido y que no asome demasiado la pata. Por favor.
Aprendiendo de los maestros
Llevo una vida de escritora un poco caótica, a decir verdad, sirva esta reflexión como intento de ordenarla.
Leo y escribo mucho, pero mucho, mucho. Últimamente, escribo más que leo, pues si no es aquí en la web, ando metida en miles de asuntos que requieren de la escritura (este mes empiezo un curso de Copywriting, también nacerá con la primavera 🌼 un proyecto muy grande de literatura en donde también escribo, la antropóloga anda con sus investigaciones —más escritura, aunque diferente—, he creado un blog de viajes con mi 🖤✍️ y además estoy escribiendo (o intentando hacerlo) una novela juvenil)
No podría ser más feliz haciendo lo que más me gusta (aunque en el fondo el pepito grillo de la vida me repite incansable que estoy en el paro). Disfruto mucho escribiendo (aquí decía lo contrario, pero me refería a escritura literaria)
Creo que es importante distinguir entre las distintas formas de escribir: por necesidad (como ahora, para ordenar la mente), por trabajo (si es a lo que te dedicas) por placer (escribir cualquier cosa), para crear (escribir un libro) por investigar... Bueno, todas pueden complementarse, pero no es lo mismo ponerse a una que a la otra. Mi escritura "por necesidad" prácticamente me sale sola (como ahora), no me quedo pensando en qué poner, ni me atasco, ni tampoco me parece que esté mal escrito (a pesar de que siempre se puede mejorar mucho).
Me paso los días entre letras, es así. Sin embargo, esta entrada es una reflexión necesaria, por algo que enturbia mi mente de escritora y que no sé muy bien qué es. Tal vez un poco de saturación. Por todo lo mencionado más arriba, siempre estoy escribiendo algo o leyendo. Me he dado cuenta de ello y es genial porque es la mejor manera de aprender✨ Leyendo y escribiendo. Si andar se aprende andando, a escribir se aprende escribiendo y leer ayuda muchísimo.
En la escritura académica, en la web o escribiendo reseñas y artículos no tengo ningún problema. Unos días sale mejor y otro peor, pero siempre sale🙏🏼sin agobios. El problema está en la escritura de libros de ficción, en concreto, en mi última idea para una novela. Pienso que me estoy obligando a escribir algo que me pareció una estupenda idea hace unos meses (recién terminada la otra novela que sigue buscando editorial) y que ahora ya no me semeja tan buena idea. ¿Por qué? No termino de encontrar el tono para esta novela juvenil, pero es que a lo mejor no tengo que estar escribiendo eso🙄🤔💭
Por eso me puse a pensar que a lo mejor me estoy obligando a escribir algo que no me apetece, ¿y a quién se lo debo? ¿Acaso alguien me ha contratado para escribir esa novela y tengo unos plazos? (Ojalá🙏🏽) ¿es que no tengo otras novelas para escribir? ¡Al contrario! Todo lo que he excavado en la búsqueda de ideas para esta historia, me encanta, pero tal vez no es su momento y no pasa nada. Las anotaciones están ahí y puede esperar.
No me he dado ni un respiro desde que terminé la edición de la otra novelay fue (o es) una historia muy potente, lo más largo escrito por mí hasta la fecha, difícil y a la vez sanador. Una novela que es de un género difuso, drama, contemporáneo, romántica, historia de vida, algo que nunca había escrito. (Realismo psicológico, según me han dicho). Me siento como mantequilla untada sobre pan caliente, que diría Bilbo Bolson, y aunque parece que siempre me estoy quejando, es solo la realidad de mi cerebro bailarín.
La autoexigencia a menudo pone obstáculos en cualquier camino, pero calma, querida, calma. Todo llega.
¡Nos leemos en la próxima página del cuaderno!
Leer a Belén es ir a lo seguro. Ella nunca defrauda con sus historias, que van más allá de unas palabras formando oraciones y párrafos. Hace muy poquitos días publicó la segunda parte de La flor de la dedalera (por aquí la reseñé el año pasado) "La canción del diablo". Volvemos a Pazo Gabeiras.
Si no has leído la primera parte te perderás un poco en esta segunda, ya que los personajes y el lugar siguen siendo los mismos, la trama también. En el primer libro quedaba un final bastante abierto (por suerte para nosotros los lectores) que no pudo tener una mejor continuación.
Sinopsis: Cuentan que en las noches de luna llena, O Demo silba buscando almas que atrapar en los cruceiros, o quizás solo sea el aire jugando con el polvo del camino.
Cuando todo parece en calma en Pazo Gabeiras, con una boda en el horizonte y el recuerdo de los terribles acontecimientos del pasado como una lejana pesadilla, las plantas de dedalera comienzan a enfermar, rumores de reorganización de la secta y extrañas misivas recuerdan a la familia la amenaza formulada antes de desaparecer.
《El diablo nunca pierde, tan solo retrasa su victoria》
Esas plantas de dedalera enfermando, deshaciéndose al contacto con la lluvia, me produjeron escalofríos. Parte de la protección del Pazo Gabeiras está en esas plantas, que allí crecen durante todo el año.
