Cute Black Pencil Día 365 de 365: adiós, 2023, adiós recuento de días.

Día 365 de 365: adiós, 2023, adiós recuento de días.



Bien está lo que bien acaba, que dice el otro. Después de iniciar el año 2023 con esta suerte de "Diario de escritora" que como yo misma vaticiné, NO sería un diario, ha llegado el momento de la despedida. Pero no es un adiós definitivo, es solo un hasta luego.

Cuando esto se publique, seguramente estaré ya esperando a que den las 12:00 de la noche, suenen las campanadas y comience el 2024. Como siempre, empezaré el año durmiendo 😅 En 2022 no comí las 12 🍇 (ni 6 partidas a la mitad) sino que cada campanada la acompañé de un gusanito, sí, esos blanditos de maíz 🌽 Todo lo que me permitían mis casi recién estrenados brackets por aquel entonces. Han pasado doce meses, aunque no doce causas y los asuntos literarios han ido creciendo y decreciendo.

No quisiera hacer aquí un repaso de las lecturas de 2023, pues esa entrada ya debe estar publicada muy cerquita de esta (Booktag fin de año: Lecturas 2023) Finaliza el año, finaliza el recuento de días. En adelante, escribiré mucho, ya que es uno de mis propósitos más firmes para el 2024, pero no contando los días. Al final terminé dando tumbos por 2023, escribí sí, pero ¿lo suficiente? 

Contar los días que transcurren es agobiante, de pronto me imaginaba que llevaba días sin escribir nada en este diario y ya me entraban los siete males. ¿Por qué si nadie te obliga? Que diría mi hermana. Pues verás soy una persona extremadamente exigente conmigo misma, date un respiro, me digo, no, me respondo. Así de exigente con todo lo que hago, incluido escribir aquí cualquier tontería como ahora mismo. 

Lo que importa es escribir.

Como en la cápsula del tiempo ya debí de contar (es que estoy escribiendo esta entrada antes que la que voy a publicar primero, no te pido que lo entiendas, solo quédate) ha sido un poco extraño en lo referente a mis cuestiones literarias y al mismo tiempo me he dado cuenta de varios errores cometidos, también algún que otro acierto. 

*Aclaración* La cápsula del tiempo ha sido solo para dejar por escrito los propósitos y preguntas para el próximo año. Así que paso a relatar mi resumen, que no balance, de 2023 (en asuntos literarios) 

Enero comenzaba con una reflexión desde la trascendencia que ni siquiera era de este año que empezaba, sino de 2020, con la que me sentía muy identificada. Y es que la vida es un bucle bastante interesante, al menos para mí lo es. Nacía también el diario de escritora, no solo aquí en el blog-web, sino en vídeo (ver en Youtube) cuando me di cuenta de que hasta entonces mi contenido estaba destinado más a escritores que a lectores (se supone que mi público objetivo son los lectores) Pero sin darme cuenta me estaba alejando de la escritura 🤔 visto en perspectiva. Entonces acababa de editar la novela que escribí en 2021 - 2022 y comenzaba la búsqueda editorial. El agotamiento era evidente, aunque para mí el inicio del año es emocionante. ¡Algo que empieza! Una ilusión. Tenía la firme convicción de escribir casi todos los días en el diario de escritora (JAJA, pobre de mí) De la lista de lecturas pendientes que enumeré en esta entrada del día 11 ¿adivinen qué? 

Solo leí (completos) dos. El instituto lo abandoné a medio camino sin saber muy por qué, no conseguía conectar con la historia. Mientras, empecé con la creación de otra novela. Decidí que quería llevar a cabo esa idea que tenía desde hace muchos años de escribir algo en gallego. Pero escribir en gallego es complicado, así que me puse a elaborar la escaleta. El 26 de enero ya estaba con un bloqueo escritor bien interesante... 
¿Por qué no puedo escribir sin más? —me preguntaba—. Porque convivo con una mente dispersa y cuestionadora. Y cuesta. Cuesta mucho acallarla y fluir. 
Entonces míster 🧠 a quien ya conoceréis si alguna vez habéis leído mis entradas por aquí, se lanzó a los disparates más grandes que se le ocurrían con tal de no afrontar el reto de la escritura. Cerebro hastiado y aburrido dijo: céntrate en el canal del YouTube, graba más vídeos, ¿qué es eso? ¡Mira la etiqueta de #writertube! 🫢 ¡Tantas novedades! Por eso, febrero y marzo me los pasé haciendo vídeos para YouTube, que si entrevistas a escritores (salió mal) que si reaccionando a frases de mis seguidores (mal no, fatal) y así. ¿La novela para traducir al gallego? Abandonada. Bloqueo y cuestionamiento: ¿será que me estoy obligando a escribir? Cualquier cosa en vez de enfrentar la realidad. Míster cerebro y su huida alocada de aquello que le supone más esfuerzo.

A todo esto nació el Arboverso, un lugar relacionado también con la literatura, en esta caso la de terror, ciencia ficción y fantasía. El día después de su lanzamiento (tras meses de preparación) lloré. Y no de emoción, sino de agobio😅Otro sitio al que dedicarle tiempo y esfuerzo. Mi hermana me decía que esa no era la intención, que el Arboverso estaba ahí y que nadie me obligaba a escribir artículos o crear contenido. Ah, pero, habla con míster 🧠 Él y sus cosas.

