Hacía tiempo que este libro estaba esperando su turno perdido entre la marabunta de libros descargados en mi Kindle (desde septiembre de 2022, ni más ni menos). Mientras buscaba mi próxima lectura, pensé que le tocaba ya a algún autopublicado y a poder ser de ciencia ficción o terror. Así llegué a una autora que nunca había leído: Silvia P. Martín, a pesar de que ya ha publicado varias historias. Y debo decir que ha sido un gran acierto elegir esta lectura que apenas me ha durado una semana. Mi ritmo lector está en auge.
Año 2320. La humanidad ha perdido la capacidad de dormir por sí misma.
¿Puede un sueño convertirse en una pesadilla?
Soñar tiene un precio, dice el subtítulo en la portada. Y tanto que sí. No solo soñar, también dormir y descansar lo suficiente para tener salud, algo tan básico que no podemos imaginar cómo sería vivir sin ello.
—No tengo tiempo. —Estuvo a punto de reírse ante la realidad de esa frase.
La premisa de esta novela es de lo más interesante y también tiene su punto de agobio, porque si te quedas sin horas de sueño no es como si te quedas sin dinero en nuestra sociedad actual. Es que privar al cuerpo de dormir produce un desenlace fatal... Por ello, el inicio de la historia desde la perspectiva de Kawachi es estresante, la acompañamos en sus dilemas para encontrar un trabajo que le permita descansar. Conocemos también la parte Norrem donde está Ivo al que le va un poco mejor.
—Me alegro... —Él vaciló—. Me alegro de no estar solo en esto.
Los dos personajes, Ivo y Kawachi, viven en mundos diferentes, pero ambos parecen tener un pensamiento común frente al sistema impuesto de sumisión y comercialización con las horas de sueño. Estamos en un futuro muy futuro, y aun así no parece que hayan cambiado tanto las cosas (a excepción de que los humanos ya no pueden dormir) Estos dos personajes nos muestran el mundo nuevo de una manera natural y fresca, nada recargada y sencilla, lo que hace que leer esta novela sea muy ameno.
Me gustó mucho el tono de la historia y que sea únicamente vista desde los ojos de Kawachi e Ivo, porque son dos personajes muy carismáticos a los que es imposible no tomarles cariño y sentirse identificado con lo que les pasa. Eché en falta tal vez la perspectiva de los "malos" y el desarrollo de otros personajes que aparecían por ahí sin más. Sin embargo, la presentación del mundo me pareció muy oportuna, sin infodumping e interesante.
En esos años, el mundo estaba aún recogiendo sus pedazos. ¿No sería un momento perfecto para que alguien tomara el control?
Necesito poner una zona de spoilers porque a partir de la mitad de la novela no dejé de sorprenderme y eso que he leído algunas reseñas que decían que era predecible🤔 No me lo pareció.
Zona spoiler (subrayar para desvelar, luego no digas que no te avisé)
Cuando Kawachi gana el premio (algo que si me esperaba cuando el patán le tira el boleto encima😃😃) y se va a las Amérikas no me imaginaba qué iba a hacer allí. Pensé, bueno pues ahora se juntará con la sociedad Norrem y se volverá como ellos. No sabía qué interés podría haber detrás de ese giro de guion. Pensé: irá a La Casa y se encontrará con Ivo. ¿Se enamorarán? Es posible. Pero claro, luego llega Ivo y sin querer le quita todas las horas de sueño que había ganado🤣🤣🤣🤣🤣 y se arma una buena. A partir de ahí ya no pude dejar de leer hasta el final. Qué menudo final. La muerte de Ivo me perseguirá siempre en mis pesadillas.
También me llamó mucho la atención descubrir que en realidad SÍ podían dormir👁️ y que todo era un chanchullo de esa sociedad moderna.
Me encantó sentir en todo momento que quería leer y saber qué iba a pasar, la mejor sensación porque es cuando realmente sé que estoy disfrutando de la lectura.
Lo que más me gustó: el personaje de Ivo me parece adorable, tan inconformista y luchador, no es que se ahonde demasiado en su pensamiento, pero logró conquistarme.
Lo que menos: por poner algún punto disconforme, diría lo que ya dije que eché en falta desarrollo de los antagonistas a los que se pinta como malos malísimos, pero apenas tienen relevancia.
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