Este libro me llama de vez en cuando desde la estantería... Puede sonar a locura y ser descabellado, pero así es. Hoy no voy a escribir una reseña, de hecho ya la escribí: Reseña La historia de Lisey cuando lo releí tal vez por cuarta o quinta vez en 2020. Lo leí y releí antes siquiera de escribir reseñas, antes de que existieran bookok, bookstagram, booktuber...
Y esta fue la sexta (o la séptima). Me gustaría contar por qué volví a leerlo, por qué justo en este momento y cuáles han sido mis sensaciones esta vez. Porque aunque lo relea, siempre hay algún detalle que descubro o veo con otros ojos. Todo sigue igual.
Esta es una disección de la historia, *spoilers incluidos*. Por ello, si no has leído el libro y piensas leerlo en algún momento, mejor ve a la otra reseña que puse más arriba 👆🏻
Si has leído el libro y no te ha gustado quizás te interese conocer mi análisis para verlo desde otra perspectiva (o no) y si conoces el libro pero no vas a leerlo nunca porque no es para ti, entonces puedes seguir adelante, perdiendo las sutilezas de la historia, eso sí.
Mi historia con La historia de Lisey
Por siempre estaré agradecida al destino que decidió poner en mi camino a Círculo de Lectores y a aquel amable muchacho que me conquistó con dos preguntas certeras: ¿te gusta leer? ¿te gusta Stephen King? Gracias a esa estupenda coincidencia, tuve acceso mensual a un catálogo de novedades literarias que de otro modo no hubiera visto en ese momento (2007-2008)
Por supuesto cuando una de esas novedades era de Stephen King la compraba enseguida. Así me hice con Cell, La cúpula, 22/11/63, El viento por la cerradura, Doctor sueño... y como no: la historia de Lisey. Debo decir que esta edición para Círculo de Lectores es la que me parece que tiene una cubierta muy acertada (no así la sinopsis, que no le hace ninguna justicia)
La cubierta más reconocida, roja y con una pala floreada no termina de convencerme (la pala sí). No sé quién decidió que el rojo era apropiado, cuando desde el inicio se habla todo el tiempo de una metafórica cortina violeta.
Así, descubrimos muy poco a poco el pasado de Scott Landon (aunque esta sea la historia de Lisey) y todo o casi todo hace clic.
Esta vez la relectura estuvo a cargo de cierta operación que tuvieron que hacerme a mediados de junio. Yo ya estaba preparándome mentalmente para la recuperación que se me venía encima y es cuando me acordé de ese sitio mágico: el lago. El lago está en Boo'ya Moon (así es como le llamaba Scott a ese lugar ¿de fantasía? al que se escapaba (esfumaba) cuando las cosas se ponían feas de pequeño) El mal rollo de la familia Landin tal vez le hizo inventar ese mundo, pero aparece como algo tangible y material. Para Scott es real y también para Lisey cuando se lo cuenta (y viaja hasta allí)
La mente exhausta es la presa más fácil de la obsesión. Pág 258
Hay un sitio. Lo llamabámos Boo'ya Moonm no me acuerdo por qué. Lo llevaba allí cuando se hacía daño y lo llevé allí cuando murió, pero no podía llevarlo cuando estaba de mal rollo (a Paul)
Pues en ese lago (que es también un lago de inspiración de donde los escritores "pescan" sus historias) hay agua curativa. Agarren esto como quieran, puede ser metafórico o todo lo fantasioso que deseen, es ficción. Los Landon nos recuperamos a toda pastilla. Fantasía o realidad (la realidad es Ralph) desde que leí La historia de Lisey y tengo que hacer frente a alguna herida, me acuerdo del lago. En mi caso sí que es simbólico, no me esfumo a un lugar ni tampoco me curo más rápido (o quién sabe tal vez sí, la mente es poderosa)
Ese era el lago al que todos íbamos a beber, la mismísima copa de la imaginación, y por supuesto, cada uno lo veía a su manera. Pág 491.
Y por eso volví a releer y aquí estoy divagando. Porque me parece una historia redonda, donde King maneja a su antojo los tiempos verbales y la no linealidad de la trama. Aquí no hay estructura. Podría adelantar acontecimientos, contarnos desde el inicio que Scott mató a su padre, que Scott enterró a su hermano en Boo'ya Moon porque el mal rollo se había apoderado de él, que comió fruta que no debía después del atardecer, pero lo va dejando caer mezclándolo con la propia historia de Lisey, donde ella libra sus propias batallas, entre ellas la de olvidar a Scott.
Pienso que tardé demasiado en escribir esta entrada desde que finalicé la relectura y ya no me sale explicar todo lo que pensaba mientras estaba leyendo, pero algo es algo.
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