Cuando las puertas metálicas de Pazo Gabeiras se cerraron, un aullido desgarrador recorrió el bosque, pero en aquella ocasión nadie pudo escucharlo. Capítulo XII.
Como dije por Goodreads y repito aquí:
He logrado escuchar esa canción silbada al oído, en cada susurro, en cada traición. O Demo anda solto, y más vale andar con cuidado en nuestro regreso a Pazo Gabeiras.
Y es que la manera de narrar de la autora es sencilla y efectiva. No anda con rodeos, solo dice lo que tiene que decir en cada momento, sin adornos, centrándose en lo que ocurre y también en los personajes, a los que más te vale no coger demasiado aprecio🔪
No debemos tapar sus lágrimas, al contrario, debemos dejar que nos empapen y que con ellas se lleve también las nuestras. Capítulo XIII.
Lo que ocurre no es inesperado. Al menos no para mí. No del todo, pero aun así hay algo mágico ahí dentro de esta segunda parte. Silencios y susurros en lo profundo del bosque, algo ancestral, místico, rodeado de misterio.
La magia de esta historia es poder meterse tan dentro de ella, que el exterior desaparece durante el tiempo que dura la lectura. No estás en tu casa, al calor confortable de un radiador, tapada con una manta, no. Estás en Pazo Gabeiras, sufres y lloras como la que más. Vuelves a amar a los personajes y a odiar a otros.
¿Qué más se puede pedir a una novela que consiga esto? Transportarte, llevarte de la mano, por aquí, shhh, cuidado, coge la dedalera entre tus dedos, mal presagio si se deshace con la lluvia. Más vale que podamos oír una vez más el chasquido y el aullido, y no nos quedemos escuchando cierta canción.
Leí esta novela en una mañana, apenas tres horas en las que capítulo tras capítulo conectaba más y más con todo ese mundo creado. Una novela de misterior, casi thriler, pero mucho más que eso. Algo que atrapa.
Non teñas medo meu ben, non é o lobo o que ven.
O Demo volveuse temeroso.
O Demo chora coma un neno cando escoita o que xa ven.
El otro día se me ocurrió una idea para grabar un vídeo para YouTube, aunque en principio iba a ser una entrada para esta suerte de diario escritoril. Lo cierto es que la reflexión base me quedó a medias, porque quería hablar del proceso de escribir en sí, para mí la peor parte de la escritura, ¡aunque parezca increíble!... Por suerte, siempre queda la palabra escrita para terminar de ahondar en el asunto.
En el vídeo podéis escuchar las distintas fases por las que paso en el proceso de escritura de un libro a día de hoy (digo a día de hoy, porque puede que a día de ayer fuese distinto)
Decidir qué voy a escribir (género, temática, longitud...)
Búsqueda de ideas y escaleta
Escritura en sí
Es ese momento el que más temo. Y como escritora no entiendo que esto pueda ser así, ¿no se supone que es dónde más debería disfrutar? El problema viene al pensar demasiado. Vale, ahora voy a escribir mi libro. Después de buscar ideas y ordenarlas, aquí estoy frente a mis hojas en blanco. Si escribo rápido y sin pensar demasiado, luego vendrán los problemas en la edición y no serán pocos (como me ocurrió en La ventana de Nora). Decidí entonces esta vez escribir con más calma, pensando cada frase, cada movimiento y cada escena💣💣💣💣 Pobre de mí.
El problema de tener tanto tiempo para pensar mientras estás elaborando las frases es que de repente todo me empieza a sonar fatal: el tono no es adecuado, este personaje me cae mal, qué bazofia, sin embargo, quiero seguir escribiendo porque sé que el resto de capítulos están ahí esperando y la historia que imaginé me gusta mucho. Si no puedo avanzar, me frustro porque quiero acabar enseguida (la impaciencia es otro de mis males)
Se necesita algún tipo de rutina y horario, silencio o música. Cada cual lo hace a su manera. Escribir es un trabajo creativo y como tal es más difícil establecer un momento oportuno para hacerlo. Si trabajas en una oficina y tienes que hacer cien facturas al día es algo mecánico, hecho casi por costumbre y práctica. Escribir tiene también su parte mecánica (en especial teclear en el ordenador, algo que puedes hacer más lento o más despacio) debes formar frases: sujeto, verbo y predicado, hacer que concuerden y que tengan sentido. Todo tiene una estructura base. Pero la creatividad va y viene, no está disponible cuando la llamas ni cuando te sientas en el ordenador (¡ojalá!) Tiene que ver con las circunstancias de tu alrededor y también con tu propio ánimo.
Es complicado avanzar si justo donde te atascas es el momento de escribir, ese momento que más debería fluir.
Seguimos intentándolo.
¡Nos vemos en la próxima hoja del cuaderno!
Hoy no vengo a escribir sobre escritura, sino sobre una lectura que he terminado en estos días.
