Por aquí sigo con la lista de libros por leer de Stephen Kingy era el turno de Cujo (1981). Conocía un poco la historia porque en algún momento vi un fragmento de la adaptación a película de 1983 (que tampoco es exactamente igual, sobre todo el final, la verdad es que no es una película para personas sensibles al maltrato animal o que le temen a los perros, por más ficción que sea).
King se inspiró en una historia personal (no tan aterradora) para escribir Cujo. Él mismo tuvo que llevar su motocicleta a un taller y allí se encontró con un perro San Bernardo de gran tamaño que lo impresionó y decidió escribir sobre el perro llevándolo a su terreno del terror. Al inicio da la sensación de que quería hacer que el perro estuviese poseído por el espiritu de Frank Todd (un asesino serial).
Sin embargo, Cujo es atacado por un murciélago del que contrae la rabia, no hay nada sobrenatural en ese hecho. El propio King reconoce que no recuerda demasiado del período en el que escribió la novela por su relación con el alcohol y las drogas.
La historia puede leerse desde varios prismas: tal y como está narrada cuenta más la vida de los personajes (humanos) que el supuesto perro asesino. Tanto es así que hasta el sesenta por ciento de la novela no se pone realmente interesante, a pesar del prometedor inicio:
Se detuvo en el porche, contemplando un cielo que todavía era puro como la primavera y de un suave color pastel. Oh, pero ella estaba intuyendo su llegada: algo ardiente. Algo abominable.
Y sus ojos le siguieron cuando se incorporó con un hormigueo en el escroto, el cabello de punta y el aliento como un tenue silbido invernal en la garganta; unos ojos enloquecidos que se reían, unos ojos que prometían una horrible muerte y la música de los gritos que no se oían; algo en el armario.
Se centra en los problemas maritales de los Trenton, los Cambers y en el trabajo de Roger y Vic en su empresa de publicidad hasta tal punto que te preguntarás qué estás leyendo. De pronto Cujo asoma tímidamente y podemos leer qué pasa por su mente (ya rabiosa tras la mordedura del murciélago). Estos diálogos internos del perro son escuetos y un poco surrealistas, pero me gustaron bastante dentro de lo anodino que me parecía todo lo demás.
La otra forma en la que se puede leer esta historia si consigues pasar de la mitad sin aburrirte hasta dejarlo, es de manera metafórica. Se sabe que el King de los ochenta tenía bastantes problemas con diversas sustancias y que además escribió sumido en estados alterados, por lo que quizás ese Cujo rabioso era su propio cerebro intentando decir algo. El perro bueno que nunca haría daño a nadie (el Stephen King sobrio) se convierte en un demonio tras la ser víctima de una "sustancia" extraña y se vuelve loco y rabioso (King ebrio) Claro que esto todo es una suposición basada en única y exclusivamente mi opinión.
No cabe duda de que King tiene una arte especial a la hora de crear personajes memorables, ellos y ellas guían la historia, tienen más protagonismo que cualquier otro evento que pueda suceder. Las descripciones que anticipan los momentos de acción y la propia acción son soberbios, nada que objetar:
La cocina estaba vacía. Nada se movía con excepción de las cortinas, agitadas por una suave brisa que penetraba por las ventanas abiertas. Olía a botellas de vodka vacías. Era un olor agrio, pero mejor que... el otro olor.
Para mí le sobran la mitad de las páginas por mucho que quisiera meternos en situación. El trasfondo de los personajes es irrelevante en algunos puntos como lo de la empresa de Vic y Roger. Me sigo preguntando qué hacía ahí, y no aporta nada importante a la trama. Bueno, salvo el hecho de que Vic se tiene que ir y eso desencadena parte de la historia que viene a continuación.
Desde el instante que Donna y su hijo Tad enfilan la cuesta de los Cambers es cuando se pone tenso y es difícil dejar de leer (un poco tarde quizás para algunos lectores que ya habrán abandonado el libro). Te preguntarás:
¿Cómo habían podido confaabularse tantos acontecimientos juntos?
Y es cierto. Nosotros como lectores sabemos qué está ocurriendo allá en la de los Cambers, pero Vic y la policía dan palos de ciego, mientras la situación se pone cada vez más y más peligrosa. Son situaciones límites en las que es inevitable preguntarse: ¿qué haría yo en el lugar de Donna? (Con todo lo que está ocurriendo, tendrás que leer para saberlo 😉)
Sería difícil hoy en día escribir una historia como esta, ya que es tan común llevar encima un teléfono móvil que Donna habría solucionado el problema muy rápido, avisando a la policía desde el primer momento. Siempre podría haberse quedado sin batería o algo así, pero no sería tan efectivo.
En resumen, el libro me gustó a partir del sesenta por ciento (por ser generosa) y estuve tentada de dejarlo de lado en varios momentos por el tedio de la historia secundaria que tanto ocupaba y poco decía. Un terror cotidiano, sin monstruos (aunque Tad los ve, pobre Tad) y con un final espeluznante que deja bastante mal cuerpo.
Lo que más me gustó: el desarrollo de los personajes (a pesar de todo) y la tensión generada en el último veinte por ciento del libro. Realmente me estaba mordiendo las uñas.
Lo que menos me gustó: todo lo de la empresa de Vic y Roger. Qué pereza.
Fin de lectura: 07 de abril 2024
Pues por tus comentarios pensaba que le pondrías mucha menos puntuación.
ResponderEliminarEs Stephen King 😉
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