Abril, el mes de la literatura con la celebración del Día del Libro y la llegada próxima a la apertura del Premio Literario Amazon tambaleó todo el micromundo literario que nunca llegué a formar en este 2023, el año del caos absoluto. Escribiendo una nueva novela, sí señores y señoras, porque me autoconvencí de que lo que pretendía escribir, la novela juvenil para traducir al gallego, eso, me estaba obligando, no es lo que quería realmente. Me lo creí. Míster 🧠 feliz de la vida, porque le daba la oportunidad de comenzar algo nuevo. Ah, pero. En esa ocasión fui más consciente que nunca y le dije: si empiezas esto, lo terminas.

Abril fue el mes de la escritura y sí, escribí mucho (no sé si bien) Casi todos los días conseguía sentarme al menos cincuenta minutos a escribir y según lo hacía el hábito se iba creando. A los pocos días ya no me costaba hacerlo y fluía. Hubo atascos, como no, cuestionamientos y delirios, pero a finales de mayo terminé con la escritura de la novela. Después vino la edición, reedición, corrección y maquetación, junio y julio. ¡Una odisea! Gracias a la inestimable ayuda de mi hermana pude llevarlo a cabo y concederle a mi yo exigente lo mejor que pude hacer en ese tiempo. Terminé agotada, y si me preguntas: nunca más volvería a hacer eso. 

Publiqué Ciudad Gris el último día de julio (una época malísima para publicar un libro, todo fuese por participar en el maldito premio literario Amazon)

Agosto el mes de la desconexión fue genial, apenas me preocupé por ver cómo le iba a Ciudad Gris, menudos dolores de cabeza me evité. Y realmente ha sido una historia a la que no le ha ido demasiado bien, aún no sé por qué. Quizás las prisas no son buenas, al fin y al cabo.

En septiembre comenzaba nueva temporada como si la vida fuese una serie de Netflix. Tras la desconexión veraniega todo me parecía más sencillo, concentrarme, crear una rutina, pero una vez más era mentira. Don 🧠 seguía haciendo de las suyas. Por mucho que planeé regresar a la escritura de "El tesoro de las gárgolas" (justo con lo que había comenzado el año) no fui capaz de ponerme al cien por cien. Que si escaleta, que si técnica del copo de nieve... Pero, ¿estás escribiendo la historia? Spoiler: NO. 

Lo que hice es grabar y editar un montón de vídeos para el canal de YouTube y si me preguntas por qué, te lo digo: porque me divierto y eso a 🧠 le encanta. Ah, pero, si requiero de él para asuntos de concentración, desaparece. Leer, grabar vídeos, hablar, editarlos... Eso es sencillo. Dedicar un par de horas a escribir ya no tanto. Y tú que me sigues hace tiempo dirás "¿pero entonces no te diviertes escribiendo?" ¡Claro que sí! Solo necesito llegar a ese punto en el que dejo de pensar que cada palabra que aparece ante mis ojos está mal, que cada frase es un sinsentido, que la historia es floja, y esas cosas. Si logro que esa voz se calle, puedo escribir. 

A todo esto, la novela que escribí durante 2021/2022 no encontró ninguna editorial que quisiera publicarla. Valoré varias opciones, autopublicar con editoriales de servicios editoriales, como Caligrama o el sello Mascarón de Proa de Almuzara Libros. No me convenció ninguna opción, en especial porque son caras. Tras hablar con mi querido Leandrus, él dijo que creía en esa historia💟Y allá se fue a la lista de espera para un informe de lectura profesional que no estará listo hasta mitad del año que viene, por lo menos.

He perdido la cuenta de las veces que cambié la apariencia de mi página web (procrastinar dirían algunos) buscando el ánimo y la comodidad para seguir escribiendo cualquier cosa. No necesariamente nada coherente, en la absurdidad está el gusto. Solo quería despedirme del 2023 con esta entrada final, la que simboliza el fin del recuento de días y da paso a un año de escritura (o eso espero porque después siempre es lo contrario 😅) No se puede planear demasiado, porque el destino a veces es pendenciero. Organizas y organizas y viene y la vida y te dice: NO.

Aún recuerdo aquel horario tan bien estructurado que me hice a principios de marzo de 2020 y vino el coronavirus y dijo: NO. Y así entre noes y síes, aquí nos hallamos, un año más, un año menos. 

Si estás leyendo esto, te deseo un feliz y próspero 2024 y si quieres déjame un comentario para que sepa que estás ahí al otro lado, y al menos alguien lee estos desvaríos finales🍇 Soy muy consciente de mí misma, de mis aciertos y errores, me analizo y vuelvo a analizar, todo sigue igual.

Nos leemos muy pronto, ya sin cuaderno, pero aquí de todos modos.

Gracias por leerme, te dejo una fotografía de algo que me ha hecho muy feliz este año 2023 y no, no son libros ni personas (que también hay de ambas cosas) Es una cosa que nunca había hecho: subirme en un avión. Adoro las nuevas experiencias. Gracias, mi Leo.


M-F

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2 Comentarios
  1. Qué interesante esta entrada. Has hecho un muy buen resumen de tu año como escritora. Espero que este año escribas tanto como en 2023, porque dices que no le has dedicado suficiente tiempo, pero por lo que cuentas, a mí me parece que sí.

    Un saludo,
    Laura.

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    1. Gracias por comentar y leer mis desvarios😇La verdad es que sí que escribí, pero no lo que tenía planeado al principio del año ✨

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