El año pasado la editorial Malpaso&Cía me envió este libro de Berta Mongé: Dar a sombra. Un relato intimista sobre la propia vida de la escritora, sus ideas y recuerdos. El testimonio de una mujer intentando quedarse embarazada.
La autora de "Dar a sombra" nos entrega esta crónica fragmentaria, formada por episodios de su vida cotidiana, ideas, recuerdos, preguntas y sueños, que son el testimonio vital de una mujer que ama y sufre mientras intenta dar a luz un sueño: el de ser madre. La reproducción asistida no consigue generar el latido deseado, lo frustra con su luz artificial, invade los rincones de lo cotidiano con ilusiones postergadas. Cuatro años de incertidumbre y dolor han servido, sin embargo, como fuerza de inspiración creadora para elaborar esta bitácora emocional sin artificios.
Es una historia compleja y emotiva al mismo tiempo. La narración atemporal de un intento frustrado, contado en forma casi poética a través de pequeñas píldoras de esperanza y desesperanza. Me parece que la autora ha sido muy valiente al publicar algo tan sensible y delicado, vivido en sus propias carnes.
Por momentos suenan a llanto las palabras, distintas según quién las lea y el momento en el que se haga. Porque a veces las lecturas tienen su tiempo, también. No todo nos entra igual. Afecta el estado de ánimo, la receptividad y las propias circunstancias. Seguro que la escritura de esta historia compuesta de pensamientos, resultó terapéutica para la escritora y se nota al descubrir esas letras uniéndose y formando un todo.
Lleno de metáforas y posibles interpretaciones, cada fragmento significa lo que cada lector quiera:
He soñado
que había un pájaro
en el dormitorio.
Estaba dentro de una bolsa
y escuchaba el ruido
de sus alas contra el plástico.
Sabía que estaba ahí
pero, dormida, no podía abrir
el nudo que lo atrapaba.
Es impactante comprobar cómo, a través de la escritura, se puede dar salida a esos sentimientos tan íntimos que brotan desde lo más profundo del ser, rogando por salir afuera.
Berta Mongé estudió periodismo en la Universidad Ramón Llul y Literatura Comparada en la Universidad de Barcelona. También estudió algunos años de Bellas Artes y comenzó a trabajar en el mundo de la producción audiovisual. De ahí pasó a la producción de eventos y distintos proyectos de la cultura y las artes.
Se encarga, entre otras cosas, de diseñar colecciones, cubiertas de libros, leer muchísimo, buscar referencias y trabajar con varios editores.
Hoy me he cruzado por la calle con el que fuera profesor de Lengua y Literatura en el instituto en donde estudié (tiempos aciagos) y recordé una de las asignaturas optativas que él impartía: Técnicas de Expresión Escrita.
Y así, como quién no quiere la cosa, ya estamos en febrero⌛
Cuando elegí esa asignatura (en 4 ESO) no podía estar más contenta. Poco duré en ese curso, antes de terminar el primer trimestre abandoné los estudios. Pero recuerdo con gran amor esa asignatura y en particular uno de los ejercicios: escribir una historia corta para después leerla en clase. En aquel momento, yo tendría unos diecisiete años (repetí curso) y ya escribía mis historias en libretas o en cualquier papel que encontrase disponible. El arte de imaginar estaba instalado en mí.
En 2016 recordé esa historia que había escrito por un anuncio de la lotería de navidad.
La verdad es que la historia original del maniquí la perdí con el paso del tiempo o es que acaso nunca llegué a conservarla, tan solo el recuerdo permanece. Una historia inacabada, de esas que tanto me gustan.
Os dejo con un pequeño fragmento rescatado del olvido:
“Yo callo, pero en mis adentros hablo”
Día 24,177.600:
Y como todas las tardes desde hace muchos años el reloj marca las cinco.
Las tres señoras hacen su entrada triunfal en la tienda, acompañadas, como no, por sus pequeños perros que nada más cruzar la puerta corren como locos entre los baúles y jarrones.
Nuestros clientes, en su mayoría señoras, son de la alta sociedad y no quieren dejar a sus animales a la intemperie, aunque estemos en verano. Alguna de ellas ha dicho en más de una ocasión que son animales muy caros y que cualquier desaprensivo ladrón se los llevaría.
Sé que el barrio en el que estamos no les gusta, sólo hay que fijarse en su ceño fruncido cuando vienen, de todos modos respetan a Vera y saben que la tienda es muy importante para ella. Las señoras dicen ser sus amigas, pero yo tengo mis dudas.
Esa Mónica de aquellos años era muy reaccionaria, quería, a través de sus escritos buscaba criticar algo de la sociedad. Se creía que su opinión debía ser escuchada (época también de enviar las cartas al director, otro día os cuento sobre eso).
Espero recuperar algún día a Mack, el maniquí, para que nos cuente cómo acabó encerrado en un cuerpo de madera.
Nos vemos en la próxima página del cuaderno, ¡quién sabe cuándo! ¡A más leer!