Cute Black Pencil Escribir para qué...

Escribir para qué...


Ayer vi una pregunta por Twitter: ¿cuándo empezaste a escribir? Supongo que uno empieza a hacerlo cuando aprende a hacerlo. En la escuela. Tengo varios recuerdos, igual de falsos y verdaderos. El cerebro 🧠 los modifica a voluntad según pasa el tiempo. 

Mi madre me contaba que mi profesora de párvulos (Mabel) me daba pesetas (¡de aquellas!) porque me portaba muy bien y comprendía todo rápidamente, en especial lo que tuviera que ver con las letras. Más adelante, leía en voz alta las noticias del periódico cuando iba con mis padres a los bares. No tenía acceso a distintos tipos de libros, de diferentes temáticas o géneros, pero la colección de cuentos Disney de los años 90 se desgastaba bajo los ávidos ojos lectores de mi hermana y míos (y las orejas, pues también traía casetes). Sin embargo, había otra cosa que me gustaba mucho, incluso más que las letras: la música. Mi profesora del colegio en primaria, al ver mi facilidad con la flauta dulce, le dijo a mi madre que me apuntara al conservatorio del pueblo y así fue. A los diez años, casi once, comencé a aprender solfeo y más tarde, un instrumento musical. Pero esa es otra historia. 

Mientras, en el colegio no me iba mal. No recuerdo estudiar en casa, ni hacer los deberes, imagino que los haría y aprobaba todo con PA (no existían entonces las calificaciones numéricas, ni los notables y sobresalientes) progresa adecuadamente. 

El acceso soñado a libros de ficción lo encontré en la biblioteca del colegio, pero entonces ya me gustaba inventar historias en mi mente. Una rica imaginación me permitía jugar en soledad sin aburrirme, además estaba mi hermana, con otra imaginación desbordante, una libre imaginación, que decíamos. No había demasiadas cosas con las que distraerse, la tecnología no estaba a nuestro alcance (no porque no existiera, sino por otras causas). Escuchábamos la radio y en verano grabamos nuestro propio programa de radio en un casete que llevábamos a todas partes: radio dúo calavera. Si hubiera sido hoy, tendríamos un pódcast o un canal de YouTube. ¡Qué vergüenza! 

Volviendo al hilo central de la entrada matutina de lunes (me ha dado por ahí) ¿cuándo comencé a escribir? No lo sé. Una historia más o menos coherente apareció en una libreta (seguramente del colegio, mal aprovechada) Tommy, el que nunca duerme. En alguna parte he contado la historia de esta historia, valga la redundancia, ya que uno de los relatos de Sueños de otro mundo está inspirado en esa primera "novela" de la juventud. Imagino que si hubiera tenido recursos a mi alcance, como los tenía con la formación en música, podría haber aprendido mucho más sobre el arte de la escritura. Para mí resultaba (y resulta) algo natural unir las frases y construir algo que no existía antes. Como dice Sanderson, lo mejor de la escritura es crear en donde no hay nada. Inventar. 

Los escritores nos sumergimos en nuestros mundos y nos dedicamos a algo que nos apasioan. Porque escribir es fascinante. No quiero ponerme demasiado místico, pero tieneas una página en blanco y creas algo a partir de ella. Brandon SandersonPag. 25 en "Curso de escritura creativa" (2022)

Puede que no tenga la prosa más fluida, ni la más cuidada. Hay mucho que mejorar (pero mucho, mucho). Mi experiencia escribiendo se basa en prueba y error. Lectura y más lectura, porque antes de escribir, amaba (y amo) leer lo que otros escriben. Y fijándome en eso fue cuando comencé a escribir mis propias historias. He aprendido en este mundo literario a partir de mi observación constante, en los libros que leo, en la búsqueda de información a través de internet, en la preparación por mi cuenta y sobre todo: escribiendo.

Lo mejor que podéis hacer para mejorar en la escritura es adoptar la buena costumbre de escribir con regularidad.  Brandon SandersonPag. 20 en "Curso de escritura creativa" (2022)

Hoy en día hay demasiadas distracciones (no como antaño que me sentaba a los pies de la cama con la única compañía de un bolígrafo y una libreta —tal vez algún gato— y escribía sin más). Que si crear contenido, que si ver este u el otro vídeo, que si editar lo que ya está escrito... ¿Y cuándo escribes? ¿Cuándo practicas el noble arte para el que crees que estás predispuesto? Pues ahora mismo, en esta misma entrada. Pensando también en abrir el "Taller de la escritura" que un día ideé en mi mente, quizás como lugar en el que escribir, practicar y contarnos experiencias.

Escribir para qué... Dice el título. Puede que no sepa el para qué, pero sí el por qué: para liberar todas esas historias que permanecen encerradas en mi mente, porque siempre lo he dicho, nadie puede imaginar lo mismo que tú. Puede que algo similar (todo está inventado) pero jamás será igual. La idea central sí, pero los detalles son únicos de cada mente.

Escribo porque lo que hay en mi mente nadie más puede escribirlo.

Y tú, ¿por qué escribes? 

Publicar un comentario

0 Comentarios